NIKOLAY 30 AÑOS —Fui modificada para que mi mente almacene más información que la mente de un ser humano normal —su voz es plana, desprovista de cualquier inflexión emocional, como si me estuviera hablando de la temperatura ambiente o del color del cielo. Mi cabeza palpita con fuerza, y una oleada de preguntas se estrella contra mi cráneo. Preguntas que han rondado mi mente durante años, sin encontrar una sola respuesta. Han pasado seis años desde aquella maldita misión. Seis años desde que encontré a Violet. Seis años desde que esa niña, que parecía una frágil muñeca de porcelana, irrumpió en mi vida y la revolvió de un modo que jamás habría imaginado. Seis años protegiéndola, cuidándola, asegurándome de que nada ni nadie pudiera tocarla. Incluso cuando sé que ella es infinitamente

