VIOLET 18 AÑOS Han pasado seis años desde que llegué al comando. Seis años desde que fui arrancada de la nada y convertida en algo más que humano. Algo diseñado. Creado. Moldeado para matar. Nunca imaginé ver el exterior, salir del panal donde nos cultivaron como depredadores. Pensé que mi existencia se reduciría a la espera: en una celda, aguardando a que me llamaran para un trabajo, y luego, el ciclo se repetiría. Vi a muchos niños morir a mi lado. Niños que no eran lo suficientemente fuertes, lo suficientemente obedientes. Vi las torturas impuestas como castigo, las pruebas despiadadas que nos convertían en máquinas sin voluntad. Y yo sobreviví. No porque fuera especial, sino porque aprendí rápido. Porque entendí que en este mundo solo los fuertes comen. Recuerdo un entrenamiento

