Connie Después del incómodo momento que vivimos en la oficina con la presencia de Mireya, había decidido regresar a casa con Nicolo, pero antes tenía que ir a casa de Ángel, pues mi hermano aún permanecía ahí. Cuando me despedí de Nicole en su oficina, él estaba decidido a acompañarnos, pero dijo algo que traspasó mi corazón, así que no podía permitir que fuera con nosotros. —Tu padre ha venido a mí, me ha dicho que necesita ayuda y estoy dispuesto a ayudar. Yo lo miro sorprendida, pues cuando mi padre salió de la mansión, jamás pensé que vendría a buscarlo. ¿Por qué lo haría? ¿Para qué necesita esa ayuda? —Está aquí en la ciudad contigo. Quiero verlo. Él me toma de la cintura y me pega a su cuerpo, roza su nariz con mi cuello y suspira. —Primero tenemos que ir por Manuelito, no deb

