Derek. ¿Qué tan putamente enfermizo es imaginarme a Gisel aquí ahora? Mientras mis manos toman la cadera de Sharon y meto mi polla hasta el fondo. Yo necesitaba esto, necesito sacarme de la mente el tacto de Gisel, su perfecto y precioso culo provocándome, su sucia boca diciendo cosas que solo me pondrían todavía mas duro si es que era posible, solo… yo… Estaba luchando con toda mi fuerza para no tocarla. Sharon gritaba con tanta delicadeza como una jodida cacatúa, así que solo necesitaba terminar con ella y todo estaría bien, mi polla estaría bien. Solo que, de nuevo cerré los ojos y no vi a nadie más que a Gisel, su mano acariciándome, su aroma a fresas, su piel suave… Con una ultima embestida vibre dentro de Sharon, vaciándome en el condón, justo después de que ella terminara

