Su Promesa

"¡Déjame ir!", gritó el humano en mi cara. "No puedo aún", intenté decirle con calma. Estaba enloqueciendo y de manera razonable en este punto. "Necesito saber cómo llegaste aquí". "¡Ese psicópata me secuestró!", lloró. La frustración era evidente en su rostro. No podía culparlo ¿Cómo terminó un humano merodeando por nuestra casa de la manada unas semanas después de que Maddox y yo nos convirtiéramos en Alfa y Luna? Maddox dio un paso adelante con un gruñido amenazante e intenté hacerle señas para que retrocediera. No necesitaba que se descontrolara. "¿Puedes darme un nombre? ¿O tal vez una descripción? No deberías estar exactamente aquí". Necesitábamos saber cómo llegó aquí y por qué estaba aquí. "¡Porque todos creen que son hombres lobo!", gritó histéricamente. ¿Qué acaba de decir? - MISSY Azalea me abrazó fuertemente. "Oh, cariño, te extrañaremos mucho. Odio no verte todos los días", sollozó. El día había llegado. Era hora de que Maddox y yo nos mudáramos a Serenity Waters, la manada vecina de mi hogar, y comenzáramos a entrenar para convertirnos en Alfa y Luna. Siendo la hija adoptiva del Alfa de mi manada, nunca aspiré a liderar una manada yo misma. Ni siquiera sabía realmente qué quería hacer con mi vida cuando nos graduamos hace tres meses y Langston y Emma se nos acercaron al respecto. "Estoy solo en la manada de al lado. Visitaremos y ustedes pueden venir a vernos", dije, golpeando la espalda de la mujer que me crió mientras la abrazaba con fuerza. No dejé ver cuánto nerviosismo me producía todo esto ahora que llegó el momento. Se sentía raro dejar atrás mi hogar, incluso si no había vivido en la casa de la manada con Azalea y Liam durante un tiempo. Maddox y yo hemos vivido en la casa que me dejaron mis padres biológicos desde poco después de descubrir que éramos compañeros. Pero, estaba lista para nuestra nueva aventura, pero aún tenía una pequeña aprehensión en el estómago. "Vamos, Pequeña Luna. Deja ir a nuestra niña. Maddox cuidará bien de ella", dijo Liam. Lea sonrió mientras me dejaba ir, secándose una lágrima de su ojo. Azalea siempre había sido un poco llorona, pero sabía que era por la alegría que sentía al ver crecer a mis hermanos y a mí. Después en el tren de despedida estuvieron mis hermanos. Pasamos toda la mañana diciendo adiós a todos para poder dejar a mi familia para el final. Junior y Leo se abalanzaron sobre mí con fuerza, casi haciéndome caer. Estos dos chicos Alpha criados iban a ser muy extrañados. “Los voy a extrañar chicos”, les dije, abrazándolos lo más cerca posible. “Mejor cuídenla bien a Azly, ¿me oyeron? Protéjanla muy bien”. Nuestra hermanita estaba durmiendo bajo la mirada atenta de Félix; un bebé gruñón no valía la pena un abrazo y un beso más. “¿Podemos quedarnos en tu nueva casa de manada?”, preguntó Junior. “Ustedes pueden venir a visitarnos después de la ceremonia Alpha”, dijo Maddox, uniéndose a nosotros. Debe haber terminado de cargar nuestras cosas al automóvil. Dejaríamos muchas cosas atrás en la casa. Emmett y Ally iban a quedarse allí por ahora. Maddox despeinó cariñosamente el cabello del mini Alpha, y Junior le dio un manotazo apartándolo. “¿Y qué pasa con la señorita Sol? ¿Podemos visitarla también?”, preguntó Leo. “La señorita Sol se fue a la universidad esta mañana. No la veremos por un tiempo”, le dije. Realmente tenía un enorme enamoramiento por ella. Leo y Junior me soltaron y pasaron a Maddox. Por último, pero no menos importante, estaba Liam. Abrió sus brazos con una suave sonrisa, y lo dejé darme uno de sus enormes abrazos de padre. “Vas a dejarlos boquiabiertos”, me dijo en silencio. “Tú y Maddox lo harán maravillosamente.” Me di cuenta de que después de hoy ya no podría seguir enlazando a mis padres. Estaríamos en manadas diferentes para la mañana cuando Maddox y yo hiciéramos oficialmente el cambio. Simplemente, lo abracé con más fuerza. “Gracias, papá”, le dije. Liam era mi padre en todos los sentidos que importaban. Cuidó de mí cuando era niño antes de que ambos padres se fueran, luego él y Azalea me adoptaron cuando apenas eran una pareja. Nunca parpadearon al aceptarme y nunca se dieron por vencidos cuando los alejé. Incluso cuando me resentí por ser el hijo adoptado Alfa, ellos estuvieron ahí. Cuando pensé que iba a perder a Maddox ante los vampiros, Liam aguantó cada palabra odiosa que salió de mi boca y aun así logró hacer lo que era mejor para nuestra familia y manada. Era uno de los mejores hombres que conocía y me sentía bendecido por tenerlo como padre. Liam me dejó ir y miró a Maddox. "Ustedes deberían irse", sonrió. Junior y Leo corrieron de vuelta hacia Lea, y yo me acerqué al lado de Maddox, tomando su mano extendida en la mía. "Conduzcan con precaución. Llamen si necesitan algo." "Lo haremos. Gracias, Alfa y Luna. Por todo", dijo Maddox. "Maddox, de nuevo, llámanos Azalea y Liam. ¡O Mamá y Papá!", protestó Lea. Reí; Maddox no podía evitar ser respetuoso y Lea estaba desesperada porque él la viera como familia primero. "Nosotros nos pondremos en contacto pronto. Los amo", saludé con la mano, llevando a Maddox conmigo hacia el automóvil. Nos subimos al auto, y todos nos saludaron con la mano mientras Maddox bajaba por el camino de entrada. "¿Listos?", preguntó él. "Tan listo como pueda estar", respondí. - Llegamos a la casa de la manada Serenity Waters, nuestro nuevo hogar. Había estado aquí muchas veces de niño, pero nunca esperé vivir aquí. Esto sería nuestro hasta que nuestros cachorros fueran lo suficientemente mayores como para tomar el puesto de Alfa y Luna. "Oh, Diosa, cachorros", dijo Holland en mi cabeza. Mi loba se volvía cada vez más amorosa con Maddox y Tom a medida que pasaba el tiempo. "No. Bájate. Debo aprender a ser Luna antes de pensar en criar a alguien más", le negué. "¡Pero serán tan lindos!", exclamó ella. Una extraña sensación se apoderó de mis hombros. Algún día, Maddox y yo tendríamos un cachorro, y él se convertiría en el Alfa. Literalmente estábamos en el precipicio de una línea de Alfa. Tragué saliva. Hablando de presión. Emma salió por la puerta, saludándonos con la mano. Podía ver a Langston en su silla de ruedas justo dentro de la puerta. "¿Listo, cariño?", preguntó Maddox, soltando el pestillo de su puerta. Le sonreí y asentí. Salimos y Emma nos recibió emocionada. Ella y Langston habían esperado a que Maddox y yo hiciéramos un viaje antes de aceptar comenzar la transición a Alfa y Luna. Lea y Liam nos regalaron unas vacaciones de dos semanas juntos por nuestra graduación. Maddox y yo viajamos a una ciudad humana no muy lejos de las montañas donde él creció. Pudimos visitar algunos museos increíbles y otras cosas. Tomamos algunos días para hacer senderismo en las montañas y buscar su antiguo hogar. Nunca encontramos exactamente dónde estaba su manada. A él le pareció un poco molesto, pero prometí que volveríamos otra vez. "¡Estoy tan contenta de que estén aquí!", exclamó emocionada Emma mientras nos abrazaba al mismo tiempo. "Estamos muy emocionados de que se instalen aquí". Nos sonrió cálidamente mientras nos soltaba y nos apuraba a entrar. Emma era como una dulce abuela, un poco más cálida que la mía adoptiva. Aunque Lyssa había sido amable conmigo, no era la mujer más acogedora. Era obvio que había sido una Luna fuerte, pero era muy diferente a Emma. "No los molesten demasiado todavía, Emma," sonrió Langston mientras entrábamos. "Déjenles un poco de tiempo para adaptarse". "Los acompañaré a su habitación. Bueno, hasta que nos vayamos y ustedes tomen la suite de Alfa," sonrió Emma. "Gracias, Luna," dijo Maddox. "No más formalidades. Pronto tendrán esos nombres," nos dijo Emma. "Buena suerte. Ella es implacable," se rió Langston. Dio vuelta su silla y comenzó a alejarse rodando. "Nos pondremos al día en la cena". Emma nos llevó arriba por un pasillo. Reconocí la dirección a la que nos dirigíamos, ya había estado aquí antes. "Obviamente, ese era el vestíbulo de entrada. Estas escaleras llevan a las habitaciones de invitados y a las habitaciones de Beta. Aunque Langston Beta se mudó. La otra ala de la casa de la manada tiene las habitaciones de Alfa y las oficinas," explicó Emma. "Este lugar es más grande de lo que pensaba", dijo Maddox. "Creo que puede ser ligeramente más grande que la casa de la manada Blood Eclipse, pero tiene un diseño de planta muy diferente. También no alojamos guerreros sin aparejar en la casa de la manada. Hay una casa de albergue separada para ellos", explicó Emma. Se detuvo al final del pasillo. "Esta es la suite de huéspedes más bonita que tenemos. Ustedes pueden quedarse aquí hasta que sea hora de instalarlos en los cuartos del alfa. Missy y yo estaremos discutiendo cualquier cambio que les gustaría hacer en esa área más tarde para que se ajusten mejor a ustedes". Ella abrió la puerta y se apartó para que pudiéramos entrar. No podía recordar haber estado dentro de algo tan bonito. Cuando entramos, había una sala de estar con puertas a la izquierda y a la derecha, así como un pasillo más allá. "El cuarto principal está a la izquierda, y hay una habitación adicional allí atrás. A la derecha hay una oficina para que Maddox la use hasta que sea hora de que él asuma el control. Langston ya ha empezado a ordenar sus cosas con la ayuda de Ronin", dijo Emma. "Realmente no necesitamos todo este espacio", le dije. "Tonterías. ¡Este también es tu hogar ahora! Si piensas que esto es mucho, espera a que veas los cuartos del alfa", sonrió Emma. "Los dejaré terminar de recoger sus cosas y instalarse. Podemos hacer un recorrido completo dentro de un rato, por si acaso no recuerdas dónde está todo". Emma nos dejó solos, y Maddox miró a su alrededor. "Esto parece excesivo", suspiré. Maddox encogió los hombros. "Los alfas y las lunas son personas importantes. Tiene sentido tener casas grandes y bonitas, especialmente cuando una casa de la manada refleja la salud de la manada ante los visitantes", argumentó. Se dirigió hacia nuestro nuevo dormitorio, y yo lo seguí. Dentro de la habitación había una cama king-size con un banco al final. Un tocador estaba frente a la cama; había dos puertas, probablemente un armario y un baño. "Creo que ya extraño nuestra pequeña cama", le dije. Maddox se acercó y me agarró por la cintura. "No te preocupes. Seguiré durmiendo cerca de ti", sonrió. "Mejor que así sea". - Después de varios viajes al automóvil para traer todas nuestras cosas, Maddox y yo guardamos todo en el armario y en el dormitorio. No me molesté en colgar ninguna de nuestras fotos por ahora; simplemente podíamos esperar hasta que nos mudáramos a los cuartos Alpha. Emma nos mostró todo el edificio de la manada y los terrenos. Recordaba gran parte de ello de visitas anteriores, pero también nos mostró lugares a los que nunca había ido. Maddox se estaba divirtiendo mucho. Por la noche, cenamos con Langston y su Beta, Joshua. Era un hombre amable, pero podía decir que estaba listo para jubilarse. Prometió que su sobrino estaría cerca al día siguiente para que nos conociéramos. Maddox me había contado lo poco que sabía sobre Ronin, y ya lo habíamos conocido una vez antes. Maddox estaba pensando en hacerlo su Beta, ya que creció en Serenity Waters. Me pareció una gran idea, pero sugerí que conociera un poco a Ronin antes de tomar una decisión, por si acaso no se llevaban bien. Me llevó un tiempo sentirme cómoda esa noche, pero eventualmente pude quedarme dormida acurrucada en la espalda de Maddox. Se despertó temprano, con la intención de salir a correr, e intentó persuadirme para que fuera con él. "Pero el sol aún no ha salido", me quejé. "Sí, y vivimos bajo la luna", dijo, mordiéndome la nariz. "Me fui a dormir después de la luna", dije, apartándolo de mí. "Déjame dormir un poco más". Intenté darme la vuelta y cubrirme la cabeza con la manta. Maddox me detuvo. "Vamos, señorita. Cambia de forma conmigo. Comencemos nuestro primer día aquí con las patas en la tierra", suplicó. "Ughhhh", gruñí. Abrí los ojos por completo y miré su carita de pucheros. "Está bien. Pero solo porque eres realmente lindo desnudo". Movió las cejas antes de besarme dulcemente. "¡Vamos!"