Capitulo 1

2243 Palabras
- ¡no cierren! - grito eufórica corriendo con tacones tratando de llegar al ascensor, algo que no logro cuando veo como ya empieza a subir el segundo piso ganándose una maldición de mi parte. Resoplo enojada para dejar mi bolsa, y las bolsas donde tengo mis diseños guardados para agarrar mi celular. Busco el numero de mi amiga lo mas rápido posible, y al cabo de dos timbres la escucho tras la otra linea. - ¡¿donde estas?! - aparto el celular de mi oído apenas su melodiosa voz casi me revienta un tímpano - ¡llevas treinta minutos de retraso, los ejecutivos no demoran en llegar mientras tu de seguro botabas baba a la almohada!  Una sonrisa surca mi rostro cuando veo que varias personas se quedan mirándome tras los gritos de mi querida amiga. - ¿puedes calmarte?... en estos momentos estaría contigo si el estúpido ascensor no se hubiese cerrado en mis narices, estate tranquila - escucho su resoplido. - ¿enserio?, estoy emocionada por escuchar la razón de tu retraso, estoy segura que una polla esta tras todo esto. " ¿Cómo supo ?" pregunta Tania, mi loba. - noooo... ¿por quien me tomas? - finjo inocencia antes de ver como las puertas del elevador se abren y así me adentro en este. - Amanda, esta es la quinta ves que te atrasas en el mes, debes empezar a pasar tus citas para otro horario que no sea mañanero - pero si no hay nada mejor que una follada mañanera para despertar con animo. - eso no es justo Sophia, no tienes integridad para decirme eso, cuando eres peor - la acuso. - si, pero yo escojo las tardes o noches para eso, no faltando cinco minutos para entrar al trabajo. - en mi defensa, faltaban tres horas - escucho como se atraganta mientras sonrió con triunfo. - Amanda, donde carajos conseguiste a ese hombre para que dure tanto, eso no existe, y si existe debe ser de nuestro mundo, porque humano no creo - habla sorprendida. - si es humano, solo que tiene un buen físico - veo como el ascensor se detiene en mi piso para así disponer a salir y buscar el sitio de reuniones. - por la diosa, mujer, preséntame a su hermano entonces, me hace falta un buen acoston al estilo poderoso - no puedo evitar reír antes de colgar para entrar a la sala donde veo como Sophia se encuentra sentada en una de las sillas con ya la exposición de sus fotos presentadas. - llegue - hablo antes de empezar a sacar mis diseños e irlos ubicando para la presentación. - tarde pero bueno, aun así necesito la información de tal semental de buena duración, aunque tengo una pregunta ...- me empieza a ayudar - ¿cuan grande es?, y si es grande, ¿te ha podido dejar sin caminar bien? - la volteo a ver. - no voy a responder eso. - oh, vamos no seas... - se calla cuando empiezan a entrar los ejecutivos, para así colocarnos derechas en nuestros puestos. - buenos días señoritas - nos saluda el jefe. - buenos días señor Smith- saludamos Sophia y yo antes de ver como se sientan en su puesto. - de acuerdo señoritas, si todo esta listo, no puedo esperar para escucharlas - ambas sonreímos, pero cuando estamos a punto de hablar la puerta se vuelve a abrir dando paso a Alexander Smith, el hijo de nuestro jefe y futuro dueño, quien tiene 23 años. - disculpen la tardanza - dice al adentrarse mientras arregla su cabello despeinado por lo que estoy segura fue a causa de correr hacia aquí. - no hay problema hijo, de seguro nosotros nos adelantamos, o esta reunion no es lo suficiente importante para tu atención - un silencio se establece en la sala ante las palabras del Jefe Smith. - había mucho trafico - dice Alexander. - ya no importa, prosigan muchachas - y con esas palabras iniciamos una reunion de dos horas donde Sophia y yo mostramos las nuevas ideas que tenemos para nuestro próximo cliente. Resulta que la empresa Smith es una corporación para eventos especiales, donde acoge a varios artistas para así mostrar a sus clientes varias opciones para lo que vayan a pedir, mi campo es el diseño, soy diseñadora de moda, Sophia esta en el campo de la fotografía, por ello nos hemos apoyado en varias situaciones, como en esta, donde el cliente quiere algo único para su boda. - eso fue todo, muchas gracias  - estuvo estupendo, nos encantara iniciar con todo, estoy seguro que el cliente estará satisfecho. Después de una despedida todos empiezan a salir de la sala, dejándonos nuevamente a Sophia y a mi solas. - uff, eso fue un poco incomodo, ese comienzo que tuvimos - habla Sophia mientras yo me mantengo guardando mis cosas - me pregunto porque abra tardado el hijo del jefe. - trafico - hablo yo recordando la escusa que dio. - seguro...- dice mi amiga como si estuviese tratando de juntar las piezas - sabes, las cosas son muy extrañas, las veces que llegas tarde por cosas del destino él también. - coincidencia. - muchas debo decir - me giro a mirarla. - dilo, se que lo tienes en la garganta, suéltalo - ella sonríe. - ¿te estas follando al hijo del jefe? - vuelvo a girar en mi puesto sin responder - vamos Amanda, quiero saber si ese hombre es la causa de tus tardanzas, tal ves me presente un hermano desconocido. - no se de que hablas, de seguro son ideas tuyas. - claro, ideas mías, eso mismo me dijo Melody cuando caminaba como pingüino - suelto una pequeña risa - solo diré que me alegra que por fin te metas con alguien por mas que una semana, eso es bueno, así podrás olvidar a... - no me estoy tirando a nadie por mas de una semana, así que deja tus especulaciones, ¿quieres?- espeto empezando a sentir como los recuerdos quieren volver. Escucho como suspira antes de que termine de arreglar mis cosas para querer salir de la sala, pero las palabras de Sophia hacen que detenga mis pasos. - Melody estuvo llamando, también Zaray, les gustaría que fuéramos a visitarlas - trago saliva cuando los nervios empiezan a aparecer - dicen que nos extrañan mucho, en especial a ti. - tengo mucho trabajo, tal ves... - saldremos a vacaciones mañana, puedes usar ese tiempo para ir- giro a mirarla. - ¿y porque no vas tu? - yo voy en cada momento, casi todos los meses me quedo un fin de semana, pero tu... no has ido hace ya diez años, ¿no te parece que ya es tiempo?... se que nos fuimos cuando los gemelos tenían diez, pero cuando salí de la manada pensé que seguiríamos visitándolos. - Sophia... yo... - se que lo que paso te dolió, y mas cuando era lo único que te quedaba, pero son nuestra familia, nuestro hogar - suspiro empezando a sentir las lagrimas en mis ojos - mira, no quiero forzarte, pero quizás puedas llamar, el cumpleaños de Lia es en dos días, seria un buen momento. - de acuerdo, yo... lo pensare - ella asiente, y así decido abandonar la sala con un nudo en mi garganta. A paso decidido llego a mi oficina para dejar mis cosas sobre mi escritorio y soltar todo el aire que tengo retenido antes de sacar las dos fotografías que tenía en mi cajón. Toco el marco antes de pasar mis dedos por el rostro de las personas en la foto, intentando con todo mi ser no dejar salir las lagrimas que he venido ocultando por tanto tiempo. - hola papá, hola mamá... cuanto tiempo. " los extraño" dice Tania. " yo también " respondo antes de dejar un beso en la fotografía. Con el corazón en la mano, y sabiendo que volver a ver esto va a causar un dolor peor, voy quitando lentamente el papel que mantenía cubierta la segunda fotografía, para ahora quedar fascinada con la sonrisa del que era portante de mis alegrías. - hola mi amor, ya pasaron veinte años, ¿sigues igual?... ¿estas feliz por mi?...¿ no te he decepcionado? - sale la primera lagrima. Hace diez años, con la muerte de mis padres, decidí que prefería iniciar una nueva vida, dejar atrás los recuerdos, fue suficiente con lo que tuve que pasar con Camilo, no quería tener que ver en cada cosa a los rostro de mis padres. Inicie algo nuevo con Sophia, quise progresar, pero siempre tuve miedo de comunicarme con mi pasado, con mi manada, mis amigas, aun recuerdo sus rostros cuando nos estaban dejando en el avión, el de Lia, también mis gemelos, y como olvidar el de Oliver, el menor de los Winston West, con ellos era con quienes tenia mas contacto, después de todo Connor y Zaray no tenían hijos, y Clary, su hijo era algo tímido para relacionarse. Respiro lentamente antes de sobresaltarme por un golpe en la puerta de mi oficina, que me hace guardar todo he intentar disimular mi rostro. - pase. Veo como Alexander se va adentrando con una sonrisa. - Señorita Prescott, muy buenos sus diseños - dice antes de cerrar la puerta detrás de él. - es usted muy amble señor Smith. - venia para ver que tal le iba, si tal ves quiera un café - se acerca hasta a mi, quedando mas alto que yo, debido a que me encuentro en mi silla. - no estaría nada mal - eso esta perfecto - posa sus manos, una a cada costado mis sobre mi escritorio, dejándome acorralada - lucia muy bien hoy señorita Prescott, casi no se notaba el chupón que trae en su cuello - susurra sacándome un leve escalofrió antes de sentir sus labios sobre mi piel, haciendo que mis manos estén sobre su camisa para así sostenerme. - Alex... yo... - silencio señorita, esta oficina no permite que nos vean pero si nos pueden escuchar - dice antes de agacharse para quedar a mi altura y ahora dejar un beso húmedo en mi clavícula. - trafico, ¿ehh? - hablo apenas me deja ver su rostro. - fue lo mejor que se me ocurrió- rio - luces hermosa Amanda. - es usted muy amable señor Scoth - deja un beso en mis labios. - yo... ehh... estaba pensando que tal ves podríamos salir en estas vacaciones juntos, podría llevarte a la playa - veo como la emoción se refleja en sus ojos. - yo... "Melody estuvo llamando, también Zaray, les gustaría que fuéramos a visitarlas" las palabras de Sophia llegan a mi mente. - iré a mi antiguo hogar  - respondo sin previo aviso, como si las palabras salieran solas de mi, llenando de sorpresa el rostro de Alexander. - oh, hace mucho que no vas, eso seria bueno - la desilusión hace participe en su rostro. - supongo que nos veremos dentro de un mes. " adiós buen sexo" dice mi loba. - por supuesto, pero espero que estés dispuesta darme todas esas folladas que no podremos aprovechar en estos días - sonrió cuando lleva sus labios a los míos en un beso ligero. - comprare mucho encaje - susurro logrando que su mirada se vuelve mas penetrante de deseo. - diablos Amanda, planeas volverme loco - deja otro beso en mis labios antes de que escuchemos como gritan su nombre, haciendo que se separe de mi - debo irme - asiento antes de ver como sala de mi oficina. Con algo de temblor giro hacia mi celular para tomarlo y buscar el numero de Melody dentro de estos, para así marcarle con el temblor presente en mi cuerpo. " vamos, no somos débiles" me anima Tania. - hola - es lo primero que digo apenas contestan en la linea. - ¡Amanda Prescott, mujer inmunda desconsiderada! - escucho la voz de mi querida amiga - ¿sabes cuanto ha pasado desde la ultima ves que hablamos? - no tanto. - ¡diez años! - se ve que esta enojada. - pero ya te he llamado, ya no será mas tiempo. - espero que esto tenga que ver con el cumpleaños de Lia, y que me digas que vendrás a visitarnos. - le has dado - es lo único que respondo antes de escuchar su grito de emoción. - ¡lo sabia!, ¡lo sabia!, si sabia que vendrías en un cumpleaños de Lia, pero no cual de todos - dice feliz mientras yo me recuerdo que mi querida amiga tiene visiones.  - pues alista todo, porque Sophia y yo llegamos mañana. - ya todo esta mas que listo, tenemos mucho de que hablar. - ¿como de...? - es secreto, pero dentro de poco lo entenderás, le avisare a los chicos, ellos también te extrañaron... y Amanda. - ¿si? - estoy muy feliz de volver a oírte, y espero que estés preparada para lo que se aproxima- escucho como mil sentimientos abundan su voz. - ehh, ¿que? - pregunto confundida. - nos vemos mañana- dice antes de colgar dejándome con cierta incertidumbre en mi pecho, como si esas palabras encendieran algo que en mi interior. Espero que este regreso a la manada salga bien, no quiero sufrir mas dolor como los últimos días que pase en aquel lugar.
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