La Novia de Cuatro Demonios

7 años atrás. —¡Mamá despierta! Pero la mujer no se movía. La niña lloraba desconsoladamente al sentir su brazo roto, su hermanita sangraba mucho y del auto salía humo. ¿Que podía hacer? Solo tenía 10 años pero aún así sabía que esto no era bueno. Ojalá no hubiera distraído a su mamá mientras manejaba al enseñarle la foto de su padre, aquello que su madre había guardado recelosamente y ella lo encontró. No había sido un buen momento para preguntarle a su madre por la desaparición de su padre. Era su culpa todo esto, lo sabía, ella lo sabía. Apenas pudo salir del auto y trató de sacar a su hermanita que sangraba de allí pero no podía, no tenía la fuerza necesaria. Entonces, cuando estuvo por rendirse, vio un auto acercarse, uno rojo. Venía a toda velocidad pero disminuyó cuando vio el accidente, entonces sintió esperanza. El auto se estacionó y de él bajaron cuatro chicos de tal vez unos 17 años, vestían ropas costosa y su caminar era muy elegante, se parecía a los príncipes que tanto se imaginaba muchas veces cuando jugaba con sus muñecas. Uno era rubio casi blanco y de cabello largo atado en una cola de caballos, otro era pelirrojo con cabello ondulado hasta el hombro, el siguiente era cabello color n***o largo hasta más abajo del hombro y el ultimo era más rubio y de cabello hasta un poco más abajo de las orejas. Eran muy guapos pero en ese momento no pudo pensar más que en ayuda. — ¡Ayuda! —Chilló angustiada. —¡Mamá no despierta!  —Tranquila, todo estará bien. —Dijo uno de ellos. El chico de cabello blanco se acercó y la alejó del auto, el chico pelirrojo tomó a su hermanita que estaba inconsciente y la alejo también pero ninguno llegó a tiempo para rescatar a su madre antes que el auto explote, apenas se alejaron lo suficiente para protegerse de la explosión, incluso el chico tuvo que cubrirla con su cuerpo. Ella no era tonta a pesar de sus 10 años, sabía lo que significaba eso. —¡MAMÁ!—Gritó con todo su ser he intentó correr al auto que ardía pero el chico no la dejo—.¡MAMÁ!  —No, ven.— Dijo el chico abrazándola pero ella no quería un abrazo, ella quería a su mamá. —¡QUIERO A MI MAMÁ! —Gritó entre lágrimas.  —Lo sé, princesa, pero no podemos hacer nada...—El chico suspiró frustrado, no sabía que hacer. — Asher.—El chico pelirrojo y señaló a su hermanita y negó con la cabeza.— Tampoco pudo salvarse. Entonces ella no aguanto más y se desmoronó cayendo de rodillas sabiendo que jamás las recuperaría. Sus lágrimas se derramaban sin cesar y su llanto era tan lastimero que los cuatro chicos sentían sus corazones partirse en miles de pedazos.  Estaba sola en el mundo, no tenía a nadie, su papá, su mamá y su hermanita ya no estaban. —¡Mierda!— Exclamó el pelinegro—.Si hubiéramos llegado antes... — No lo sentimos, no pudimos sentarlo hasta hace unos kilómetros. —Dijo el chico de cabello blanco. —¿Que hacemos, Asher? —Dijo el rubio—.No podemos dejarla así, no a ella. No se supone que esto sería así. El chico de cabello blanco seguia abrazándola, ese abrazo era reconfortante de alguna forma. Luego él la levanto y la alejó de la horrible escena, el resto de los chicos se aseguraron de taparle la vista para que ella no siga viendo, llegaron a un lugar donde el pastizal tapaba la visión y él la bajo. — Propongo que hagamos un contrato de por vida. —Dijo el chico muy serio. —¡¿Que?!—Exclamó el pelirrojo escandilazado.—¡¿Estás loco?! ¡Es una niña! — ¡No es solamente una niña! —Exclamó el rubio.— Es nuestra, y lo sabes. No podemos dejar que sufra esto. Podemos evitar este accidente a cambio de algo. —¿A cambio de que sea nuestra esposa? ¿Están locos?— Dijo el pelirrojo iracundo.— No podemos obligarla, una unión forzada nos terminará matando. — Por desgracia es nuestra única opción, pedirle que pase el resto de su vida con nosotros es tan importante como para revertir esto. Es compatible.— Dijo el chico de cabello n***o y se acercó a ella.— Hermosa ¿Cuál es tu nombre?  —Ph.. Phoenix Frayne.— Dijo tartamudeando.  —Bonito nombre. —Le sonrió con amabilidad y le acarició la mejilla con ternura.- Mira Phoenix, hay una forma de salvar a tu mami y a tu hermanita, pero una vez que lo aceptes debes cumplir. Es un trato, nosotros evitamos esto y tú a cambio serás nuestra....mmmm ¿reina? Si, eso, nuestra reina y nosotros tus reyes. —¿Como que mis reyes?— Preguntó confundida. — ¿Sabes que son los esposos y las esposas? —Preguntó el rubio. —Si, mi mami era la esposa de mi papi. Y mi papi era el esposo de mi mami, ellos se amaban mucho. —Bueno, cariño, así seremos los cinco. Seremos como tu mami y tú papi fueron, seremos esposos. Phoenix realmente no entendía la gravedad del asunto, no le importaba mucho el hecho de ser la esposa de alguien pero debía salvar a su mamá y a su hermana si podía hacerlo aún. — Acepto.— Dijo sorprendiendo a los cuatro chicos. — ¿Segura? —Preguntó el pelinegro.— No podrás volver atrás luego de este trato. — No importa, si pueden salvar a mi mami y a Tammy aceptaré este trato. — Eres una niña muy valiente y audaz.— Dijo el pelirrojo.— Bien, para sellar trato necesitaremos una gota de tu sangre ¿Está bien?  —Si. El chico de cabello blanco sacó un anillo de piedra blanca que había usado en su mano izquierda y a continuación una garra filosa creció de su mano derecha y luego se cortó la piel del cuello para que, con su garra negra, una gota de sangre cayera en la piedra del anillo. Todos los otros chicos hicieron lo mismo y luego uno de ellos, el de cabello n***o, le cortó levemente su cuello para depositar la sangre de ella en la piedra.  —Dentro de 7 años deberás cumplir con el trato, Phoenix Frayne a cambio de que tu familia viva ¿De acuerdo?— Dijo el chico de cabello blanco. —Si. Ya no había vuelta atrás lo sabía. Entonces en ese momento el anillo se tiñó de rojo, como un rubí, y brilló tan fuerte que la cegó por un instante obligandola a cerrar los ojos. Y cuando los abrió... Se dio cuenta que estaba en su cama, en la casa de su abuela, con su hermana durmiendo a su lado y s madre al otro lado. La emoción la inundó de saber que su familia estaba bien y que todo fue una terrible pesadilla. Se acercó a abrazar a su mamá pero sintió algo en su cuello y al mirar se encontró con algo que la espantó... Una cadena de plata...con el anillo de su pesadilla