Capitulo 72

1814 Palabras
Capítulo 72 De vuelta a ti Observo a Luisa que no ha intentado escaparse. Hemos tenido que dejar pasar unos días, calculando el momento sorpresa mientras nos basamos en un plan que solo tienen el fin de sacar a mi familia de ahí, en cuanto Luis caiga ya no será un problema. Sin embargo, la sorpresa es que nos ha estado ayudando, en estos momentos me siento culpable de volverla en su contra, pero fue su culpa mientras yo me aseguraba de que Gales no tuviera dudas él la lleno. Me aferre tanto a ella que no hay nada que nos pueda separar. Estoy tan feliz y a la vez sediento de sangre quiero cortar cabezas hasta llegar a ella. Mis hermanos han estado marcando en especial Fray que está preocupado y al que han intentado matar cuatro veces. Lis lo ha estado cuidando bien. —Tu sonrisa hace que quiera golpearte —bromea Abi, alzo la barbilla y sonrió con altanería —Pronto los llevaré a la Antártida y regresaré —afirmo con una mueca, es un buen plan —La amas —murmura Luisa observándome —Desde que la vi, sabía que sería mía —afirmo pasando a su lado Vamos caminando por el bosque, Abi le dio la confianza a Luisa para darle un cuchillo y un arma, aunque dijo que no sabía usarla, es una mimada que podríamos esperar. Llevamos alguna clase de camuflaje. Luisa se detiene y me regresa a mirar luego se agacha, hacemos lo mismo, parece ansiosa. —Él estará esperando —afirma asustada —Lo sé —sonrió, a su expresión preocupada. Si me hubieran dicho que estaría de esta forma con Luisa me habría reído —estoy preparado para todas las posibilidades —Debo confesar, lo conocí después de decirle a Luis sobre ti. Le reclamé pensando que eras tú —sonríe con nostalgia —Pero cuando me di cuenta algo en él era diferente. Fue que me confesó que era tu gemelo y que también quería venganza —resume de forma rápida mientras miramos a nuestro alrededor —No me dijo la razón de su odio, sin embargo, Fray lo sabía —termina, no me sorprende Él es mejor que yo escondiendo las cosas, sin embargo, lo conozco tan bien que para que llegara a ese punto de no decirlo es porque me protegía, somos cuatro hermanos que ni siquiera piensan en la gerencia, ya que estamos seguros de que estamos eliminados del testamento. Seguimos nuestro camino hasta encontrar a nuestra siguiente víctima. Repito la distracción es tu peor enemigo. Me muevo de manera sigilosa, encajo el cuchillo en su cuello matando al instante, sin hacer ruido lo dejo en el suelo tratando de esconderlo. Seguimos moviéndonos, dejando caer uno a uno hasta que tenemos que rodear. Es cuando me topo a uno que me da un golpe haciendo que tambalee, me recupero rápido, he estado entrenando para esto, golpeo la boca del estómago haciendo que el aire salga de sus pulmones para rematar con un puñetazo. Jadeo si me ha dado pelea. —Estuve tentada a interferir —se burla Abi —Cierto, Tú llegarías a su estómago con más facilidad —bromeo, me da un golpe y una mirada indignada Abigaíl se va, por un lado, mientras que Luisa y yo nos vamos del otro extremo. Ella va atenta y es cuando una alarma suena, es tan baja que podríamos decir que no fue nada una melodía con cuatro toques. Obligo a Luisa a agacharse, supongo y espero que solo sea el hecho de encontrar un cadáver y no que tengan a Abi. —Ella está bien, esa alarma es para anunciar intrusos —me informa, aunque no está del todo segura por sus gestos Seguimos moviéndonos agachados hasta que me sorprende de algo, me encuentro con mi familia, sin embargo, es quien está frente ellos apuntando a los matones el que llama mi atención. Trae ropa como la de nosotros lo que me hace atar cabos con rapidez. Piensa hacerse pasar por mí. —Él es cesar —afirma, decido hacer mía situación, me levanto Camino hasta ellos y trato de no sonreír cuando escucho a Dexter decir tú no eres mi papá. Luisa agarra mi brazo pasándolo por sus hombros y asiente, entiendo lo que me quiere decir. Me recargo en ella, soy un hombre herido a punto de llegar al campo, que casualidad encontrarnos de este modo. —Buenas tardes, Silas —mi voz llama su atención ahora las miradas vienen a mí y Luisa —No —mira alrededor sabiendo lo que haré, sin embargo, es más una advertencia para Luisa que para mi Cosita, aún piensa que está en su poder, pero se da cuenta de que no lo esta y vuelve a mí. ¿Quién es el villano?, quizá somos los dos o todos. —Que esperan, atrópenlo —ordeno mientras ven de un lado a otro Debo admitir que el parecido es increíble. —Luisa —murmura como advertencia Regreso a mirarla, está entre la espada y la pared. Levanto la ceja apurándola, se remueve bajo mi peso y toma una respiración para observarme. —¿Luis sigue vivo? —dirijo mi mirada al más grandullón que supongo que es el líder y al que todos han estado observando en busca de que hacer —Fue sedado, pero pronto despertará —evito sonreír y hacer un festín, está vivo, aunque no muy pronto —Te dije que no era buena idea dejarlo solo —confirma, ha elegido y es lo que necesitan para movilizarse —Regrésenlos —ordeno señalando con mi barbilla frente —Tengo que hablar con mi hermano —sonrió con cinismo —Ve con ellos —miro a Luisa, la dejo ir, asiente caminando tras ellos Observo el lugar por donde se pierden. Solo tengo que darle una mirada a mi familia para saber que están bien, sonrió, me siento agradecido por ello. Está resultando más fácil de lo que pensé Luis no está, espero que nadie me gane, quiero asesinarlo con mis propias manos. Cesar es atado y colocado frente mío. Mismos ojos vedes y cabello n***o casi igual de largo que el mío, supongo que se esmeró en hacerse pasar por mí, así que le aplaudo mientras me acerco. Hasta los tatuajes son los mismos, supongo son falsos. Solamente espero que el de la pelvis no sea el mismo, en dado caso la respuesta sea si, le cortare la piel o lo quemaré dependiendo de mi humor. —Vaya forma de conocernos —murmura con una línea en los labios, su plan ha tomado otro rumbo —Debo admitir que eres un buen contrincante, sin embargo, no podrás superarme cuando hay que pensar en grande —me mantengo serio, todo bajo control. Siento que si actuó como lo hago siempre o dejo salir mi lado loco puede que me exponga, debe ser lo contrario a mí, algo me lo dice Si yo era el enfermizo él era el sano y así empieza la lista a mí me importa una mierda lo que la gente haga, sin embargo, a él le importa tanto que quiere quedarse con lo que es mío. —Esto no quedará así —amenaza, estoy más que consciente de eso Me agacho hasta su altura, de esta forma nada más él podrá escucharme, hay 5 matones aquí superando mis cálculos iniciales. No hay problema en deshacerme de ellos. —Luisa se ha vuelto mucho más cariñosa, gracias hermanito —murmuro con voz insinuante, sus celos nos darán más tiempo Me levanto y camino por el lugar que se fueron los que se llevaron a mi familia. —Denle un paseo, creo que lo necesita —ordeno perdiéndome en el bosque Escaneo el sitio encontrando más personal. Sigo mi camino hasta llegar una cabaña que es de dos pisos, por cierto, muy parecida a la mía. ¿Quiso darle comodidad?, entro subiendo el porche hasta entrar, Gales y mis hijos están sentados en los sillones. Se ven cuidados el vientre de Gales es notorio. Llego hasta el grandullón y me encuentro con Luis reponiéndose del sedante, Luisa esta sentada a un lado. —Déjanos solos —ordeno y él sale sin rechistar Luisa da un salto a un lado cuando ve mi sonrisa, quiero ver sangre correr, cuando Luis alza la mirada y me observa, conforme se da cuenta de quien soy sus ojos se abren de una forma graciosa. Creo que es fácil distinguirnos solo dándonos un vistazo. Antes de que grite agarro su cabeza estrellándola en la mesa. —Rápido y contundente —se acerca y da la vuelta a su alrededor verificando si está muerto o no Se mueve debemos salir de aquí. —Esto será complicado —pasa sus manos por el cabello Luisa —¿Qué se siente tener un gemelo malvado? —se recarga en la encimera y empuja el cuerpo de Luis al suelo Doy la vuelta mis hijos y Gales observan con cuidado, entiendo que estén a la defensiva. Regreso mi mirada a Abi. —Claro que tenemos un problema, ¿Sabes por qué en las películas de acción no hay mujeres como protagonistas? —alza las cejas divertidas Recuerdo cuando se lo dije, ¿La razón?, porque las mujeres pelean por familias, lazos hay sentimentalismo y para eso están las películas de romance, sin embargo, un hombre puede hacerlo por simple orgullo. Me acerco a ellos, solamente tenemos minutos. —¿Silas? —murmura grita Luisa —Seguiremos con el plan —llego hasta Gales y la jalo hasta mí, sus brazos tiemblan cuando me rodea mientras deja salir un suspiro Mis hijos me rodean, un abrazo familiar. Grabo cada uno de sus aromas y recuerdo cada momento con mi familia, no será esto lo último, sin embargo, no puedo asegurar que volveré a casa. Alzo su cara y le doy un beso tomando mi tiempo de sentir su calidez, esto me sabe amargo. Limpio con mis dedos las lágrimas que se escapan. Debo darles tiempo para que puedan huir. —Te amo, no me arrepiento de nada. Quitarte las cadenas y verte volar fue lo más hermoso que vi en mi vida, sigue haciendo —murmuro, mientras niega. Esto suena como una despedida, sin embargo, no puedo quedarme con estas palabras —Necesito que se vayan —le doy un abrazo a cada uno Cada uno se aferra a mí, es algo que me rompe, deben estar en un lugar seguro. Sé que en cualquier momento entraran para detenerlos o para usarlos en mi contra. —¿Papa? —murmura Niall mirándome —Yo soy como mi papá, elegí no serlo. Tú puedes hacer lo mismo —alboroto su cabello y me siento Gales me da una última mirada antes de seguir a Abi fuera de la cabaña.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR