
Rayan, marcado por las circunstancias vividas y el extraño trastorno que creía tener, se convierte en un chico inseguro, insociable, reservado y muy solitario. Pretendiendo ser prudente, para no tener que dar explicaciones sobre su conducta, crea para sí, un muro de protección tratando de pasar desapercibido, evitando tener amigos o huyendo de cualquier persona, debido a la desconfianza. Pero su vida cambia totalmente y se en convierte en un hombre guapo, fuerte, firme, duro, seguro, deseado y exitoso, con la ayuda de su extrovertida, intrusa, insistente, incansable, y tenaz vecina, de quien se da cuenta demasiado tarde que está enamorado.
