Miro a Kagome con sorpresa. Sus ojos están brillosos mientras hace que su sonrisa incremente. Vaya, no pensé que un pastel la haría tan feliz, pero justo ahora se parece a mí cuando obtengo un orgasmo que me deja como boba.
En realidad, la sorpresa que no puedo dejar de salir a la luz es al mirar su enorme vientre abultado. Embarazo. Quien iba a pensar que ella estaría embarazada tan pronto, al parecer la parejita nunca pierde el tiempo. Es una suerte que Sesshomaru no me haya dejado ese regalito, aun no me siento preparada para ser madre. Con el desastre que soy, no, no lo estoy.
—Pareces como si tienes buenos orgasmos al mirar ese pastel—le digo justo cuando ella come el primer bocado. Hace un sonido que a su esposo le parecería genial de escuchar.
—Está delicioso Rin, gracias por tra
