Cuando llegué a la academia, escuché los murmullos a mis espaldas, decidí no prestarle atención y continuar mi camino. A lo lejos, en un rincón apartado, puede ver al chico que me venció el día anterior. Su nombre era Ethan, y se encontraba de pie frente a una ventana leyendo un libro.
Todavía no podía creer que con esa apariencia fuera el más fuerte de todos, una idea surgió en mi cabeza, si le pedía ayuda para entrenar podría ser tan fuerte como él, con ese pensamiento en mente camine hacía él decidida a pedirle ayuda, pero alguien se interpuso en el camino impidiendo que avanzara, puse los ojos en blanco y una mueca de fastidio en mi rostro al ver de quién se trataba.
-sí que tiene agallas, pensé que estarías en tu casa llorando por la paliza que te dieron ayer -Se trataba Zoby un chico gordo, de cabello rojo y ojos verdes, ambos teníamos la misma edad, era el típico bravucón que se creía mejor que todo el mundo por ser hijo de una familia noble, sonreí de forma burlona al escuchar sus palabras -¿mira quien lo dice? El idiota que fue eliminado por mí en la tercera ronda.
Me crucé de brazos con una mirada burlona. Zoby fue eliminado de la competencia gracias a la paliza que recibió de mi parte. El chico se puso rojo de la rabia y me agarró de la muñeca con fuerza —¿Qué dijiste?—preguntó de forma agresiva y enojada, me le solté de un tirón de su agarre.
—No me toques o te arrepentirás —le advertí con una mirada desafiante—. Solo ganaste porque me encontraba fuera de forma, de lo contrario jamás dejaría ganar de una niña -Zoby siempre estás fuera de forma -le dije burlándome de su peso, el comentario le enojo tanto que termino lanzándome un golpe el cual logre parar en seco agarrando su brazo y torciendo hacia atrás con fuerza hasta hacerlo llorar, lo mire con ira y me acerque a su rostro.
-Escucha bien, bola de grasa. No estoy de humor para aguantarte, si antes soporté tus estupideces, fue por no causar problema, pero eso se acabó. —Lo empujé hacia delante haciendo que cayera al suelo de cara golpeándose la frente. Todos a nuestro alrededor miraban con curiosidad lo que acababa de pasar —quedas advertido—. Amenacé, alejándome de ahí como si nada hubiese pasado.
¡Alto ahí! —una voz furiosa se escuchó a mis espaldas, obligándome a detenerme. di media vuelta y vi a un chico alto, fuerte, de cabello rojo y ojos azules, su rostro era un poco parecido al gordo, pero más guapo y con más edad, pude reconocerlo de inmediato su nombre era Mavi él estaba en la arena de combate el día anterior, recuerdo sentir temor por su gran tamaño y musculatura media un metro ochenta parecía una bestia y su presencia imponía respeto
—¿Qué quiere?—pregunté, intentando mantener la compostura y parecer valiente, aunque en el fondo estuviese asustada —discúlpate con mi hermano ahora -Ordenó el gigante pelirrojo, me reí de forma burlona y miré al chico a quien le había pegado hace un momento.
-¿Por qué? Él intentó pegarme, yo solo me defendí —contesté encogiéndome de hombros. El chico se acercó a mí de forma amenazante, me agarró de los hombros y me zarandeó como una muñeca de trapo.
-¿Quién te crees que eres? Discúlpate con mi hermano o si no...
—¡Sí no, qué?! —Le grité con fuerza mientras intentaba zafarme de su agarre, haciendo que me apretara con más fuerza. Por un momento pensé que me quebraría un hueso —atenté a las consecuencias bonitas. —Mi sangre comenzaba a hervir de la ira al ver lo arrogante y patán que era este chico.
—¡Inténtalo! —Lo reté hecha una furia, él me empujó haciendo que cayera de espalda en el piso y me lanzo una patada que logré esquivar por poco. De un salto me puse de pie preparada para la pelea, nunca me dejaría golpear de nadie, no me importaba si perdía o ganaba, pero ese día me daría a respetar de todos, así fuera a punta de golpes.
Los dos comenzamos una pelea que atrajo la atención de más curiosos que llegaban para ver lo que estaba sucediendo, en medio de mi pelea logre ver a Ethan estaba mirándome a lo lejos recostado de la pared sin decir nada, eso hizo que me distrajera haciendo que me golpearan de lleno en el rostro, haciéndome caer nuevamente hacia atrás aturdida.
Mavi caminó hacia mí, listo para golpearme, pero fui más rápida y moviendo mi pierna lo hice tropezar con mis pies, haciéndolo caer hacia delante. Rodeé a mi derecha a gran velocidad para evitar que cayera sobre mí. Su rostro se estrelló con fuerza contra el piso, rompiéndose la nariz. Aprovechando que aún seguía aturdido, lo pateé en la espalda, pegándolo completamente al suelo.
Furiosa, levanté mi pie nuevamente y pisé su cabeza repetidas veces, dejándolo inconsciente. Los maestros llegaron y me inmovilizaron por la espalda para que dejara de pelear. Como castigo, fui sancionada y llevada aparte para recibir tratamiento en mi herida. Varias parte de mi cuerpo dolían por la pelea ese chico realmente me golpeo con fuerza por suerte pude derribarlo, una vez sola comencé a llorar de enojo, estaba harta de que todos quisieran pasarme por encima cada vez que quisieran, sentí una presencia que se había parado frente a mi levante la mirada y era Ethan me paso un pañuelo para secarme las lágrimas
Gracias —sequé mis lágrimas con el pañuelo y entonces caí en cuenta de que estaba sangrando por la nariz por el fuerte golpe que recibí antes. —¿Qué haces aquí?—le pregunté viéndolo sentarse al lado mío.
Quería saber cómo estaba —me respondió observando atentamente mi rostro—. Estoy bien, no tiene que fingir preocupación —él se quedó mirándome en silencio por un rato.
-¿Debes pensar que soy patética, no? Todo el mundo se burla de mí y yo solo sé llorar. —Él se acercó a mí y apartó un mechón de cabello que estaba sobre mi rostro, sonrió y se quedó viéndome.
—También sabes pegar — él estaba riendo, divertido, haciendo que yo también empezara a reír. Entonces recordé que tenía algo que decirle antes y decidí hacerlo —sé que sonará raro, pero necesito tu ayuda —. Él se sorprendió por mi petición y me miró con curiosidad.
—¿Qué sucede?—Cerré los ojos y luego respiré profundo —Eres el mejor en combate, me gustaría entrenar contigo... Si quieres, claro —Él se quedó en silencio y me sentí avergonzada por mi petición, no lo conocía bien y ya me tomaba el atrevimiento de hacer esa clase de petición—. Si no quieres, lo entiendo, lamentó molestarte. — Intente ponerme de pie para irme, pero me detuvo —¿Por qué quieres hacerte fuerte? ¿Por qué te importa tanto?
—Porque quiero proteger a la persona que amo —Él sonrió y se levantó quedando frente a mí —. ¿Por eso estabas en la competencia ayer?
si, sé que el ganador entraría a las filas de los guerreros, si estoy ahí, podré hacer un nombre para que me respeten
Puso una mano sobre mi hombro y sonrió
-te ayudaré a entrenar
cuando lo escuche decir eso me emocione mucho y sonreí de felicidad
-¡gracias! Te prometo que te ayudaré más adelante si necesitas algo
él se levantó y se fue hacia la puerta
-no hay necesidad, somos amigos no?
“Amigo” no había tenido amigo antes estaba sola todo este tiempo y ahora él me ayudaba y me llamaba su amiga, se sintió bien que alguien me reconociera como una amiga y me mostrara amabilidad fue la primera persona aparte de mi tío que tenía este gesto conmigo y eso me hacía feliz por alguna razón.