Yan tenía la corazonada de que algo estaba pasando. Debía hablar con Nina respecto a que pelearía con uñas y dientes por parar aquel estúpido matrimonio que nunca debió pasar. Tenía que darle esa seguridad en un intento por no perderla. Era irónico que jamás la había tenido y tenía esa necesidad de no perderla. No sabía por qué problemas estaba pasando en ese momento, pero ver cómo se molestaba con Dávila no era una buena señal de que lo estaba pasando bien. Había algo que la agobiaba y deseaba saber más sobre ella. Ayudarla y acompañarla en esos momentos de aturdimiento. Necesitaba que fuera ella misma, necesitaba que fuera su Nina de siempre. — ¿Estás segura que estás bien? ¿Tu jefe te ha dicho algo? —preguntó Yan apretando un poco más a Fernanda contra su pecho. Amaba esa sensación d

