Gisel. Mi cuerpo no me pertenecía, era todo sobre Derek. Mi mente daba vueltas mientras tomaba todo mi esfuerzo para llegar a mi habitación aún sin querer. Una vez el aire acondicionado golpeó mi rostro abandonando el calor abrasador de afuera me metí a la ducha, mi mano no pudo evitar pasar por mis senos, mis pezones estaban duros y necesitaban un poco de tranquilidad, sé que todo lo hice porque quería ver la expresión de Derek cuando no conseguía lo que quería, tenía que verlo llegar al límite porque ahí es donde me había puesto él. Recargue la espalda en la pared, negándome a darme un orgasmo pensando en él, sobre todo cuando se estaba follando a la súper modelo sin pensar en mi, le pagaría con la misma moneda, porque se lo merecía. “Idiota” Ahora tenía que tranquilizarme y

