Labios Escarlata

Burbujas en la boca

Llegué a casa agotada.

Tomaré una ducha en la bañera, con una de copa vino. Me dije internamente y la idea me hizo sonreír.

Una vez en la bañera, tomé un sorbo de vino blanco espumoso, sentía las burbujas en toda mi boca, mi paladar se estremecía ante la sensación, cerré los ojos para sentir mejor el sabor, con un toque acido al final de cada sorbo, realmente este vino es refrescante y agradecí por mi elección.

Miré mi teléfono y tenía un mensaje.

- Gracias bombón por la foto “recompensa”, estaré solo hasta las 10:00 pm

 Llámame si puedes.

Besos ardientes. -

Miré mi teléfono y eran las 9:08 pm, pensé nuevamente en el viaje a Rumanía. ¿Debía decirle? ¿Cómo tomaría la noticia? Mi cabeza daba vueltas. ¿Qué pasa conmigo? Siempre he sido una mujer decidida, extrovertida, nada me daba miedo o me acobardaba ¿Por qué me ponía tan nerviosa este viaje? ¿Acaso quién era él para ponerme así?

- ¡Aló! Hola princesa, ¿Qué tal estás? – Escuché del otro lado del teléfono.

- Bien, agotador ¿Y el tuyo? – pregunté con voz suave, me estaban ganando mis nervios, no puedo permitirme esto.

- Bien bombón. ¿Estás bien? Te escucho algo …- Hizo una pausa - ¿Triste? – Me preguntó al final dudando de las palabras que salían de su boca.

¿Parezco triste? ¿Yo? ¿Qué pasa conmigo?

- ¿Triste? - Solté una risa nerviosa – No, no, claro que no – Tomé un gran sorbo de vino, para darme valor.

- En este momento me encuentro en la bañera – lo dije de manera sensual para incitar alguna reacción en él.

Hubo una pequeña pausa y pude sentir el calor subir por todo mi cuerpo.

- ¿Te acompaño? – Preguntó, mientras su respiración se aceleraba.

- Pero, estoy desnuda – Le dije con voz inocente mientras que sonreía y mis deseos aumentaban.

- ¡Oh! Entonces mejor te acompaño, no vayas a sentir frio – me dijo, podía imaginar su sonrisa traviesa.

- Contigo lo único que no siento es frio – Le dije mientras cerraba mis ojos, me hundía un poco más en el agua y me dejaba llevar por la imaginación.

De fondo en la habitación a bajo volumen suena Feeling Good de Michael Bublé…

- Te acaricio esas bellas y largas piernas debajo del agua con mis manos, mientras me acerco a tu boca, miro esos ojos oscuros que tanto me enloquecen – Me decía mientras mi respiración se aceleraba junto a la suya. Su voz es tan sensual.

- Alex…- Susurré mientras mis manos se deslizaban con facilidad por mi cuerpo.

- Amelia… te deseo – decía con voz ronca – Recorro tu piel con mis labios- Dijo después de una pequeña pausa.

Gemí de placer, mientras el agua en la bañera se salía por los costados.

- Te deseo, deseo tus labios rojos y sensuales… deseo todo tu cuerpo… - Decía nuevamente con la voz ronca, pausada y apretando los dientes.

Mi boca se abrió un poco mientras dejaba escapar un gemido, mi cuerpo se estremecía bajo el agua, del otro lado escuchaba un pequeño gruñido de placer seguido de un suspiro largo.

– Tómate una copa conmigo – le dije mientras recuperábamos el aliento – Antes de que llegue Nicoleta – Siempre quedaba sedienta después de sus llamadas.

- Por supuesto bombón, te acompañaré con un trago – Me contestó aún con dificultad para respirar

A Alexandru lo conocí por internet, llevaba un tiempo sin tener relaciones con alguien, tenía mucho trabajo y estrés acumulado, quería algo de compañía, pero las relaciones requerían tiempo. Y después de mi último fracaso en el amor no quería perder mi energía con esas “cosas”, así que empecé hablar con un hombre por internet. Casi un año después y esa “extraña relación” si se puede llamar relación, aún sigue.

Con Alexandru las conversaciones son sencillas, en ocasiones cuando tenemos acumulado mucho trabajo solo hace una video llamada y me acompaña en silencio, volteando a vernos de vez en cuando, puedo sentir su compañía a pesar de la distancia. No necesitamos explicaciones. Sabemos cuando las llamadas son en tono s****l o cuando solo queremos comentar los hechos del día.

Podemos pasar varios días sin hablar, sin sentir ningún tipo de remordimiento o generar pleitos. De no ser por la distancia y otros detalles sería una relación perfecta.

Alexandru se convirtió en mi mejor amigo, amante y acompañante a pesar de no conocerlo. Bueno, no conocerlo físicamente, el resto de los ámbitos en mi vida los conoce muy bien y yo los de él.

Uno de esos otros detalles es Nicoleta su esposa, lleva casado 7 años, no tienen hijos. No sé cómo es ella, aunque a veces me atrapo pensando en cómo será físicamente y su personalidad.

- ¿Aún estas en la oficina? – Le pregunto una vez recupero el aliento.

- No princesa, ya me encuentro en casa – me contesta, en el fondo se alcanza a distinguir el sonido de las botellas y como cae el hielo en su vaso.

Miro la pantalla del teléfono, ya son las 9:55 pm.

- Puedes poner la canción anterior, por favor – me dice de manera alegre y relajado.

Se a que canción se refiere pongo Feeling Good de Michael Bublé de nuevo, está en la lista de nuestras canciones favoritas. Nos quedamos en silencio por un momento hasta que escucho del otro lado del teléfono como susurra suavemente la letra de la canción como si fuese un pequeño secreto. Sonrío secretamente para evitar que se dé cuenta, no quiero que pare de susurrar, cierro mis ojos y puedo imaginarlo.

- Descansa bombón - le digo una vez termina la canción.

Suelta una pequeña risa – Tú también descansa mi princesa sensual, besos ardientes – Suena un beso, siento como me sonrojo por el acto y le envió un beso de vuelta.

¿Qué fue eso? ¿Me envió un beso? Definitivamente ya perdí la cordura, parezco una chiquilla. El resto de mi noche fue muy tranquila y me duermo con una sonrisa en mi rostro.

Alexandru Dimitriu es un hombre muy atractivo tiene 36 años, cabello castaño oscuro, ojos color miel o quizá son dorados, alto y de contextura fornida. En ocasiones se deja la barba lo que hace resaltar sus ojos. Siempre esta sonriente cuando hablamos, me trata de una manera muy tierna y sensual, mi complemento perfecto. Lidera una reconocida empresa de químicos en Bucarest, Rumanía.