Trate de no emocionarme, no tengo mucha experiencia en el amor, pero puedo jurar que hubo un momento, en el que vi interés en los ojos de Matteo, puede que solo me estuviese engañando y era mejor olvidarlo, pero mi corazón ansiaba tanto la oportunidad, me sentía mal por desear algo que no podía ser, él no me había mentido, fue sincero, me pidió ayuda y se la di, sin embargo no podía evitar las esperanzas que crecieron a pasos agigantados con esa mirada que me había dado minuto atrás.
Nos reunimos en el Lobby, tal como el señor de Rossi, lo había indicado. Fuimos a Los Cebollines, un Restaurante de prestigió, cuando Matteo me paso la carta, trate de no mirar precios, aunque me pregunte ¿de qué me preocupaba? No era yo quien pagaría la cuenta, sonreí
- ¿puedo saber que te causa g
