– ¡Corte! – La voz de William resonó por todo el estudio. El set daba vueltas por encima de mi cabeza y me vi rodeado por diferentes personas. Apenas y lograba entender que es lo que me preguntaban y solo logré reconocer alguno de los rostros de mis otros compañeros actores. Traté de incorporarme pero un fuerte dolor atacó mi trasero y decidí dejarme caer en el suelo, de nuevo.
– ¿Estas bien? – Preguntó una de mis compañeras, abrí la boca para tratar de responder pero sentí como alguien tomaba uno de mis brazos y me arrastraba hasta salir del lugar. Mi espalda chocó contra algo duro de nuevo y escuché como una puerta azotaba al cerrarse. Todo había sido tan rápido que apenas tuve tiempo de reconocer los ojos verdes que me miraban enojados a centímetros de mi rostro.
– Vale, hagamos esto rápido.
– ¿Mcboy..? – Su mano sostuvo mi cintura y acercó mi cuerpo al suyo. No sabía exactamente qué era lo que sentía en ese momento. Mis ganas de empujarlo luchaban contra mis ganas de saber si era mejor jugar con su lengua o dejar que me mordiera el labio. Mi respiración se agitó y solo por un instante mi desagrado hacia el desapareció y permití que sus labios atacaran a los míos y su lengua me llenara de baba y excitación, y que su pierna rozara mi entre pierna mientras yo abría la boca lo más que podía y dejaba que me llenara de remordimiento y confusión provocando que no recordara ni como me llamaba.
Mcboy se separó de mí y no me enteré. Estaba demasiado ocupado en respirar y encontrar el piso.
– Si no puedes hacer esto en la siguiente toma, te golpearé la cara. – La puerta volvió a azotarse y yo me quedé solo en lo que parecía un pasillo, sudado y con ganas de continuar ese beso.