SIETE
Me despierto extra temprano a la mañana siguiente. Lo he estado haciendo mucho últimamente. Tal vez sea por las paredes verde menta que tiene ahora mi dormitorio, o tal vez es el hecho de que mi subconsciente no se cansa de Jessy. Ahora que he estado compartiendo mi cama durante casi una semana, mi sueño es más profundo y me despierto más preparado para el día. Y más cachondo. Demasiado cachondo.
El pecho de Jessy sube y baja rítmicamente. Duerme con las manos en posición de oración debajo de la cara, hecha un ovillo. Es tan linda que quiero morderla, pero esperaré a que despierte para eso. Me deslizo de la cama silenciosamente, dirigiéndome al baño para orinar y cepillarme los dientes. Cuando vuelvo a meterme en la cama, Jessy está despertando. La atraigo hacia mis brazos, doblánd
