Capítulo 2

940 Palabras
Aquí estamos otra vez, frente a frente, eramos tan jóvenes, la vida era tan distinta entonces. 14 años parece ser todo un siglo. Aquí está él, mirándome cómo si hubiese sido ayer la última vez que hablamos, cuándo nos dijimos adios, porqué era lo mejor, porqué era lo sensato... ¿Por qué habrá dolido tanto entonces?... -Alma... ¿Por qué hiciste cómo si no nos conociéramos? -Sr. Leonardo, yo realmente necesito éste trabajo... Por favor, lo más fácil sería fingir que no nos conocemos y dejar las cosas así, no lo cree? -No creo que mi padre te despida, porque hace mil años, tuvimos algo, al menos pudiste decir que fuimos compañeros en el liceo. -Creo que prefiero no arriesgarme... además todo fue hace tanto tiempo, que sentido tiene hablar de esto... -Pero Alma... -Su padre me dijo que era un hombre casado, no quiero problemas por favor. -¿Qué me pides? -Qué hagamos como si hoy nos conocimos y sigamos así. Yo le enseño lo que debe saber, luego usted actúas como lo que será, mi jefe. -Alma... -Si le estoy pidiendo mucho, trasladame a otra area, a otra sucursal, pero por favor, ayúdeme a cuidar mi trabajo. -Alma, cálmate, si es lo que quieres... yo lo entiendo, sólo creo que deberíamos hablar antes, para que todo esto funcione... -Hablar???... De qué deberíamos hablar?... De lo que pasó hace tantos años?... -Exacto... es que a pesar de los años... -No lo diga... por favor... mi oferta es esta: Nunca nos conocimos y trabajamos cómo tal, profesional y cordialmente o voy a hablar con su padre y le pido el traslado. -Cómo quieras, Alma, Dios... no cambiaste nada, en todos estos años. -Probablemente no... Me mira frustrado, definitivamente, tampoco has cambiado mucho, Leonardo Martinez. La mañana pasa lenta, mientras coordino la reunión con los miembros de la junta directiva y pido presupuestos para la fiesta de despedida del Sr. Raúl... A ratos puedo sentir su mirada sobre mi, a ratos me distraigo mirándolo, ha cambiado mucho, sus facciones se han acentuado, su cabello n***o está un poco más largo, un par de arrugas le enmarcan esos hermosos ojos azules, su mandíbula se tensa y se relaja mientras lee los informes, tal cómo hace tantos años. Está más guapo, siempre lo fue, pero ahora es más hombre, más maduro... -Qué pasa, Alma? -Eh??- Me saca de golpe de mi minucioso análisis. -Te hice una pregunta y no contestaste... Me mirabas sin verme... -Nada... qué quería saber?- Su sonrisa de medio lado me deja saber que he sido descubierta. -Te preguntaba dónde se está construyendo la nueva sucursal? -Argentina -Gracias, muy amable. Si, esto va a ser difícil... No llevamos ni un día y siento que no seré capaz. Vamos Alma! Esto debería ser un tema más que superado!!! Pasado el mediodía, me invita a comer algo. Pero le informo que su padre lo estará esperando porqué tiene un almuerzo con unos nuevos clientes. Me mira ¿decepcionado?... No, no es buena idea salir de éste ambiente... Debemos mantenerlo profesional, debemos evitar conversar de las cosas que tanto me dañaron en el pasado. El tema de conversación de hoy en el casino, ha sido el guapo y varonil hijo del jefe. Me han preguntado hasta el cansancio por él, ya que fui la única con la que se relacionó durante el día... Me enteré que está casado hace 13 años con la misma mujer, aún cuándo algunos dicen que fue un matrimonio por contrato, no tiene hijos y estuvo viviendo en Londres los últimos 8 años... Cómo se enteran de tanto?.. No lo sé... para mi a él se lo había tragado la tierra. Al volver a la oficina, él no ha regresado y probablemente no lo haga, hasta después de que yo me haya retirado. Esos almuerzos suelen alargarse y definitivamente me alegra, al fin puedo respirar, su mirada sobre mí me perturba, yo también he cambiado mucho, ya no soy la niña de 16 años que conoció en el liceo, los años no pasan en vano, mi cuerpo cambió, mi manera de ser cambió... he sumado unos cuántos dolores, muchas cicatrices, una hija. Una video llamada de Iri me saca de mis cavilaciones... -Mamá, ya vienes. -Si, mi vida, ahora me voy -Me traes un chocolate. -Ok, corazón... ¿Te has portado bien? -Claro, mamá, te amo... llega pronto. -Yo también te amo, mi vida. Tomo mis cosas y cierro la oficina, le llevó la agenda a mi jefe, para mañana, la dejó sobre su escritorio y le envío un mensaje, dejándole saber que me retiro y dando un muy resumido informe de la tarde. Llamó al ascensor y cuándo se abre... ahí están... mi jefe y su hijo. -Justo estaba leyendo tu mensaje, Alma. -Si, ya me retiro. -Buenas tardes, Señorita Alma- Se despide Leonardo, sonriente. -Buenas tardes, señores. Al fin, día 1, superado. Llego a casa, con el chocolate de mi pequeña hermosa, se cuelga de mi cuello y ya nadie nos separa por lo que queda de día... La baño y la meto a la cama, le leo su sagrado cuento nocturno y la dejó dormida. Me ducho, me pongo el pijama y me acomodo a su lado en la cama. Si, de lunes a viernes vivimos en la casa de mis padres, es más fácil y práctico... No debo levantarla tan temprano, ni viajar de vuelta con ella en las tardes. Los fin de semanas nos vamos a nuestro departamento. El sueño no quiere venir, miles de recuerdos me golpean de frente... La primera vez que lo vi y hablamos... Gracias a mi amiga Liss...
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