Desde hace varias horas atrás, Odette había llegado a su casa, pero como siempre hacia se quedaba encerrada en su habitación, sin embargo, cuando la joven comenzó a sentir hambre en vez de pedir que le trajesen la comida, decidió salir pensando que no podía ser tan vaga, razón por la cual fue a su closet buscando algo para cubrir su clásica desnudez, se puso un camisón n***o y un pantalón de algodón, luego cuando salió de su recamara, se iba recogiendo su cabello sin nada de esmero. Al llegar a la cocina lo primero que hizo fue abrir el refrigerador para ver que podía hacerse, ignorando por completo al par de cocineras que estaban presentes, una de ellas carraspeo su garganta. - Señorita, estamos haciendo wafles para sus hermanos... y una ensalada de frutas para sus padres - Dijo la muje

