Yan no había dormido bien en toda la noche, a pesar de haber pasado una de las mejores noches en su vida, odiaba tener que apartarse de "Nina" y pretender que no sabía nada respecto a su verdadera identidad.
Dando vueltas en la cama, había decidido hablar con su representante y su padre para cancelar la boda. No quería contraer matrimonio con una persona a la cual no amaba y no era no de cerca la mujer que era Fernanda para él.
La admiraba en todos los sentidos. No tan solo era hermosa sino que además, era astuta, no se dejaba llevar solo por una cara bonita, y aunque a veces, crudamente, era sincera y dolía, sabía que podía confiar en su buen criterio. Lo que más amaba de ella era la forma tan ordinaria en cómo lo hacía sentir. Un hombre ordinario, eso le hacía no perderse plantando lo
