Este amor es un enredo

capítulo 2

Sebastian sabía lo que quería su abuela, pero Luciana era una extraña para él y no sabía que tan promiscua era la chica. Aunque sebastian le había hecho creer a su abuela que todavía amaba a su ex, la realidad es que cuando la chica decidió entregarlo a los brazos de otra para “evitarle penurias” este se dio cuenta que la chica solo lo quería por su dinero y realmente no quería volver con ella.

Luciana comenzó a pellizcarse la piel del cuello para lograr que aparecieran algunos moretones, levantó un poco las mangas de la camisa y comenzó a hacerse algunos chupetones ella misma.

Sebastian observaba cómo la mujer ponía todo su empeño en hacerle creer a su abuela que algo había pasado entre ellos, para que esta dejara de molestar.

“Quizás no sea mala idea colaborar con ella, si llegamos a un acuerdo, quizás este año no sea tan tortuoso como yo creía”

con eso en mente se acercó a Luciana — Ayudémonos…

El comenzó a hacer chupetones en él cuello de la chica y ella hizo lo mismo con él.

Tanto Luciana cómo Sebastian se ayudaron mutuamente para lograr el efecto esperado. Ninguno de los dos tenía algún sentimiento por el otro por lo cual hacerse chupetones fue muy extraño.

Ambos terminaron con su trabajo y se miraron como si hubieran acabado de terminar una tarea difícil, mientras sonreían con satisfacción y se golpearon los puños a modo de celebración.

La chica abrió la puerta y se encontró con la anciana que al ver las marcas en el cuerpo de Luciana se sintió bastante emocionada.

— Chicos, lamentó lo qué pasó anoche, es solo que pensé que si no lo hacía, ustedes se negarían a estar juntos.

Sebastian se acercó a Luciana y se colocó a su lado con rostro hosco — ¿Por qué hiciste eso? ¿qué pensará Luciana de mí después de lo qué pasó?

Luciana le dio una mirada llena de compresión — No voy a pensar nada de ti, no fue tu culpa.

En un principio Mariana se sentía culpable pero al ver que Luciana no lo culpaba no pudo evitar reaccionar de forma positiva — Espero que Luciana quede embarazada muy pronto.

Tanto Luciana como Sebastiana asintieron, mientras cruzaban sus dedos. Ninguno de los dos quería eso.

Mariana le dio unos boletos de avión — Me encargué de preparar su Luna de miel, ojalá me perdonen.

Luciana tomó los boletos y miró el destino con satisfacción — ¡Me encanta! ¡Gracias abuela!

Mariana se despidió de ellos y se fue, esperando que ambos pudieran acostarse más seguido para que las probabilidades de que tuvieran un hijo cada vez estuvieran más cerca.

Aunque su empleado le había dicho que no escuchó ruidos esa noche, las marcas hablaban por sí solas.

Sebastian cerró la puerta tras despedirse de su abuela y se volvió a sentar en el sofá, mientras no apartaba su mirada de Luciana.

“Es una mujer realmente hermosa y parece bastante inteligente, al menos puedo ver con claridad porque la abuela la escogió, pero siento que estoy viendo a una hermana pequeña”

Luciana sintió la mirada del hombre sobre ella y se dio la vuelta para mirarlo.

— ¿Qué miras? ¿Te debo?

Sebastián asintió — Me debes una explicación ¿Por qué aceptaste casarte conmigo?

Luciana se sentó. en la cama y respondió tranquilamente — Son solo negocios, tú abuela prometió darme un buen trabajo en la empresa de tu familia, tengo que hacer al menos 5 fórmulas nuevas para su empresa pero tu abuela me prometió darme dividendos por la patente. Aunque no lo creas no soy una inútil, soy ingeniero químico y soy bastante buena.

Sebastian no conocío a Luciana hasta el día de su boda, su abuela le había ocultado toda la información de ella para que este no pudiera escapar del matrimonio.

— Entonces ¿Qué planeas hacer?

— Bueno, en primer lugar, ya tengo cubiertas las cinco fórmulas, de hecho son poco más de cinco, pero aún necesito hacer algunas pruebas y no había tenido la posibilidad de estar dentro de un laboratorio adecuado.

Sebastián asintió, esperando que la mujer terminar de hablar.

— Te propongo esto, tratemos de llevar la fiesta en paz, no me gustas y yo tampoco te gusto a ti, tengo mis propios planes y créeme que tú no estás en ellos, solo tenemos que pasar un año casados y de nosotros depende que sea un infierno o que luego de esto me convierta en la madrina de tus hijos.

Sebastian enarcó una ceja un poco divertido “Esta mujer si sabe lo que quiere”

— ok, es un trato, dormiremos en habitaciones separadas, nada de besos o demostraciones de afecto, además cada uno debe respetar al otro, es decir, las infidelidades están prohibidas.

— No te preocupes, soy más fiel que Rexona.

Sebastian frunció el ceño y Lucíana intentó explicarse — Ósea, es que Rexona no te abandona…

Sebastián soltó una carcajada y se levantó de su asiento — supongo que no será difícil llevarme bien contigo. ¿Quieres que te llame Rexona o Lucí?

Luciana lo miró con odio y respondió — Con Luci está bien. ¿Te puedo llamar sebas ?

sebastiana negó con la cabeza — Llámame Sebastian, solo hay una persona que puede llamarme sebas.

— ¡esooo! me encanta que seas tan fiel a tu amor, pero por favor, te ruego que le digas que no quiero nada contigo, no quiero a mujeres tóxicas detrás de mí.

sebastian frunció el ceño — No soy una persona promiscua, siempre me enseñaron a respetar a las mujeres y desde que nos casamos, no seré infiel ni en juego.

Luciana aplaudió —¡Te felicitó campeón! serás un esposo genial.

Sebastian sintió que Luciana hablaba de forma sarcástica y se dio vuelta para ignorarla — Tomare una ducha, no intentes colarte en el baño.

— ¡No soy una pervertida!

Sebastian respondió aún de espaldas a ella — Desde mi punto de vista, si lo eres.

Luciana tomó un zapato y se lo lanzó pero el hombre logró esquivarlo como si tuviera ojos en la espalda.

— ¿Cuánto crees que te pagara mi abuela si sabe que su nieto sufre violencia doméstica?

Luciana tomó su teléfono y comenzó a tomarse fotos donde se evidenciaba las marcas en su cuellos y varias que le tomó a la espalda a Sebastián — ¿Que pensara tu novia cuando vea estas fotos?

Luciana sabía que antes de que él y ella contrajeron matrimonio había otro chica que el hombre guardaba en su corazón.