Kendra te amo
Kendra te amo
Rowan, se encuentra enfrente de la casa de Kendra, observa alrededor y al notar que nadie lo ve, cruza la calle, estaciona su auto, apaga las luces, sale de él, sin dudarlo, salta la reja, trepa al árbol y en dos segundas se encuentra frente al balcón y de un impulso cae sobre él.
Con dos movimientos firmes, abre la ventana, corre la cortina y al ingresar en la habitación se encuentra a Kendra durmiendo plácidamente, sonríe feliz, estar junto a ella lo emociona, lo relaja y lo excita.
Se acerca y suavemente le acaricia su mejilla, ella como si ya lo sintiera respira exaltada, su pecho lo siente y un suave gemido sale de su boca, Rowan no lo duda y la besa, un beso desesperado, muy apasionado, que se convierte en un beso salvaje, lujurioso que lo desarma y lo excita a tal punto que su entrepierna late con fuerza, reclamando atención.
Rowan se incorpora y comienza a desvestirse. En cada acción, su m*****o va tomando firmeza, dureza y su respiración se entrecorta y su corazón se acelera.
La observa y ya no puede contener las ganas de estar dentro de Kendra y sentirla, tenerla en sus brazos.
Suavemente, se introduce dentro de la cama y entre besos y caricias lentamente quita su ropa, ya nada le impide que la pueda tener bajo su cuerpo.
Comienza a besarla y acariciar cada parte de su cuerpo, le queman las manos al tacto de su piel, la toca como si quisiera grabar su cuerpo en su mente, le acaricia la mejilla mientras otra de sus manos la braza por la cintura y la acomoda, la pegada a su cuerpo, Kendra pone sus manos en ese pecho que la enloquece, que ama acariciar, besar, lamer y morder durante el clímax.
Él baja su mano hasta su centro y comienza a estimularla, ella se retuerce del placer que siente, él deja un camino de besos por su cuello, sus pechos y en su vientre.
Ella gime del placer, Rowan sonríe con picardía, sabe que ella se entrega a él con amor, con placer y eso le encanta, lo disfruta tanto.
Suavemente, abre sus piernas y comienza a disfrutar de su sabor hasta que siente las manos de ella en sus cabellos, levanta la vista y ahí se encuentra con esa belleza, con esa sonrisa encantadora y esa mirada tan tierna que lo desarma.
Él sigue con las embestidas de su lengua, entrando y saliendo de ella, intercalando con los besos en su centro, ella suavemente se mueve para sentirlo.
— Así quiero que te corras, mirándome a los ojos, princesa — Kendra sonríe y se aferra a su cabello, sin lastimarlo y mueve sus caderas para sentirlo más profundo, hasta que un orgasmo la desarma, tiembla y convulsiona en sus manos.
—Si seguí nos pares mi amor, quiero más, te quiero dentro mío — esas palabras fueron la chispa suficiente para que Rowan se encendiera, mirándola lleva sus dedos a su boca para saborearlos y disfrutar de esa dulce esencia, su sabor.
Ella se muerde el labio inferior y lo provoca, Rowan sonríe y sin dudar se introduce lentamente en ella haciéndola estremecer del placer, sus movimientos son lentos hasta sentirla acomodarse a su m*****o y luego las embestidas son más rápidas, más salvajes y profundas.
—Acá estoy princesa, ¿te gusta? — le susurra en el oído, su voz ronca, sexy le provoca un corriente en su cuerpo.
— Así más fuerte te quiero dentro de mí, así más y más amor no te detengas — Rowan la siente temblar, convulsionar nuevamente del placer que le hace sentir, ella se corre nuevamente para él.
—Kendra amo tenerte entre mis brazos y sentirte como te corres para mí cuando estoy dentro tuyo, me vuelves loco mi amor — Rowan ya no aguanta, no se pueden contener más y se corre dentro de ella, mientras se besan apasionadamente y él deja su semilla en su interior, se quedan un abrazados, juntos, Rowan no quiere salir de ella, se siente tan feliz dentro de ella, ambos se quedan escuchando el latido salvaje de sus corazones, mientras recuperan el aliento.
—Ven, vamos a la ducha — Rowan la toma en brazos y se van a dar un baño, el abre el grifo y cuando nota que el agua está ideal para ella, la baja y se introducen bajo la ducha.
El calor del agua golpea sus cuerpos, Rowan con mucha delicadeza la enjabona y va acariciando su cuerpo, ella se gira y comienza a besarlo, esos besos bajan a su cuello, a su pecho, su vientre y con las manos comienza a masajear su m*****o, el cual no duda en reaccionar al instante, ella lo toma entre sus manos y se agacha para introducirlo en sus labios, lamiendo suavemente desde la punta hasta introducirlo todo en su boca, Rowan tiembla con cada envestida de ella y cuando Kendra nota su excitación, se mueve más salvajemente y le provoca el mejor orgasmo de su vida, Rowan termina en su boca, mirándola fijamente y en sus miradas solo había lujuria, deseo y pasión.
Kendra se incorpora sonriendo y saboreando su esencia y él la besa apasionadamente, luego la alza en brazos, ella sube sus piernas alrededor de su cadera para no caerse, pegada a la pared él introduce su m*****o sin dudar y comienza a embestirla con rudeza hasta volver a sentirla estremecer en sus brazos —Así muñeca mírame que me encanta verte como te corres para mí — luego Rowan se tensa y comienza a correrse dentro de Kendra.
Terminan y Rowan la ayuda a bañarse, luego dulcemente la seca y la recuesta en la cama, se queda pegado a su cuerpo hasta que la observa dormir plácidamente, se duermen, pero antes del amanecer Rowan se viste sin ganas y debe dejar la habitación, molesto se retira, ya no quiere separarse de ella, la necesita junto a él, se retira por donde ingreso, se sube a su auto y se va como si tuviera una emergencia, por la carretera como un demonio.
A las siete de la mañana suena su alarma, Kendra la apaga, quiere seguir durmiendo, el cansancio de la noche lo siente en su cuerpo al despertar.
—Kendra, cariño, vamos levántate que llegas tarde a la universidad, ya te preparé el desayuno —su madre, con su dulzura, la llama ignorando la noche que pasó Kendra en Brazos de Rowan.
Ella se incorpora sin ganas, se da una ducha rápida para poder despertar y mientras está bajo el agua, sus recuerdos llegan a su mente y es tanta la excitación que siente al recordarlo, que se debe tocar para apagar el fuego de su interior que Rowan enciende.