capitulo 5

949 Palabras
Cuando llegue a la casa eran la 7 de la noche y Leo aún no regresaba del trabajo, me preocupe y le llame, enviaba a buzón y luego mande mensajes y después de 5 minutos me contestó: Cariño disculpa ya voy para allá se fue la señal de teléfono. Otra vez llegando tarde y eso me hacía pensar de más se que no debo ser celosa, pero así empezó cuando llegó la abogada nueva. Ya me encontraba acostada cuando llegó Leo. - cariño, tuvimos muchísimo trabajo- - me imagino pero para la otra mándame mensaje o llámame, me preocupas- - lo sé, anda vamos a dormir- Sin más nos dormimos. El lunes llegó y como siempre la misma rutina, paso que vi que Leo dejo unos documentos en la sala de estar y decidí llevárselos, al final podría llegar tarde al trabajo. Así que le marque a Leo - cariño no se dónde tienes la cabeza pero voy a dejar los documentos que olvidaste en la sala de estar- - cariño, se me olvidaron ya iba yo a regresarme a la casa- - no te preocupes, ya voy en camino- - está bien me marcas cuando llegues- - claro- No tarde mucho en llegar a la oficinas del buffet lo bueno de vivir cerca de nuestros trabajos, le iba a marcar a Leo cuando paso Rosita la secretaria de el, ella ya era una persona mayor de 50 años y siempre muy alegre, chaparrita y de cabello corto. - señora Mora- - Rosita ¿cómo estás?- - bien , ¿va a ver al señor Leo?- - si a entregarle unos documentos que se le olvidó- - si quiere se los doy- - también le traigo un café- - bueno iré a sacar unas copias y no se preocupe el Lic. Leo no tiene junta- - nos vemos en un rato Rosita- Subí el elevador y entre a dónde estaban todas las oficinas de los abogados, cada uno tenía su espacio. Cómo siempre todos estaban muy ocupados como venía con el café tenía cuidado de no chocar con nadie, hasta que me topé con la abogada Lilian la cuál iba con su Cabellera dorada salida de una estética, se ve hermosa eso se notaba a kilómetros obvio mis celos estaban ahí, pero Leo había vuelto a ser el mismo así que la saludé normalmente y ella me miró muy atenta y se dió cuenta que era la esposa de Leo - señora, estoy muy agradecida porque Leo fue muy amable de llevar a Víctor esté pasado fin a ver el partido de fútbol- fue ahí cuando mi mente se nublo, ¿Partido de fútbol? ¿Este sábado fue con el niño y ella? ¿Me mintió?, Cómo estaba pensando en todo eso no me di cuenta que ella dio el paso hacia mí y se tropezó con un carrito (al parecer de su hijo) esa acción ocasionó que ella cayera enfrente de mi y que al intentar ella agarrarse tomara el café y lo tirará todo sobre ella. La acción fue tan rápido que al reaccionar, tomé el vaso del café y quería levantarla, pero en ese momento llegó Leo y vio la escena desde un ángulo nada favorecedor para mí y suponiendo lo peor. - ¿Caty que te pasa? - - ¿disculpa?- Leo se acercó y levanto a Lilian - es increíble que llegarás a esto - - espera...- no me dejó hablar ni decir nada pues su atención estaba en Lilian y en limpiarla -hablemos en la casa- - Leo, insinuas que yo le aventé el café a propósito?- - no insinuó nada, lo vi con mis propios ojos - Ya me estaba enojando y la rabia se acumuló en mi, tres años de novios y dos años de casados y me cree capaz de hacerle algo así a otra persona. - que poco me conoces - Y sin más me fui de aquel lugar, con lágrimas en los ojos y pensando que el esposo que yo creía que era no se comparaba con el que en este momento había ocurrido. Regrese a mi casa a llorar, recordaba todo de principio a fin, como todos los que vieron la escena completa sabían que era inocente, pero también se dieron cuenta como me había tratado Leo en ese momento, ellos quisieron abogar por mi pero Leo los cayó igual que a mí mientras la abogada tirada en el suelo con café intentaba limpiarse. Pedí mi día en el trabajo y sabía que Leo regresaría por la tarde, quería hablar con Jen pero estaba ocupada hoy, así que sería mi soledad y yo, entre todos esos pensamientos sabía que no podía quedarme aquí, lo mejor sería que hablara con Jen para ver si me quedaba en su casa, y empecé hacer una maleta, aún con los ojos llorosos y el sentimiento de tristeza y y enojo, hasta que recibí un mensaje de Lucas. - Cat, ¿ Te encuentras bien?, Se que no te presentaste en el trabajo porque estás enferma- No sabía que responder, si Lucas hubiera visto aquella escena estoy por segura que el jamás me hubiera tratado así. Mi primer impulsó fue marcarle, es una tontería que le hables a tu ex para que te dé consejos de amor, pero el me conocía bastante bien y no sabía que hacer o a quien recurrir. - ¿Cat?- - Lucas, ¿Estás ocupado?- - no- - ¿podemos vernos en el café?- - si, en media hora estoy allá- Y sin más colgó, Lucas me conocía perfectamente y sabe cuándo estoy triste entonces sabe que no debe preguntarme nada hasta que yo sea la que hable.
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