Capítulo 3

3297 Palabras
Kira Después de quedar seleccionada en la nueva producción de Di Santis me fui a casa extremadamente emocionada, porque esta sabia que seria una oportunidad sin igual. Quizás el director no se caracterice como uno de los más pacientes o persona de bajo perfil, todo el mundo sabe que tiene un carácter bastante particular y que hay que llevarse con el por el mejor camino posible y si, hacer todo lo que te pida. Es el director, el dueño de toda esta producción, es el jefe de todos y aunque el me da algo de miedo, decidí tomar esta oportunidad que puede ser el inicio a lo que siempre he deseado, a ser una actriz de talla mundial, por eso debo hacerlo bien e intentar destacar lo buena que soy para que me considere para mas proyectos o al menos, me recomiende con otros de sus colegas y así, ir de a poco haciéndome conocida. Tengo solo veinte años, tengo todavía mucho tiempo por delante y que aunque quizás me tome su buen tiempo lograr mi sueño, se que tarde o temprano lo conseguiré y seré igual o más famosa que mi madre. Y pensando en aquello, con una sonrisa radiante en el rostro me voy hasta mi departamento y al llegar, me topo directamente con mi mejor amiga. - ¿Qué haces aquí? – le digo sonriendo, porque estoy demasiado feliz de verla. - ¿Y? ¿Quedaste? – pregunta emocionada y yo niego borrando mi sonrisa. - No yo…- comienzo pero ella me interrumpe antes de que pueda decir algo más. - ¡No te preocupes! Ya vendrán mejor oportunidades, ellos se lo pierden. Se pierden a la mejor actriz que en la vida van a tener, así que entremos y busquemos más opciones…- comienza a decir sin detenerse en ningún momento y ver como me habla, la manera en que reconoce mi talento me llena de una inmensa alegría y sin dudarlo, me acerco a ella y la abrazo con fuerzas. - Gracias – le digo al segundo en que la abrace y aunque ella al comienzo se sorprende por mi accionar, rápidamente me abraza con fuerzas. - Eres la mejor preciosa, que nunca nadie te diga lo contrario y si ellos no pueden ver a la increíble y talentosa actriz que eres, ellos se lo pierden ¿Lo sabes? – me dice haciendo que mis ojos se llenen de lágrimas. - Eres la mejor amiga que podría tener y gracias por siempre confiar en mi y en lo que soy capaz – suelto derramando algunas lágrimas. - Te conozco de toda la vida y sabes, que siempre estaré para ti – dice abrazándome con fuerzas haciendo que ambas terminemos llorando de la nada, en medio del pasillo y frente a mi departamento. - Eres increíble y soy feliz de tenerte en mi vida pero quizás los próximos días tendremos que vernos menos tiempo, estaré un poco ocupada – suelto haciendo que ella se aleje de mi para verme confundida. - ¿Por qué dices eso? – pregunta entre confundida y preocupada. - Porque… ¡CONSEGUI EL PAPEL! – grito emocionada eliminando toda la falsa tristeza que tenia por supuestamente no haber conseguido el trabajo. Claudia me ve durante unos segundos, yo creo que intentando asimilar o comprender lo que mis palabras significan. - ¿Lo conseguiste? – pregunta y yo sonrió feliz dando pequeños saltitos. - ¡Siii! Así es – le digo y automáticamente recibo un golpe de ella en mi hombro y otro en la cabeza, haciendo que me queje aunque no me dolió en nada. - ¡IDIOTA! Yo ya estaba pensando en ir donde ese director de pacotilla para decirle unas cuantas verdades – suelta provocando que sonría y lance una carcajada que inunda el lugar. La abrazo nuevamente aunque ella se quiera alejar por que esta molesta por mi broma. - ¡Solo fue una broma! – le digo y ella refunfuña mientras la muevo tomándola del brazo para que ingresemos a mi hogar. - No fue chistoso – me dice cruzada de brazos. - Si lo fue – le digo y ella niega hasta que al fin sonríe y juntas, comenzamos a celebrar esta nueva y buenísima noticia. El resto de la mañana nos la pasamos conversando, hablando del proyecto y yo ensañando como si ella fuese el directos y mi coprotagonista. Se nos va tan rápido la hora que ni cuenta nos dimos cuando ella debía ya de irse a hacer sus cosas. Durante la tarde le di una visita a mi hermana para contarle en que estaré los próximos días, que lamentablemente no podré visitarla porque estaré muy ocupada trabajando. Además aprovecho y le cuento a todos los del hospital para que no se preocupen por mi ausencia. Una vez terminada la visita donde mi hermana regreso a mi hogar y me preparo mental y físicamente para mañana, ya que se viene un buen día y yo necesito estar full preparada. * * * El día por fin llego y yo estoy cómodamente sentada dejando que me maquillen y peinen de acuerdo con mi personaje, porque independiente que sea secundario, es igual importante siempre ir de acorde al nivel de producción que se está llevando a cabo. - Tienes muy lindos ojos – me dice la maquilladora y yo sonrió. - Los saque iguales a los de mi madre, ella los tenia de este color – le digo con algo de nostalgia y felicidad, porque se que no la tengo físicamente conmigo pero estoy segura, que ella me está acompañado en estos momentos. - Era muy hermosa tu madre entonces y tu padre igual, porque imagino que te pareces mas a el ¿O no? – dice y yo sonrió asintiendo, le voy a decir quienes son mis padres cuando Enzo Di Santis ingresa en el lugar y se queda detenido donde estoy yo viéndome en detalle, cosa que me provoca algo de nerviosismo. - Resalta sus ojos – dice y ello provoca que los latidos de mi corazón se intensifiquen y que un extraño temblor me sacuda el cuerpo. Su voz, su voz es la que me provoca esa clase de sensación y ni se por qué. La maquilladora asiente y hace lo que le pidió. Por un breve segundo nuestra miradas chocan hasta que cierro los ojos y me concentro en que me terminen de preparar y al verme en el espejo, me gusta demasiada la forma en que mis ojos se ven. - Vaya – suelto sin poder creer lo bellos que se ven. - Enzo sabe lo que hace – dice la chica y asiento, no podría decir lo contrario. Luego del maquillaje y el vestuario, me voy al lugar donde mis escenas serán grabadas, las cuales comienzo a hacer al pie de la letra, cumpliendo cada una de las indicaciones que se me piden, hasta que tenemos un breve receso. - Hola, soy Antoine y tu como te llamas preciosa? – me pregunta uno de los actores extra con los que trabajo. - Soy Kira, un gusto en conocerte – le digo de manera amable y así sin más, comenzamos a conversar de varios temas que me provocan una sonrisa y si no fuera por la interrupción o mas bien, llamado de atención del director, habríamos seguido conversando. Debo decir que me asuste cuando me llamo pero eso se fue rápidamente cuando me dijo que yo no estaba aquí para “coquetear”, lo que me indigno y ofendió por partes iguales, pero como necesito este trabajo, no le discutí nada pero ganas no me faltaron. Las grabaciones avanzaron y no se porque carajos, todo el tiempo, me llamaba la atención, me discutía por cosas sin sentido que minuto a minuto me iba sintiendo demasiado incomoda. Incomodidad que paso a ser rabia, porque a la única persona que le decía cosas era a mí, ¡A MI!, que soy una persona extremadamente profesional y que en todo momento he cumplido muy bien mi trabajo. Se que necesito esto, necesito el dinero y que necesito la oportunidad pero eso no significa que dejare que el haga lo que quiera conmigo. Al final de las grabaciones me fui tan derrotada, cansada, estresada y frustrada por lo sucedido, que decidí no regresar. No porque desee cumplir mi sueño y que el me pueda ayudar a cumplirlo, signifique que deba dejar que me pase a llevar de la manera en que lo hizo. Me sentí humillada y avergonzada por partes iguales. Todos los del set de grabación me veían de una manera que me hizo sentir muy incomoda y fuera de lugar y si para conseguir mi sueño debo aguantar esas cosas? Pues no, no estoy dispuesta a dejarme humillar de la manera en que lo hicieron hoy. Y con ese pensamiento en mente, al despertar hoy y saber que debía de ir a trabajar, decidí no hacerlo y en vez de eso, me fui donde mi hermana, mi lugar de paz y tranquilidad y donde puedo estar yo sin el ajetreo o las responsabilidades de la vida persiguiéndome. Lo que es irónico, porque todo lo que hago es por la persona que tengo justamente frente a mí pero da igual, una oportunidad se fue y sé que en cualquier momento, más vendrán a mí. Enzo Ya habían pasado un par de días desde que aquella chiquilla no regresaba a las grabaciones, a mi asistente le pedí o más bien, le ordené que la buscara pero independiente de eso, no me pude quedar tranquilo ya que necesitaba noticias y rápido. Así que me comunique con un buen amigo que es investigador y le di los datos de la chica, para la encontrara y buscara lo que fuera de mi ayuda para hacerla regresar. - Señor, su amigo el investigador está aquí – dice mi asistente y yo asiento en respuesta indicándole que lo deje pasar. A los pocos segundos ingresa Lorenzo con una sonrisa en el rostro, cosa normal en él y que augura buenas noticias, al menos para mí. - ¿Me vas a decir porque me pediste que investigara a esta chica? – pregunta después de saludarnos y tomar asiento. - Por que la contrate para la producción que tengo en marcha y desapareció de la noche a la mañana y necesito que regrese para que cumpla con su contrato – mentira o bueno, al menos una parte de eso no lo es. - No es primera vez que te sucede esto, por eso me sorprende todo esto – dice y yo ruedo los ojos. Es verdad, tengo un temperamento algo…explosivo lo que ha provocado que algunos actores dejen sus puestos de trabajo. - Por que es muy buena, veo un gran potencial en ella y quiero darle la oportunidad de que su sueño se cumpla – vuelvo a mentir, porque es lo que menos me interesa. Lorenzo me ve con sospecha por unos segundos hasta que se encoje de hombros y saca una carpeta de su bolso, me la va a entregar cuando aleja a carpeta de mi haciendo que lo vea mal. - No te creo pero hare como que sí. Solo te diré, que la chica lo ha pasado bastante mal los últimos años y que si es verdad deseas ayudarla, hazlo pero nada más que eso – suelta provocando que sus palabras me llenen de una emoción e incertidumbre poco propia de mí. - ¡Dámela! – le exijo con la voz demandante que el ya conoce y soltando un suspiro me la entrega. Se la arrebato de las manos y comienzo a ver sus datos generales. No me sorprende que sea tan joven, al verla lo supuse y aunque tiene solo veinte años, tiene un currículo impresionante de lugares donde ha trabajado como extra. Con razón es tan buena. Estuvo estudiando actuación pero lo tuvo que dejar por temas económicos y ello enciende la primera alerta en mí, por lo que sigo leyendo hasta que me topo con la información del fallecimiento de sus padres y como tuvo que hacerse cargo de su hermana. - Su hermana tuvo un accidente que la dejo en coma, lleva así un tiempo y todo el dinero que gana, va para sus gastos básicos, ya que los padres les dejaron algo de dinero antes de fallecer pero que con eso, paga el tratamiento de la hermana para mantenerla con “viva”, si es que se le puede llamar vida estar conectada todo el tiempo – dice Lorenzo. - ¡Dios mío! – suelto un jadeo cuando veo una imagen de la hermana de esta chica y es como si fuera un maldito deja vu. - ¿Qué sucede? – pregunta Lorenzo interesado, pero no le respondo nada, ya que quedo demasiado absorto en la imagen de la chica, que se nota que es mucho menor a su hermana. Por inercia llevo una de mis manos a la fotografía para acariciar el rostro de la chica y mi corazón comienza a latir acelerado porque es igual a ella…al amor platónico de mi vida. - Eres igual…Completamente igual – digo en un susurro. - ¿A que…? ¡Maldición! – dice lorenzo provocando que levante mi rostro de la imagen por un segundo para verlo molesto mirando su teléfono mientras se pone de pie. - Me tengo que ir. Me escribes si necesitas algo más – suelta y yo asiento volviendo a ver la imagen pero sus palabras me interrumpen otra vez. - Voy en serio cuando te digo que no le hagas nada a la chica, es joven, llena de preocupaciones y con un montón de cosas malas que le han sucedido. Se bueno y no la bestia que sueles ser Enzo, ella no lo merece - dice y algo en mi provocan sus palabras al que deseo no prestarle atención. Pronto Lorenzo se va y me deja en mi oficina admirando la imagen de la chica. Kira tiene los ojos de la mujer por la que mi corazón late, pero su hermana, es viva copia de ella…mi gran amor. Y con una misión en mente, comienzo a descubrir mas sobre su hermana, su condición, la manera en que vive ahora Kira y todo por lo que ha pasado, se que la idea que se me acaba de cruzar por la mente no es la mejor o la más honesta pero es la única que tengo y que podría hacer que Kira regrese a mi y me dé de una manera algo poco convencional, toxica y poco sana el acceso a su hermana. Si, muchos podrán decir que es algo psicópata en mi hacer lo que hare pero no pasara nada mas que simplemente admirarla en secreto. Conozco mis limites y lo que esta bien y esta mal, por eso, usare a Kira para que me de acceso al menos, para admirar a la copia de la mujer que siempre he amado, aunque sea a la distancia. Tomando la carpeta y mis cosas, salgo de la oficina y me voy a la dirección que la investigación de Lorenzo indica, me demoro al menos una hora en llegar, ya que queda algo retirado de donde yo vivo. En el camino no puedo parar de pensar en cómo se lo diré, como abordare todo. Busco la manera mas acorde de hacerlo, pero nada de lo que se me viene a la mente me es de ayuda. Y cuando menos lo pienso, ya estoy de pie frente al departamento de Kira, con las manos sudando, el corazón latiendo algo acelerado por la emoción y con la cabeza revuelta en miles de pensamientos. - ¿Señor Di Santis? – su voz me provoca un escalofrió y me hace girarme de golpe en su dirección y lo primero con lo que me topo, son en sus ojos, esos tan iguales como con los que sueño cada noche. - No regresaste a las grabaciones ¿Por qué? – le digo lo primero que se me cruzo por la mente y ella se muestra sorprendida al comienzo pero rápidamente se recompone y levanta la cabeza para enfrentarme. Me gusta. - No lo hice, por que se lo buena profesional que soy y no dejare que me pasen a llevar como usted lo hizo – me dice y ahora el sorprendido soy yo. Vaya, si que tiene agallas la muchachita. - Tienes un contrato que cumplir – recurro a eso pero ella se encoje de hombros restándole importancia. Interesante. - Lo se pero no lo hare, no me gusto la manera en que se me trato, como si fuera una incompetente que no sabe hacer bien su trabajo. Se lo que valgo y no aceptare menos que eso – dice y joder, me gusta su maldita actitud pero a la vez no, porque significa que las cosas que quiero no saldrán fácilmente. - Señorita Kira, debe cumplir con su obligación – le digo dando un paso en su dirección sin dejar de admirar sus ojos, los que me ven con un fuego que me incita a prenderme en ellos. ¿Qué diablos me pasa? - Pues tendrá que buscar a alguien más, porque yo no regresare aunque venga todos los días a la puerta de mi casa a pedirme lo contrario. ¡Que tenga buenas tardes! – me dice y pasa por mi costado y sin pensadlo la tomo del brazo y la detengo a mi costado. Y al segundo de tocarla una corriente me atraviesa el cuerpo que decido pasar por algo, probablemente sea por la adrenalina del momento. - ¿Incluso si la salud de tu hermana depende de ello? – le digo y siento como se tensa ante mi agarre pero por sobre todo ante mis palabras. - ¿Que…qu-que dice? ¿Cómo sabe de mi…hermana? – pregunta completamente desencaja y esta lo que me da la oportunidad que quería. - Se lo necesario, como pasa ofrecerte un trato al que no te podrás negar porque de eso, dependerá tu bienestar económico y la salud de tu hermana y que su tratamiento avance sin problemas – le suelto alejándome varios pasos de ella. Por qué la sensación que tengo en estos momentos, de querer acercarme a Kira y hacer cosas que mi sucia mente me suplican, no esta dentro de lo permitido. Por el rostro de Kira pasan muchas cosas, sorpresa, confusión, incertidumbre, esperanza pero por sobre todo ahora último, molestia y rabia. - ¿Qué trato? – pregunta tensando la mandíbula y cruzándose de brazos mostrándose dura ante mí. Insisto, me gusta demasiado su actitud y no debería. - Cásate conmigo…- suelto esas palabras que me provocan algo de asco y a ella, que abra los ojos de golpe -…con un contrato de matrimonio de por medio, por un tiempo estimado, donde recibirás dinero a cambio de ser mi esposa. Tu hermana recibirá el mejor tratamiento del mundo, tu tendrás el dinero para pagarlo pero donde tendrás que cumplir algunas condiciones, como el hecho de no seguir trabajando como actriz – le digo todo de golpe haciendo que ella se me quede viendo fijamente por varios minutos. Necesito que diga que sí, porque de esa manera, tendré la oportunidad de ver esos ojos mas seguido, logrando que de alguna manera mi loca fantasía de estar viendo a la mujer que he amado se haga de alguna manera…realidad. Pero una fuerte cachetada me dicen que al parecer mi propuesta, no le gusto. - ¡LOCO Y PERVERTIDO! Salga de aquí antes de que llame a la policía – suelta indignada e ingresando a su hogar rápidamente, cierra con un fuerte portazo la puerta en mis narices. Maldita sea, esto no salió como lo pensaba.
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