—¿Qué es esto? —pregunté un poco quisquillosa debido a las emociones que regresaban a mi cuerpo y me invadían por completo —¿Dime que no es lo que creo que es?. Tomé los guantes, se los puse enfrente y esperé con el cejo arrugado que me diera una explicación, pero él era Kilian Black y él nunca daba explicaciones. Al menos era lo que por un momento creí que diría, pero de pronto suavizó su mirada, me jaló de la cintura a su regazo de nuevo y me hizo regresar a mi posición inicial, donde sin problema alguno mi libido aumentó. —No iba a dejar que te acusaran de algo que no hiciste, y menos por mi culpa, Baxter. Besó mis senos y dejó mordiditas en mi cuello. Cerré los ojos y jadeé excitada. —Esto no se hace, idiota. —Me vale una mierda, pequeña caprichosa… no puedo permitir que mi

