Viaje: Un camino largo

Pensé qué hoy sería el día perfecto, un día de playa con mi padre, el clima estaba magnífico y teníamos todo el tiempo del mundo para nosotros dos, aún recuerdo su mirada de alegría mientras conducía, esos momentos son los qué me hacen sentir tan feliz y querida. Ya llevábamos muchas horas en el auto, la playa estaba muy lejos de casa, pero papá me lo había prometido. El tiempo pasaba y decidí arrecostar mi cabeza sobre la ventana del coche, miré fijamente al cielo y por un momento quede congelada en mis pensamientos. - Qué es lo qué tanto píensas ?. - Solo pensaba en qué bello es mirar al cielo, puedes ver ese cielo tan azul como el océano y el sol es tan hermoso y a la vez tan lastimante. - Tus pensamientos són acentados y poéticos, lo leíste en alguna revista ?. - Solo lo dije sin pensar. - te noto un poco rara. - Me hubiera gustado qué mamá estuviera aquí. - ya hablamos sobre esto, ella está un poco ocupada y no pudo venir. - Si con "Ocupada", te refieres a qué no le importamos. - No digas eso. Hubo un poco de silencio en el auto, mucho después ya podía ver la playa, habían muchas personas. - No Creo qué logremos entrar ahí papá. - Por qué cielo ?. - hay demasiadas personas. - Eso no es un problema. Rápidamente buscamos un estacionamiento, luego de allí salimos a la playa. Es tan hermoso sentir la brisa y el sol qué te quema tan lentamente. Velozmente me coloque mi vestido de baño y salte a el gran océano. Nadaba de un lado a otro, creo qué en mi vida anterior había sido un lindo pez dorado, sin pensarlo abri mis párpados debajo del agua y lo lamente inmediatamente, sentí un leve ardor en mis ojos y rápidamente se desvanecio, estaba tan contenta en ese momento qué nada me arrebataria la felicidad.