La Doncella Roja

Puede ser que vivamos en una simulación, que todo lo que vemos o tocamos no sea más que una creación de un ser superior que ve como sus pequeños juguetes luchan por una vida que no existe ya que él esta a cargo de todo y que por más que intentemos nunca podremos tener la libertad de cambiar nada. Edad 15 años, nombre Lia, nacio y crecio en la aldea de la neblina, un nombre no muy apropiado si se quiere que personas lo vean como un lugar agradable para vivir. Es la mayor de 3 hermanas, vivia con sus padres quienes son de clase trabajadora, obreros del campo, la vida en este lugar es difícil para los de su clase. Su tiempo lo dividia entre cuidar a sus hermanas y trabajar aún y cuando eso no le agradaba su pobre padre, pero era necesario ya que debian llevar alimento a su mesa. Gio: hija mía deja de lastimarte las manos, una muchacha tan bonita como tu no debería estar en estos trabajos, dejo eso. Lia: prefiero esto a estar tejiendo, se me va más rápido el día. Caída la tarde, de camino al pueblo Lia y su padre escucharon las trompetas que anunciaban un mensaje enviado por el Rey de Black castle. Se les informa a todos las familias de la aldea que el día de mañana desde horas tempranas un consejo enviado por nuestro rey estará evaluando a las doncellas de la aldea, para saber quien o quienes son aptas para tener el honor de formar parte del harén del príncipe heredero Daemon. Todas las jóvenes doncellas de entre 14 y 18 años deberán presentarse mañana a primera hora, la joven que no se presente será castigada severamente y junto con ella toda su familia. La cara de felicidad de algunos hacían el perfecto contraste con la cara de tristeza y desagrado de otros. Pertenecer al harén de un rey o príncipe significaba dar un giro total a sus vidas, para muchas era lo mejor que les podía pasar, vivir en el castillo rodeada de riquezas era un sueños hecho realidad, pero para otras era un total infierno, dejar a sus familia para ser una puta del rey. Ella sabía que esto algún día pasaría, pero pensó en que antes de que sucediera ella ya estarían lo suficientemente maltratada como para no calificar...pero llegó el día, tenía que presentarse a la revisión. Al llegar a su casa su madre tenía la cena lista. - Llegaron justo a tiempo la cena está aún caliente - dijo Luz. ¿escucharon? mañana evaluarán a las doncellas de la aldea y elegirán para llevárselas al castillo(con una leve sonrisa de satisfacción) Sí, es una lástima que hagan eso, no entiendo porque lo dice con entusiasmo- dijo Lia Espero que aun seas virgen, mañana iras temprano, al menos el hecho de que seas bonita debe servirnos para algo - dijo la madre con tono fuerte. De que hablas mujer, como te atreves a decirle eso a nuestra hija - dijo el padre con voz de indignación. La joven acostumbrada a los despresios de su madre, solamente volteo a ver a sus pequeñas hermanas y dentro de su interior sentía una pequeña alegría sabiendo que al menos ellas no sufrirían esta vergüenza. Claro que sí lo soy madre, y mañana iré temprano a revisión dijo con voz fuerte pero a la vez triste. Si te eligen nos darán dinero y así podremos salir de esta miseria en la que vivimos. Piensas en vender a tu hija por unas monedas de oro, ¿que te pasa? has perdido la cabeza por completo. Sí, sí la perdi porque estoy harta de esta maldita miseria ya no aguanto más, y esta es la oportunidad de salir de ella, no importa lo que tenga que hacer, si la tengo que vender a ella y a las otras 2 lo haré dijo a grito a abierto. Se acercó a Lia y agarrando la del rostro le dijo, mírame, mírame bien y escucha, el amor no existe, es una ilusión yo me case enamorada de tu padre, no me importo que no tuviera donde caerse muerto y mírame ahora... el amor me condenó a la miseria dijo su madre con los ojos llenos de lagrimas y su voz quebrada. Su padre agacho su rostro al escuchar esas palabras tan humillantes. Sus hermanos se abrazaron y ya acostumbradas a los estallidos de su madre secaron entre sí sus lágrimas. Haré todo lo mejor que pueda mañana, se fue junto con sus dos hermanas a su pequeña habitación... al verlas dormir no puedo evitar derramar lágrimas sabiendo que podría ser una de las últimas noches que pasaría con ellas, los seres que más amaba en la vida. La noche avanzo rápido y pronto el sol brillaba como pocas veces.