Kleo había pensado que sería difícil volver al trabajo, sin embargo, no sabía cómo había sucedido peor todos los rumores se habían esfumados y nadie la hacía sentir incómoda, lo cual le resultaba completamente extraño.
Al llegar a la empresa continuo con la rutina habitual.
Las pantallas se encendían, los teclados marcaban el ritmo de la jornada, y las voces se mantenían en tonos comedidos. Y ella no hacía absolutamente nada.
Mientras estaba ahí, se había concentrado en buscar un empleo. No pretendía pasar mucho tiempo en ese lugar y realmente se sentía genial no esforzarse.
Anteriormente debido a su relación con los Kim, había puesto todo el empeño a que los demás no creyeran que había conseguido el empleo por qué fue la prometida de James y más adelante su esposa. Lo cual no serví
