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1245 Palabras
Luces de Esperanza Anthea suspiró cerrando los ojos. Estaba en una habitación individual de paredes blancas con un escritorio y silla, una cama y una mesa de noche. Una puerta que llevaba a un baño pequeño y una ventana era lo único que hacía irregular las superficies. Siempre se había preguntado porque todo lo que se relacionaba a los metahumanos era blanco, gris o n***o. De acuerdo con la psicología del color, el blanco excesivo no ayudaba a que un guía lograra estados de conciencia eficientes, tampoco el gris o el n***o. John entró a la habitación y se sentó junto a ella. - ¿Aún no estás lista? - le preguntó mirando el uniforme de guía en un valet cercano - ¿Discutiste con Seth de nuevo? - No. - le dijo - Tenía que trabajar y no quise molestarlo. Le avisé que iba a venir aquí. - Me dijo que te escapaste hace dos días. - No me escapé. Necesitaba hablar con Jasper. - se defendió - Recordé mi primera guía, incluso lo canalicé. Eso no está bien. - Siempre vas a tener una conexión con él. Fue el primero. Yo puedo ser tu tío, pero ustedes siempre han sido muy unidos. Cuando tus padres murieron ambos juramos protegerte, también Ezra y V. - Me siento extraña con Seth. - confesó - No sólo es el SICOM. - Eso se llaman sentimientos. - le dijo con una sonrisa - El entrenamiento del guía esta enfocado en hacerlos sentir los sentimientos de los demás y canalizarlos, pero no están los suyos en la ecuación. Seth dijo que lo salvaste cuando eran niños. Eso vale algo, cariño. El está aprendiendo todo lo que le enseñamos, pero ha vivido dieciséis años sin un guía que regule sus emociones. Está mucho más conectado a los sentimientos que Jasper o yo. Tal vez por eso su intensidad te asusta. - Me gustaría que pudiésemos establecer un equilibrio. – suspiró. - Cuento con eso, mi niña. - le dijo divertido - Por eso te hemos acompañado siempre. Somos los caballeros del santo grial. - Deja de llamarme así. Eres mi tío. - le regañó haciéndole reír - No sé por qué los esper me llaman así. El brazalete de John pulsó. Un mensaje entrante. - Está aquí. - se escuchó la voz de Brown. - Tráelo. - le dijo levantándose con una sonrisa ante el rostro curioso de su sobrina - Es la ceremonia de las nuevas luces y tienes a tu esper. Él debe estar aquí. Anthea se levantó sorprendida. - John, no... - le dijo frenética, pero no hubo tiempo de responder. La puerta de la habitación se abrió y el joven entró haciendo ver la habitación pequeña - Seth... - Los dejaré solos. - les dijo John con una sonrisa entregándole a Seth un uniforme de esper que Brown había preparado para luego salir cerrando la puerta tras él. - Ya estoy aquí ¿O vas a echarme? - le dijo serio vestido con su traje de marca y el traje de esper en la mano - Te ayudaré ahora, pero hablaremos en casa. Eres mi guía. No puedes entrenarme con información a medias. – su voz sonó dura cuando se acercó a ella - He aceptado que soy un esper, cariño. John y Jasper se han encargado de mostrarme el mundo al que pertenezco. Voy a tu lado. Eres mi responsabilidad no sólo por ser mi guía, eres mi pareja. - Me iré en cuanto llegues al nivel 90, Seth. - gimió comenzando a llorar. - Lo hubiera creído el primer día que te conocí, pero ahora puedo asegurar que eso no va a pasar. - le dijo apoyando el uniforme con cuidado en la cama - Tienes miedo a lo que sientes, pero tu familia me explicó el entrenamiento que ustedes atraviesan antes de poder guiarnos. Es una mierda, pero lo entiendo. - le acarició la mejilla arrastrando la lágrima con el pulgar - Déjame enseñarte, por favor. - la besó con suavidad - Tu madre era un esper y tu padre la amó. Confía en que tú me amas a mi más allá del SICOM. Quédate conmigo hasta que se cumpla el plazo como mi compañera, mi pareja antes que la guía. Piénsalo. Te daré algo de tiempo. Anthea trató de hablar, pero Seth le puso un dedo sobre los labios. - Shhhh, - le dijo con un sonrisa - No hay tiempo ahora, tenemos que vestirte. - Se movió para sacarse la ropa y se cambió al uniforme de esper de color n***o del mismo modelo que el del guía de color gris plata que usaba Anthea y cuando se giró para abrocharse el cuello estilo Mao, Anthea lo detuvo y lo hizo ella misma. No lo había visto vestido así y eso llevó una corriente cálida a su cuerpo. - Te ves bien. - murmuró tocando la tela que cubría sus pectorales - Demasiado bien - suspiró haciéndolo reír. - Ahora tu turno, cariño. - le dijo tomando los bordes de la sudadera para sacársela por la cabeza dejándola con el sujetador. Lo vio tragar saliva por lo que le sonrió. - Concéntrate, chico malo. - le dijo sujetando la mano que iba a hacia su seno. Seth tosió al ser descubierto y tomó el uniforme ayudándole a vestirse. Cuando terminó la besó con delicadeza. - Te prometo que en cuanto termine la ceremonia te traeré a la habitación. - meditó - No, -dijo decidido cambiando de idea tomando la mochila de la joven y rebuscando en los cajones una bolsa de lavandería. Sonrió pagado de si mismo y agarró su traje para guardarlo, pero Anthea lo detuvo doblándolo por él - Se puede planchar. - le dijo Seth con una mueca - ¿Lo plancharás tú? - No. - Por eso. - le regañó - No le des más trabajo a quien debe hacerlo. Llamaron a la puerta y se giraron cuando Brown se asomó. - Capas de gala. - les dijo entregando las ropas negra y gris con bordes bordados en dorado - Pueden usarlas para salir y en la ceremonia. Estará a media luz, pero no quiero arriesgarnos. - Gracias -dijo Anthea cubriéndose y cerrando el broche de cuello con la capucha sobre la cabeza mostrando a Seth como usarlo, quien la imitó - Vamos - dijo extendiendo la mano para que Seth la tomara. Ambos salieron encontrándose con Daniel y Kevin quienes abrieron los ojos sorprendidos. -Vaya - exclamó el joven secretario sin poder contenerse. - Se ven impresionantes. - Gracias, Daniel. - le dijo Anthea con una sonrisa. - Toma la mochila y la bolsa de la lavandería con mi traje que están en la habitación. - pidió Seth a Daniel - Acompañen al guía Brown para presenciar la ceremonia. - Los llevaré al escenario - dijo John a los jóvenes caminando por un pasillo interior fuera de las áreas de uso común - ¿Tienes alguna duda, Seth? ¿Recuerdas lo que hay que hacer? - Si. - dijo Seth quien soltó una risita haciendo que lo miraran curiosos - Perdón - dijo disculpándose - Recuerdo cuando era niño y jugaba con una capa como un super héroe. - Eso puede aplicarse a los esper. - le dijo John con una sonrisa - Somos metahumanos. Disfrútalo. - Se detuvo frente a una puerta y la abrió dejándolos pasar - Iré con Ezra. Nos veremos pronto.
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