Emmett Libby no viene arriba como lo haría normalmente después de ducharse y cambiarse en su propio piso. Doy vueltas por mi habitación, incapaz de quitarme nuestra conversación de la cabeza. Todo este asunto de Hawái me ha desconcertado. No me había dado cuenta de que ya estaba haciendo planes para el año que viene. Y no solo dentro de doce meses, sino…después. Pero claro que sí. Ese es el objetivo de este acuerdo, ¿no? Ella me ayuda a asegurar mi puesto en la empresa y yo la ayudo a graduarse y a comenzar su carrera sin deudas. Es natural que quiera hacer un viaje para celebrarlo. No es culpa de Libby que la imagen mental de ella celebrando en Hawái apenas unas semanas después de nuestro divorcio me ponga una piedra en el estómago. No. En realidad, es el pensamiento de la palabra “div

