—¡Hola!, ¿estas bien? — Me pregunto el de los ojos miel. —¿te sientes mejor?
Asentí con la cabeza, aún seguía en la tina, el agua no se sentía tan helada ya que no estaba temblando de frío, miré mi cuerpo solo tenía una camisa y un bóxer. No recuerdo en qué momento me coloque ropa interior de hombre.
—Perdona, no tenías nada por bajo. —Hablo él de los ojos miel un poco sonrojado, me sentía igual que él, puesto que mis mejillas cambiaron de color ya que me ardía. Mi ropa estaba mojada y lo único que me había puesto era ese pans, me sentía apenada. — La fiebre ya te bajó —mencionó tocándome la frente. — traeré una toalla para que puedas salir. —salió del baño y sin más me puse a llorar, estaba sintiendo una tormenta de emociones.
El joven no tardo mucho, entro con una toalla y con ropa
