CAPITULO 2

1208 Palabras
 * * * * * * * * * * * CAPITULO 2 * * * * * * * * * * *  Ya había calmado mi semblante, no permitiría que Kiliam me viera débil o afectada. Fingiría no saber nada del asunto si me preguntasen algo. —Señorita, el Alpha vino a verla — Dijo Gracie mi asistente personal Aunque se suponía que compartiríamos la habitación, jamás lo hicimos porque queríamos ambos darlos el tiempo de conocernos, aunque eso nunca paso. —Dile que pase— Respondí y la puerta se abrió Aun no me atrevía a dirigirle la mirada, pero necesitaba ser lo mas normal posible. —Supe que estas mucho fuera de la mansión, ¿Acaso notaste algo raro afuera? — Fingí mi preocupación Cuide mis palabras para que no se note como si le estuviera reclamando. Tal vez podría perdonarlo si me dijera a la cara la verdad. —Lo lamento “Luna”, estoy mucho afuera de la casa por algunos problemas— Dijo juntando mis manos con las suyas— Prometo que te lo compensaré Ya estaba empezando a perder la cuenta, de cuantas veces había repetido la misma palabra: “Te lo compensare”. Me daba ganas de reírme en su cara. —¿Quieres que te traiga un regalo en mí regreso? —Preguntó— Estaré afuera un par de días — Sabia en donde terminaría esta conversación, cada vez que le decía si podía al menos llevarme o decirme el lugar. —Solo quiero que vuelvas rápido a casa sin que nada malo te pase — Dije dándome la vuelta para irme a sentar. Él se retiro en silencio, y yo pase analizando el cielo toda la noche. Quería hablar de esto con alguien porque sentía que me carcomía. Apenas cerré los ojos cuando escuché a las aves en mi ventana. Ya era de mañana y la luz alumbraba perfectamente toda la habitación. Pedí agua para lavarme la cara y asearme, después de mi baño decidí solo coger uno de los postres e ir al jardín. En la tarde visitaría a mi prima, ya que desde que me había mudado al palacio no sabia nada de ella.  Alisté postres y algunos regalos para ir a comer en su casa. Ella tan bien era de clase noble por lo cual me permitían irla a visitar. Su casa estaba entre el bosque como de la mayoría de los nobles, su terreno era grande y alojaba muchos plebeyos. Seguía caminando en el bosque cuando vi varios soldados personales del Alpha, ¿Acaso mi esposo se encontraba por este lugar? —Luna— Todos sus sirvientes inclinaron sus rostros al pasar. _Réstale importancia, quizás es coincidencia_ Decía en mi mente. Trataba de no pensar en lo que exactamente sabia que sucedería. Es que simplemente necesitaba una cachetada para decirme que era real, aunque había estado asimilándolo toda la noche, aun no me había preguntado quien podría ser esa chica. Mis manos tocaron la puerta, solo quería que él no estuviera en ese lugar, pero ¿Dónde más podría estar si sus guardias estaban aquí?    —Luna— Inclino la cabeza la asistente de mi prima—La señorita Sofia no está en este momento —¿Sabes en dónde está? — Pregunté y aunque no quise la voz salió con enfado — Mi señora ella…—Se mordió el labio de nerviosismo, se podía escuchar su corazón acelerado y con miedo —Entiendo, tal vez le dijo que era personal; por favor no le avises que vine— Dicho eso me giré y advertí a los guardias que no dijeran ninguna sola palabra y me marché llevando todo lo que había traído, al igual que mi dignidad. Volví a casa con una sonrisa en los labios. Al menos estaba un paso delante de él.  Kiliam cumplió su palabra y no regresó en dos días, contando el anterior Yo empecé hacerme amiga de las empleadas de la mansión, ya que estaba segura que me ayudarían tarde o temprano. Estaba arreglando los papeles de mi oficina cuando se empezó a escuchar ruido en la recepción. Empecé a bajar las escaleras del segundo piso y me encontré con la amada sorpresa. —Katy, ya estoy de vuelta—Dijo Kiliam ¿Solo Katy? ¿Ahora ya ni “luna” era? Tranquilízate Katherine, todo estará bien_ Me dije a mi misma y suspiré para devolverle la sonrisa. —Buenas tardes, primita— Dijo Sofía saliendo detrás de Kiliam Trate de no enfocarme en ella, pero estaba haciendo el esfuerzo para que yo la notara —Sofí, tiempo que no te veía—Mencioné con hipocresía — Parece que la edad no te ha quitado la voz de chica corriente —Katherine, no trates así a tu prima— Regaño el Alpha —No, Kiliam; ella siempre bromea conmigo— ¿Kiliam?, ¿Quién se creía ella para llamar al Alpha así? —Primita no te vayas a molestar, es que desde que papá y mamá murieron— ¿Empezó a llorar? Al parecer Sofía tenia muchos talentos y entre ellos estaba llorar. —Me he sentido sola en esa casa grande, y Kiliam se ofreció a traerme. ¿No estás molesta verdad? — —Sofia, Katy jamás se molestaria por cosas superficiales, estoy seguro que eres una hermana pequeña para ella —Intervino Kiliam mientras ella se limpiaba sus lagrimas  Yo ni siquiera había opinado, pero sabia que cualquier cosa que dijera seria usado en mi contra por ambos. En estos momentos quería transformarme en loba y matarlos a ambos. —No me molesta, para nada— Pronuncie Claro que me ardía que trajera a su propia amante a la mansión que sus padres, sus abuelos habían honrado tanto ya que servía como señal del pueblo del oriente; aparte que esta chica haya resultado ser mi propia prima, además de descarados eran sínicos y querían mantenerlo oculto bajo mis narices. —Hay prima, vamos hacer como hermanas; puedes contarme todos tus problemas, tratare de ayudarte— Dijo Sofia corriendo para darme un abrazo. —Seguiremos siendo primas, la única diferencia es que ahora vivirás aquí— Sentencie Ya no soportaba no decirle nada, contenerme estaba siendo muy duro. —Katherine, hablemos en privado— Dijo Kiliam haciendo que la soltara para subir las escaleras. Caminamos por los pasillos hasta que me dijo que entrara a la habitación de la biblioteca, ya que las paredes hacían que el ruido no se escuchara. —¿Por qué la tratas así?, ¿Son familia no? —Cuestionó —Solo por ser familia, no significa que nos llevemos bien— Informé Aunque con ella antiguamente si me llevaba de maravilla. —Ella esta pasando por un duelo, ha perdido a sus padres; compréndela— ¿Comprender? Acaso quería que comprenda que la trajo para tener un amorío en esta casa.  Ni que sus padres hayan fallecido ayer, ya han pasado siete años. Yo tampoco tengo a mi madre y mi padre ya no lo he visto, ni lo quiero ver.     —Intentaré— Sisee —Katy tu sabes que la mejor habitación en la mansión es la tuya, quizás deberías empezar hacer amable con ella desde ahí
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