Prólogo
Aveces pensamos que el dinero lo es todo en la vida, que el dinero lo puede todo, lo compra todo, que compra la felicidad, los amigos, la familia pero al fin y al cabo no es nada, es algo vano, es sólo dinero, es sólo algo que te ciega y no te deja pensar con claridad. Así como es algo que se necesita, es algo peligroso.
Nunca pensé que mi vida cambiaría tanto. En un parpadeo empecé a tener lo que cualquier chica como yo querría tener, empecé a ver el mundo de una manera diferente y dejé de ser la dulce Kimberly o como me decía mi mamá, Kim.
Empecé a conocerme tal como soy y a descubrir que el mundo no era esa burbuja en la que vivía y en la cual pensaba que, nunca, nada malo me sucedería. Mis ojos al fin se abrieron y con ellos se fueron mis mayores prioridades y mis principios, viniendo unos nuevos y con ellos, los deseos más oscuros que en mi vida había deseado con tanta intensidad.
La codicia, la maldad, los lujos y la venganza son los mayores peligros de esta sociedad pero quién diría que me encariñaría tanto con ellos .