– Siempre que estoy contigo tengo la sensación de que ya viví esos momentos – Era la quinta vez que escuchaba esas líneas, pero esta vez estaba preparado para contestarlas.
– Hablas como si nos conociéramos desde antes de haber nacido. – Pude escuchar como Rose soltaba el aire y de reojo vi la sonrisa a medias de William. Mcboy parpadeó varias veces y se quedó pensativo. Yo lo observaba con intriga y emoción. Me había prometido a mí mismo no ver esa película cuando la hubiéramos terminado de filmar. No quería verme haciendo expresiones raras y de amor hacia alguien tan desagradable como Mcboy. Me daría asco.
– ¿Y si así fuera? Gilbert... – Mcboy se acercó a mí y tuve la necesidad de alejarme corriendo. Pero era justo en ese momento en donde tenía que voltear y dejarme besar por él. ¿Qué expresión de sorpresa tenía que poner? ¿Abriría mis ojos o los cerraría por inercia? Giré mi rostro y lo primero que vi fue su mirada. Vacía como siempre, con ojos tan verdes que dolía verlos. Su mano tocó mi rostro y me jaló hacia él.