Capitulo 3

2513 Palabras
Francisco. En estos momento legos de preocuparme por mi matrimonio que esta de un hilo, me preocupa mas la salud de Ali, ella es muy fuerte, en el tiempo que tenemos de vivir junto me he dado cuenta de eso, nunca la he visto llorar o quejarse de algo pero ahora se esta quejando, joder, ¡quejando! y para rematar la situación no ha mejorado, la comida no se le queda en el estomago, pero aun así quiere hablar, quiere resolver el problema, uno que yo inicie por estúpido y confiado. -Después de comer, hablaremos -su voz fue clara y firme, sabia que no tenia caso dejarlo para después pero en este momento me preocupaba mas su salud, sin embargo no dije mucho. -Lo se -fueron mis únicas palabras. Comenzamos a comer, ella solo piñizcaba la comida y yo no estaba mejor, ¿Cómo estarlo con tantas cosas rondando en tu cabeza?, no había forma de estarlo. Para cuando terminamos yo levante la mesa, no quería que ella hiciera algo y se sintiera peor, después de todo posiblemente yo tenia responsabilidad en esto, después de un rato termine de ordenar todo, ella estaba en el sofá mirando la tele, acompañada de su gata, una de las tantas que tiene, esta gata es de color n***o completa. Me senté frente a ella, en una mesita de centro, me valía que digan que no es educado esto. -Y bien -me indico seguir- Soy toda oídos -sus ojos fueron claro, quería la verdad desde el comienzo, pero yo necesitaba saber algo antes. -¿Me crees capaz de engañarte con otra mujer? -abrió la boca grande. -¿Me lo dices en verdad? -afirme, necesitaba saber si me creía capaz de eso. -Bueno -suspira- Yo a diferencia de ti, si confió en mi pareja -quise que la tierra me tragara- Tranquilo, también se lo que viste, todo parecía ser verdad y que yo ocasione todo -suspiro largo- Es solo que yo no creí que no me darías ni el beneficio de la duda, pensé que me dejarías explicar y entonces mostrarte el video que me mando Camila pero no, no fue así, yo también tuve culpa en esto -la interrumpí. -¿Que culpa puedes tener tu en todo este relajo? -en verdad, ella era la que menos culpa tendría en esto- Tu eres lo mas puro y verdadero que puedo tener -me observo- Me siento el hombre mas idiota por decir todas esas cosas, se quien eres y nunca has sido cruel conmigo o con alguien cercano a mi hasta ese video y no se -moví las manos alterado- Yo simplemente pensé en el ¿por que? tu no eres así, no quería creer que de ti ya no quedaba nada, por que si, me gusta que seas con un corazón fuerte pero también me gusta esa parte tierna que solo yo conozco y tampoco quiero que alguien mas conozca -una sonrisa apareció en su rostro. -Eres muy celoso -pensó por unos segundos- Tendremos que trabajar en eso. -Lo dice la que se enojo por que salí con Carla -su cara paso de contenta a enojada en segundos. -No es lo mismo -sus ojos reflejaban su enojo- Ella era la culpable de todo -y vaya que era así- Y tu con ella, posando, sonriendo para la vendita foto -estaba enojada, de eso no había duda- Luego tu madre con sus comentarios como "que bonita pareja harían", ¿Crees que no es razón para estar molesta? -Si que lo es, pero yo solo te quiero a ti -eleva una ceja. -Pues déjame decirte -toco mi hombro- Eso no parecía en las fotos. -Por que no podía ser grosero -rodo los ojos- Te diré la verdad -afirma- Quería que vieras que soy feliz con mi familia, quería que todos nos lleváramos bien -varias cosas pasan por mi mente- Eso ahora es imposible, yo... -niego. -¿Tu? -me indico seguir pero no dije nada- Vamos dime -pienso y creo que es lo mejor. -Yo no me imagine que mi madre o Carla serian capaces de hacerme esto -ella estaba pensativa, lo sabia, su rostro la delataba- ¿Qué piensas? -quise saber. -¿No sabeo o no quieres verlo? -pregunto sin mas. -Creo que un poco de ambas -suspire- ¿Te refieres a que Carla este enamorada de mi? -pregunte pero ya me imaginaba la respuesta. -Exacto -me observo- Sus celos hacia tu persona no son de una prima -piensa un momento- Es que ustedes ni siquiera son primos -exclama cansada. -Pero para mi si es mi prima -dije rápido. -Lose, para ti son primos, se ve en la forma en que la tratas -piensa- Tu la tratas como nos tratamos Arturo y yo pero ella por otro lado es otra cosa -suspira- Estoy segura que esta enamorada de ti -sabia que si, yo también me sentía en ocasiones así- Te diré algo, tu sabrás si creerme o no -afirme- Tu mama, la señora Angela, lo sabe y por eso me quisieron hacer ver como la villana -abrí mis ojos grandes, pero claro, por eso todo les salió tan bien. -¡Claro! -exclame- Por eso todo les salió tan perfecto -niego- Soy un imbécil -puse mi cabeza en mis rodillas y los brazos por enzima de esta- Un completo idiota -estaba molesto, muy molesto conmigo mismo. -No te puedo decir que no -se encoje de hombros- Pero viendo como estas tomando todo -levante la cabeza- Te perdono y te creo lo demás también -abrí la boca asombrado- Es obvio que no nos quieren juntos -afirme, no sabia si hablar o no- ¿Algo para decir? -me pregunta con voz suave. - Se que no tengo cara para pedirte algo -dude pero mejor decidí decirlo- ¿Me puedes abrazar? no me siento bien -las lagrimas querían salir- ¿Por que mi mama me hace esto? -pregunte pero ella tampoco tenia una respuesta para esto. -Ven aquí -abrió sus brazos y me refugie en ellos- No se por que lo hace pero te puedo decir que tenemos que tener una mejor comunicación para que nuestra relacion si funcione -afirme. -Si, tenemos que mejorar en eso -bueno en realidad- Yo mas que tu -afirma sonriendo. -Ya no pasa nada, yo se que no me engañarías -se ríe- Vasta con saber que va tu hermana para saber que eso no pasara -me reí con ganas. -Tienes razón en eso -recordé sus malestares- ¿Te sientes mejor? -pregunte todavía angustiado por saber su respuesta. -Si, ahora me siento un poco mejor -afirme- ¿Que haremos ahora? -junte mis cejas- Es decir, nos venimos sin avisar a nadie -ha eso. -No te preocupes por eso, lo importante es que estes bien -suspire- Me tenías preocupado -sonrie. -¿Te preocupas mucho por mí? -la picardía que solía tener siempre apareció por su rostro- No deberías de preocuparte tanto -eleve una ceja- Llerva mala nunca muere -solté una carcajada, con ella todo era risas, aún en los peores momentos hacia bromas o su sarcasmo salía a flote, incluso cuando veníamos peleados en el coche, ella bromeó, siempre lo hacía, era parte de ella y no todos estaban listos. -Tu de mala tienes lo que yo tengo de cantante -no aguanto la risa y exploto en carcajadas, esque a mí el canto no se me daba, para nada se me daba. -Es una buena representación -claro que lo era- Sabemos que no damos una en eso -pensó- Te voy a decir o platicar como tú quieras decirle -afirme- No quiero que te pelees con tu mamá por mi culpa -la observé confuso- Ella es tu mamá y aunque yo no me termine de llevar bien con ella, no quiero que tú lo hagas -pensé un momento- Prometelo -insiste. -Lo prometo -sonrio- Pero -dejo de sonreír- Si se vuelve a repetir eso o cualquier otra cosa -afirma- No lo voy a cumplir, lo siento pero no -se quedó pensando. -Esta bien -me extendió la mano- ¿Tenemos un trato? -me pregunto. -Tenemos un trato -reafirme sus palabras mientras nos dábamos la mano- Marido y mujer no deberían sellar un trato así - me observa expectante, mientras me siento en el mismo lugar que ella. -¿No? -llevo la mano a su mentón juguetona- ¿Entonces como? - la jale y quedó sentada arriba de mi - Así -no le di tiempo a nada, solo la bese, un beso lleno se todos mis sentimientos y lo que ella me produce en todo el cuerpo -Eres mi medicina -dije susurrando mientras juntaba mi frente a la suya- Eres mi mundo entero, no se que pasa conmigo siempre que estamos juntos me llevas a otro mundo, yo ya no necesito nada más que no seas tú -suspira. -Lo mejor que te puede pasar es que alguien llegue en el momento justo -afirme. -Tu llegaste cuando creí que no tenía salida, llégate y ocupaste mis pensamientos con tus ocurrencias, tus sonrisas y bromas me dejaron perdido, eso no fue todo -la acomodo en mis piernas. -No tienes que decir más -murmuro- Se que no te gusta hablar mucho de esto y te entiendo por qué yo soy igual -niego. -Te diré ahora todo lo que siento y pienso… la discusión de hoy me hizo dar cuenta que las cosas se tiene que decir en el momento -afirma, mientras se acurruca en mi pecho. -Te escucho -contesta. -Como te decía, yo acaba de salir de una relación complicada -afirma, ella sabe todo de mí- Pero llegó la boda de mi hermana y Arturo, no tenía ganas de ir, más sin embargo tenía que hacerlo, era el padrino -su risa llego- Nunca imaginé que en esa boda conocería a una madrina tan linda y simpática -toque su nariz- Entonces nos conocimos y por cosa de la vida no te podía olvidar, llegó un día que celebraron el cumpleaños de Camila y mi cuñado te invito, eso creen todos pero la realidad es que yo le pedí que lo hiciera -abrio la boca grande- Nadie más que el y yo lo sabemos, te invito y veniste, llegaste como una princesa y mis sentimientos crecían pero sabía que no me harías caso, eres hija de gente de ciudad y importantes, tu padre es abogado y tu madre es una diseñadora de joyas, ropa y demás, no tenía esperanza, pero ese día que creí no tenerlas tu me hablaste, platicaste conmigo y solo conmigo, intercambiamos números de celulares y quedamos en hablar -se río, sabía que había recordado- Yo no me atreví a escribirte, sentía que no tenía oportunidad pero me gustaba tenerte cerca de mí -me interrumpe. -Y yo te escribí -sonreí, ella fue quien dió el primer paso. -Exacto, tu me escribiste y después de eso fue imposible olvidarte, hablábamos seguido -elevo una ceja- Está bien -dije resignado- Todos los días, tu me platicabas de tus clases y yo de el rancho, me contaste que te gustaría vivir en uno, por lo silenciosos que son y con esas palabras mis esperanzas crecieron -ella se rió y yo sonreí- Creo que eso que tú hiciste fue lo mejor, por qué yo no me hubiera atrevido y ahora no estaríamos juntos. -Lo sé, siempre e creído que cualquiera de los dos puede dar el primer paso, si las cosas no funcionan pues ni modo pero se intentó -sonreí, eso era lo que más me gustaba de ella, su modo de pensar, el tener una mente abierta. -Creo que eso es una de las tantas cosas que me gustan de ti -bese su frente- Te amo tanto y no me voy a cansar de agradecerte por escucharme y perdonarme -ella beso mi cuello. -A mí me gustas todo tu -sonreí- Eres amoroso pero no con todos, solo conmigo, eres atento, me tratas bien y lo mejor no tienes vicios o adicciones -ella siempre dice cosas con respecto a las adicciones. -¿Tienes un tema con las adicciones? -pregunte curioso. -Yo no pero en mi familia muchos lo tienen -hizo una mueca- No me gusta, siempre dije que cuando me enamorara, esa persona no los tendría -sonreí. -¿Estás enamorada de mi? -me hice el que no sabía. -¡Claro! -exclama- Pero eso ya lo sabes -claro que lo sabía. - Lo sé hermosa, lo sé, pero nunca está de más que te lo digan -me pego en el hombro jugando. -Oye no digas eso -observa- Si te escucha alguien van a pensar que no te quiero y eso no es verdad, bueno puedo que no te quiera -abri los ojos asombrado. -¿Cómo? -pregunte asustado. -Que no te quiero -cada vez que lo dice me dan ganas de llorar - Yo te amo -y esas simples palabras calmaron mi corazón- Lo siento per te lo merecías por todo lo que sucedió -afirme. -Si, pero ya no hagas más travesuras, un día de estos me vas a matar de un susto -estaba contento, estaba teniendo un momento romántico con ella, siendo que ella casi nunca dice "te amo". -No te prometo nada -ella era así. Ella era la que le deba color a mis días grises, la que me hacía pasar del enojo a la división en cuestión de segundos, me encanta tenerla en mi vida, por qué una vida sin ella, no sería vida, yo soy amargado y frío pero con ella soy otra persona totalmente diferente, nunca perdonaré lo que mi mamá y mi prima trataron de hacer, querer que nos peleamos y nos separemos, que por poco y lo logran sino fuera por Ali ya no estaríamos juntos, pero ella me escucho y me creyó en lo que dije, ahora tenía está oportunidad, demostraría que no se equivocó conmigo. Ella se quedó dormida después de un rato más de plática, platicas sobre nuestro futuro y demás, la lleve a la cama y la acomode en las cobijas, me acomode a su lado y la atraje hacia mí, ella se acercó a mi pecho y no se movió más, después de un rato me quedé dormido, deje que e sueño llegara, no desperté hasta que escuché ruidos en el baño, observe la hora y Vi que tan las cuatro de la mañana. -¡Ali! -le able pero no contesto nadie- ¿Estás en el baño? -pregunte. Al no obtener respuesta fui al baño y la encontré devolviendo el estómago. -Amor ¿que pasa? -sujete su cabello- Me estás asustado -le sobó la espalda. -No lo sé -dice después de terminar- Venía al baño por qué quería hacer pis pero apenas me levanté de la cama las náuseas llegaron -agarro el cepillo de dientes y la pasta- No me gusta que me veas en estás situaciones -murmuro. -No tiene nada de malo -en verdad, no lo tenía- Para eso estamos las parejas, uno se enferma y el otro cuida -explique rápido. -Pero me da pena -estaba avergonzada. -No pasa nada -siguio con su trabajo. Cuando termino de lavarse los dientes nos fuimos a seguir durmiendo, estábamos cansados, muy candados.
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