Creo que me atrapó jajaja disfruten la lectura…
Feliz Lectura mis gatitos…
Al volver a casa me encuentro con todos los que estaban antes de que me fuera, sólo que ahora tienen copas de vino en la mesita de noche que mi madre tiene en su sala.
Los saludo antes de pasarles de largo, escucho los pasos de Alandher a mi espalda y no digo nada porque no es la primera vez que le interesa hablar conmigo o hacerme conversación.
—¿Crees qué puedas ayudarme con algo?—me giro sobre mis talones para verlo y asentirle despacio.
—¿Qué necesitas?—pregunto antes de adentrarme a mí habitación y encender la chimenea con un poco de magia—. Tengo unas cositas que hacer…
—Me gustaría pedirle matrimonio a una mujer y no sé cómo hacerlo.
Me calló antes de darme la vuelta para darle una sonrisa suave, a mi hermana le gustan muchas cosas y podría ayudarlo. Le comienzo a dar ideas para una pedida de mano cuando me interrumpe y me pregunta cómo me gustaría a mí que me lo pidieran.
Abro la boca despacio… nunca antes me habían preguntado cómo me gustaría que me pidieran matrimonio, no creí que alguien de aquí quisiera casarse conmigo…
—Yo…
—¡Alandher!—lo llaman y solo sonrió.
—Debo irme, pero espero tu respuesta.
Asiento viendo que se aleja.
No tengo ni la menor idea de que es lo que quiere con eso, pero al menos me puso a pensar.
///
Despierto escuchando los múltiples gritos que se dan en la aldea, eso y que las campanas suenan avisando que alguien no deseado está en la aldea. Abro los ojos para no escuchar nada en casa.
Veo a través de mi ventana y las enormes flamas consumen gran parte de una casa además de que hay varios cazadores luchando con algo que parecen ser lobos. Mis padres e Isabella han de estar ayudando en la aldea y que no sea una cazadora no significa que no puedo ayudar, los cuatro elementos los domino muy bien así que puedo ayudar con lo poco que sé.
Me pongo un traje de los que no he usado en mucho tiempo, y con ese salgo para tratar de ayudar. Con mi poder activado voy ayudando a varias casas al salir de la mía, corro para atraer agua del arroyo y la llevo a donde está el fuego, varios de aquí intentan apagarlo pero las llamas crecen. Dejo caer el agua que traje del arroyo antes de usar algo de esa flama contra un par de lobos.
Cómo dije antes. Sé usar los cuatro elementos.
Me importa una reverenda m****a si se me quedan viendo los cazadores, soy una bruja y este lugar es mi hogar.
Lo voy a proteger.
Hago que las flamas que apague vuelvan a crecer antes de caminar con la flama siguiendo mis pasos. Se siente bien tener algo de poder suelto, mis poderes llaman la atención de algunos lobos a los cuales no me cuesta nada rostizar. Escucho un grito y ese es el que necesito para correr.
Isabella.
Mi hermana azota el suelo con ese látigo de poder que tantas veces le dije que no la salvaría de nada, pero ella no duda en usarlo.
Paso el fuego frente a ella como una serpiente que aleja a los lobos de ella, mis poderes están activados con fuego y agua. Uno de ellos intenta atacarme, pero controlo la sangre y la suya se doblega ante mi poder. Los chillidos del animal no hacen que me detenga en la destrucción de sus intestinos.
Algo realmente duro me impacta en la espalda y eso hace que mi concentración se vaya al diablo y que el fuego y todo lo que controlo se vaya por un tuvo.
Poco a poco recibo a muchos lobos que me tiran como si fuera un trapo viejo, a lo lejos escucho a mi hermana gritar mi nombre, pero no pasa nada sigo siendo lanzada muchas veces hasta que voy a dar a la pared del Santuario. Mi espalda atraviesa la pared de la entrada y me detengo en la otra, donde me incrusto en el trofeo del padre de Alandher.
Caigo al suelo con esa herida en mi cuerpo, pero es cuando siento que algo se activa pero el suelo me recibe al quedarme inconsciente.
///
Me levanto con un leve mareo, pero estoy consciente y siento mi poder más que nunca, me levanto y camino a la puerta molesta por lo que me acaban de hacer. Escucho que hay lobos transformados en humanos, y que gritan a las personas que hay en la aldea.
Abro una puerta del Santuario para ver a casi toda la aldea de rodillas, hay unos cuarenta lobos intactos a pesar de que mate a unos diez de ellos. Mis ojos ven a mis padres junto a los de Alandher y a todos los amigos de mi hermana de la misma forma, mis ojos suben al escuchar un graznido de Jack, está en lo alto de la torre de agua.
Pienso mis opciones antes de asentir para mí, tendría que soltar mi poder completo para vencer a tantos lobos. O por lo menos la mayoría de mis poderes, pienso mis opciones y al ver que no tengo demasiadas hago lo que debo hacer.
Con mis poderes me pongo un vestido típico de bruja y trago saliva pensando en lo que haré, maquillo mi rostro con magia y pienso bien mi idea y asiento para mí.
Una vez que confirmo que voló abro la puerta y salgo despacio con dos lobos de humo y oscuridad, me quedo quieta antes de mover mis dedos y hacer que Jack se transforme en un dragón de fuego.
Veo que varios de la aldea elevan sus ojos a mí y no muestro expresión cuando uno de los lobos sigue su mirada a mí, me mantengo neutra y calmada. Jack aterriza elevando grandes cantidades de aire a mi espalda pero ante eso me mantengo quieta, miro a la aldea antes de mirar a uno de los hombres que se acercan a mí.
—¿Cómo lograron domar a los cazadores?—pregunto en voz clara.
—¿Qué hace una bruja en este territorio?—brama el lobo que se acercó a mí.
—Yo pregunté primero—Jack gruñe a mi espalda—. La cambiaré... ¿Qué hacen cincuenta lobos en mi territorio?—tal vez no voy a cacerías pero sé lo suficiente para aparentar que vivo aquí.
—Es territorio de Cazadores—me gruñe otro lobo—. Largo Bruja.
Sonrío de forma cruel antes de levantar mis manos con cuidado uno de ellos gruñe por lo que estoy haciendo, estoy consciente de que Jack arrojará fuego sí no puedo controlar a estos lobos y puedo hacerlo.
Muevo mis dedos lo suficiente para doblegar a los primeros lobos que se me acercan, luego giro mis palmas a ellos para extender mi poder sobre los lobos.
—¡Este es mi territorio!—gruño molesta—. Y los lobos no son bienvenidos—muevo mis dedos para hacer lo que hacía cuando me lanzaron contra el Santuario—. ¡Es mi tierra!—lanzo algunos lobos contra los muros de algunas casas.
Sonrío antes de elevarlos lo suficiente para que Jack los haga carbón, las cenizas de ellos vuelan sobre los cazadores que están de rodillas pero viendo el espectáculo que les doy.
—Dile a los perros que si veo uno de su especie en mi tierra los haré carbón—le gruño al que deje vivo.
Trueno los dedos para desaparecerlo de este territorio, suspiro antes de ver el desastre que dejaron, mucho humo y fuego. Trueno los dedos para que todo esto se elimine y que se reconstruya, muevo las manos para regresar el tiempo en algunas partes y pienso seriamente en que tal vez hago más bien ocultando mi poder que soltándolo. Lo de hoy no fue divertido, y espero no hacerlo de nuevo. Cuando todo se arregla y acomoda elimino la ropa que traigo puesta además del maquillaje, Jack me pega despacio en la espalda y le doy una leve sonrisa.
Me giro para correr a mis padres que me abrazan al mismo tiempo, juro que pensé que ya no los vería. Isabella me abraza dejándome en un emparedado de abrazo.
—No vuelvas a hacer eso nunca—me dice mi madre con ese amor de madre.
—No.
—Y no lo harás—no comprendo eso cuando me siento la red envolverme.
—¡Mamá!—grito.
Veo que mis padres y hermana intentan ayudarme pero son retenidos por los cazadores más fuertes, a mi me jalan como si fuera una presa recién cazada, grito pidiendo ayuda pero nadie lo hace. Jack es metido en una jaula porque antes de correr a mis padres lo transforme en un cuervo.
Me jalan hasta que me sueltan y ponen contra un mástil.
Me van a quemar.
Voy a morir quemada como una bruja negra.
Veo que mi esfuerzo por salvarlos fue en vano.
Louisa me ata al poste mientras me sacudo con fuerza, muchas lágrimas bajan por mis mejillas, mis padres son obligados a mirar como moriré.
—Padre, ella nos salvó—dice Alandher caminando entre las personas que ven como morirá una bruja—. ¿La matarás por eso?
—¿Qué no viste la clase del poder que tiene?
—Sí lo vi—dice antes de encaminarse a donde estoy—. También que salvó a toda la aldea.
Su padre arquea una ceja para su hijo.
—Algún día tomarás mi lugar y entenderás—trago saliva antes de ver que encienden una antorcha.
Estoy segura de que esté será mi último día, miro a mis padres antes de derramar una lágrima más por ellos. Bajo la cabeza.
Siento el calor cerca antes de escuchar algo que se debe decir cuando estás en un altar para contraer matrimonio, pero me sorprende más que sea Alandher quien lo esté diciendo. Eso se dice por qué es un hechizo de unión.
—¿Qué diablos haces, Alandher?—brama su padre.
Alandher lo ignora antes de acercarse a mí, niego para que no diga mi nombre. Sí lo dice me uniré a él en matrimonio. Y es lo último que me faltaría.
Cuando mi nombre sale de sus labios es lo que me hace tragar saliva, siento el hechizo haciendo efecto en mi sistema. Los ojos de Alandher me miran para que termine de hacer lo que terminará de unirnos.
—Acedaris Alandher Black.
Y es donde el hechizo se cierra.
Ahora soy su esposa, y él mi esposo.
No hay vuelta de hoja.
—Ahora suelta a mi esposa, padre—su padre lo quiere matar por lo que acaba de hacer conmigo.
—Sí nos traiciona...
—Lo haré con ella—dice neutro.
De mala gana su padre desenfunda la espada que lleva en la cintura y corta la soga que me amarraba al poste, Alandher me jala con cuidado para finalmente cargarme como si no pesará lo que pesó, ve a su padre que parece querer matarnos.
—Luego hablamos de tu celebración.
—Te espero.
—Felicidades Alandher.
Eso lo dice con burla.
Alandher toma camino entre la m******d que hace la idea que la esposa de su futuro líder es una bruja que puede protegerlos como lo hice hoy.
—Al, puedo caminar.
—No pesas.
Suspiro antes de saber que por lo que hice... no habrá vuelta de hoja.
???