capítulo 4

1151 Palabras
Las acciones de Sebastian no pasaron desapercibidas para una personas que los observaba. Además ninguno de los dos se había molestado en ocultar las marcas que indican "una noche llena de pasión y lujuria". Emily estaba furiosa con Sebastian, primero lo esperó toda la noche en su apartamento pensando que regresaría, sólo para enterarse de que había pasado la noche en el Hotel con la mujer que le había robado el puesto como la señora Contreras. Con pasos largos se acercó hacia Luciana y le dio una fuerte bofetada — ¡Me robaste a mi hombre! Luciana preparó su puño para devolverle la bofetada a la mujer con más fuerza, pero Sebastian la detuvo — No hagas una escena. Luciana sintió que tenía al peor esposo del mundo, aunque no fueran una pareja real, ambos habían acordado llevarse bien, no quería ser tratada como la esposa más querida, pero al menos quería que la respetará. Con mucha fuerza soltó el agarre de Sebastian y le dio un golpe en la espalda y este frunció el ceño de dolor “tiene mucha fuerza, tengo que dejar de provocarla” Luciana se dio la vuelta sin devolverle la mirada y tanto él como Emily se quedaron atónitos — Ella te acaba de golpear… Sebastian asintió — Emily, creo que acordamos que mantendrías la distancia, si mi abuela se entera de esto, habrá sido en vano mi matrimonio con Luciana. Emily parecía más molesta que antes — Te ibas de luna de miel con ella, no me quieras ver la cara de idiota, recuerda que gracias a mi vas a poder conservar la fortuna de tu familia. Sebastian mostró una ligera sonrisa — Si tanto me amas, entonces ahora mismo iré con mi abuela y le diré que voy a divorciarme, espero que mi amor sea suficiente para ti, porque dinero no hay. Emily lo observó con lágrimas en los ojos y respondió con agravio — Sabes que te amo y lo menos que me importa es el dinero, solo creo que te mereces toda la fortuna de tu familia, has trabajado mucho. Sebastian colocó sus manos en los bolsillos de su pantalón y respondió despreocupadamente — Pero a mi no me importa, realmente no tengo interés en la fortuna de mi familia, quiero trabajar por mi cuenta. Aunque el hombre era el CEO del grupo Contreras, eso era algo pequeño para el, solo lo hacía para continuar con el legado de su familia, nunca le había interesado realmente el negocio, Sebastian tenía sus propios negocios, que prefería mantener en secreto para evitar llamar la atención de personas indeseables o interesadas como era el caso de Emily. — ¡No! No puedes renunciar a todo ¿de que vas a vivir? Sebastian le respondió tranquilamente — Quiero vivir una vida humilde con la persona que amo. Emily negó con la cabeza y comenzó a llorar —¡ No! no puedes hacerme eso, no viviré una vida miserable contigo. Sebastian miró a la mujer interesada frente a él con molestia “¿en qué estaba pensando cuando pensé en casarme con ella?” — Bueno, en ese caso, espero que no nos volvamos a ver, yo quiero vivir una vida tranquila y humilde. Mientras que tú deseas lo contrario. Por cierto, espero que no te vuelvas a acercar a Luciana, la próxima vez no la voy a detener si decide tomar venganza. — Sebastian, no lo hagas, no renuncies a tu fortuna, yo puedo esperar un año. sebastian se dio la vuelta sin prestarle atención, estaba molestó consigo mismo, por ser tan tonto y no dejar que Lucíana golpeara a Emily. Fue en busca de su esposa, que ya estaba caminando hacia la salida del aeropuerto. Sebastian corrió tan rápido como pudo y la tomó del brazo — Luci… Luciana intentó zafarse de su agarre pero entre más lo intentaba, más fuerza colocaba el hombre — ¿Que quiere señor Contreras? ya su novia me golpeó,¿también planea hacerlo usted? Sebastian frunció el ceño — Nunca sería capaz de golpear a una mujer, tengo valores. Te pido una disculpas por no dejar que te defendieras — Está bien, te perdono si me dejas volver para golpearla. Sebastian no la soltó, no quería que ella se viera involucrada en peleas, pero Luciana lo entendió de otra manera — Entiendo, sé lo importante que es tu amada para ti, pero te lo advierto, si me vuelve a tocar, le voy a hacer recordar el día que nació. Sebastián asintió en respuesta y la soltó — No volverá a pasar, te lo aseguro. Luciana siguió caminando hacia la entrada ignorando por completo a Sebastian y el hombre sólo miró su espalda alejarse, aún tenía que resolver algunos asuntos de la empresa y debía viajar a verificar el estado de unos productos que no cumplían con los estándares de calidad impuestos por el grupo Contreras. “Está chica parece más adecuada para mi primo, que para mí” Con la mejilla aún adolorida, Luciana subió a un taxi y no tuvo más remedio que regresar a su antiguo apartamento, aunque quisiera regresar a la casa de Sebastian, la única huella que aceptaba la casa era la del hombre y ella era solo una aparecida en ese lugar. Lo ideal era llegar a su nuevo trabajo bien preparada por lo tanto decidió concentrarse en preparar las propuestas para los nuevos productos. Esa tarde mientras seguía concentrada en el trabajo recibió una llamada de Mariana. —Hola Luci, me enteré de que se presentó un problema en la empresa y sebas no pudo llevarte a la luna de miel —si, señora contreras, pero todo está bien, es el trabajo de Sebastian estar atento a los asuntos de la empresa. —Si mi niña, lamento que no pudieran viajar juntos, pero tendrán mucho tiempo para compartir como esposos. — Si, supongo — Bueno mi niña, me alegro de que seas tan comprensiva, al menos ya quedaste bien ubicada en la casa de Sebastian, no tienes de qué preocuparte. Luciana miró la pequeña habitación que sólo contaba con una pequeña cama y desde la cama podías caminar dos pasos hacia la cocina o dos pasos más hacia el baño y el baño ni siquiera tenía puerta “Al menos vivo yo sola” Luciana no quería meter en problemas a Sebastian y decidió ocultar el hecho de que no vivía en la casa del hombre. Había pagado el alquiler de dos meses y aún podía quedarse allí hasta que se cumpliera nuevamente la fecha de pago. El único problema era que le quedaba muy poca comida para sobrevivir, estaba desempleada y su trabajo en el grupo contreras daría inicio el siguiente mes. Viendo la poca comida que había en el refrigerador, decidió salir a buscar algo de trabajo para mantenerse hasta que llegara el día de ingresar a su trabajo soñado.
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