BERLÍN, ALEMANIA. Tessa deseó tener la voluntad para decirle que no, pero no pudo evitar pensar que era su abuela, la madre de Henrik y que a pesar de ser la clase de mujer que era, también formaba parte de su familia. La mujer asintió y la mujer pudo inclinarse para tomar al bebé entre sus manos para despues sonreír. Su cabeza la hizo viajar al pasado. Recordó el calor de Henrik cuando estaba en sus brazos y la forma en cómo se abrazaba a ella cuando tenía miedo en las noches de tormenta. Tessa observó como la mujer miraba al bebé embelezada y se dió cuenta que hablaba en serio respecto a los recuerdos. —Si, sin duda se parece a él y él se parece a su padre también—comentó en voz baja recordando que la primera vez que lo había visto había sentido cierto rencor con el niño pues era h

