Capítulo 6
Intentar impartir un turno de clases mientras ella me mira con esa cara es prácticamente imposible, incluso para mí que me vanaglorio de ser un hombre muy centrado y controlado. He cometido hoy más errores que en todas las clases que llevan de curso juntas, y ella se ha reído cada vez. Imagino que este sea uno de los motivos por los cuales este tipo de relación están prohibidas en primer lugar. Me alegro cuando termina el tiempo y todos salen, incluso ella. Se choca en la puerta con Tania y me da una mirada cuando la pasa que me deja claro que esto no le agrada.
– Ya sé que es un hombre ocupado – me dice a mí la insistente mujer – pero no siempre me puede decir que no
– ¿a qué se refiere? Trato de no prestarle atención mientras recojo mis cosas
– Se que no a almorzado y quisiera que lo hiciera conmigo – me toca el hombro obligándome así a mirarla - ¿sería posible?
– Voy a comer en la cafetería – le informo
– Está bien para mi – este tipo de cosas es desagradable, por eso no estoy con nadie en el trabajo, todo esto es culpa de Yuliana, cada vez que está cerca me vuelvo loco
– ¿usted está clara en que no vamos a tener nada? – no he sido lo suficientemente directo al parecer
– Ya lo sé, me lo dejo claro – suspiro – pero aun así disfruto de su compañía – asiento, termino de tomar mis cosas, voy a mi oficina con ella pisándome los talones, entro, dejo la puerta abierta, ella pasa y cierra
– Podemos irnos – le comunico, ella se acerca
– ¿no podemos repetir una vez más? – me suplica – solo sería una vez más – niego
– Hace menos de dos minutos le dije que no iba a haber nada entre nosotros – le recuerdo
– Eso no sería tener nada, solos sexo – vuelvo a negar
– Ni siquiera sexo – resopla
– No comprendo por qué se comporta de ese modo, para mí fue claro que también lo disfruto – lo que ella no sabe es que lo disfrute pensando en otra persona, y que ahora esa persona está a mi lado, así que no voy a volver. Eso incluso me hizo sentir mal
– No dije lo contrario, pero paso y punto. Dije que no – se comienza a desvestir – no le recomiendo que haga algo como eso – aquí todos conocen mi carácter desagradable – lo único que puede provocar esa que abra esa puerta y que todo el que este fuera la vea desnuda, yo no tengo interés en hacerlo – se frena – y si aún tiene hambre, y quiere comer conmigo, le recomiendo que me siga – voy pasando por su lado y me detiene poniendo sus manos en mi cuello
– Entonces solo un beso – la separo de mi gentilmente
– Si se sigue comportando de esta forma no voy a volver s dirigirle la palabra, y mucho menos compartir eco usted siquiera un vaso de agua – se aparta por completo y me deja pasar, cuando abro el primero rostro que veo en el pasillo es el de Yuliana, y no se ve para nada contenta, levanta una ceja y toma a un chico de la mano, se acerca a su oído y le dice algo a lo que el responde que si con la cabeza, mi sangre hierve y me dan deseos de asesinar a la mujer detrás de mí. Respiro profundo y me dirijo a la cafetería, una vez sentado frente a Tania en una posición en la que le sería imposible acercarse, saco mi teléfono y le envío un mensaje a Yuliana.
“espero que no cometas una tontería” – ya sé que es un poco prepotente de mi parte, debería de estar dando una explicación dado que fui yo quien puso la norma
“habla por ti” – fue la escueta respuesta que obtuve un par de minutos después, acto seguido escucho su voz, me volteo y está sentada en una mesa con el mismo chico de antes, uno que no conozco y eso me molesta aún mas
– A mí también me molesta – dice Tania
– ¿de qué hablas? – le pregunto y trato de centrarme en su conversación
– La actitud de ella – señala a Yuliana con la cabeza
– A mí no me molesta – la corrijo
– No es lo que parecía hace un momento – me dice – la mirabas con cara de desagrado – ya quisiera yo decirle cual es mi desagrado
– Porque no me gusta que las personas hablen en voz baja, pero ella no me molesta – sonríe
– Si, sé que es tu alumna y no harías nada antiético – me rio
– Tienes muy buena opinión de mí, yo que tu no lo haría – le dejo saber – no me parece que lo que hicimos anoche haya sido para nada ético – me rio un poco más fuerte
– En eso tiene razón – me responde y su cara se pone roja, no debí de recordarle eso
– ¿Por qué tienes por norma no tener sexo más de una vez con una persona? – me pregunta reafirmando lo que pensé antes
– Porque más que eso hace que las personas se vuelvan desagradables entre ellas – sonríe, se levanta y viene a mi lado
– No debería ser de ese modo – me dice – no deberías de pensar de ese modo – viro la cara a la ventana, cuando la regreso para mirar a Tania me percato de que el grupo de Yuliana se cambió para la mesa que queda frente a la mía. Ella me mira y sonríe, automáticamente pienso que estoy haciendo algo mal – tu pensamiento es muy extraño – termina de decir Tania y toca mi hombro, automáticamente Yuliana hace lo mismo con el chico a su lado, el mensaje me llega fuerte y claro, y no me gusta para nada lo que implica
– Por favor mantenga la distancia – le pido a la mujer – no me gusta que los estudiantes me miren de esa forma – me encantaría saber qué hace esta mujer con su orgullo – y usted debería de pensar un poco en su reputación – le digo más que serio, me pongo en pie
– ¿A dónde va? – me pregunta
– Se me quito el apetito – le respondo serio, sin cambiar mi expresión – y justo a este tipo de comportamiento me estaba refiriendo cuando dije que no me gusta repetir para evitar situaciones incomodas, se enamora usted más rápido que las demás
– Está siendo muy duro conmigo – asiento
– Así me comporto cuando las personas necesitan corregir su comportamiento – hago un ligero asentimiento como despedida y me retiro. Salgo de la cafetería con la sangre hirviendo por los celos, increíblemente estoy celoso, nunca lo estuve, siempre he sido bastante desinteresado en este tipo de tema, pero el cuerpo de Yuliana me pertenece, al menos por ahora y no quiero tener que compartirlo con nadie, saco mi teléfono y la llamo. No responde, suspiro para tratar de calmarme, vuelvo a intentar.
– ¿puedo ayudarlo en algo? – me pregunta con desinterés
– Ven a mi oficina ahora mismo – hablo entre dientes, ella cuelga. Voy a mi oficina y allí la espero, se aparece con unas hojas en las manos y me no me mira
– Supuse que me llamo para esto, aquí está la tarea corregida, espero esta vez no haberme equivocado tanto – deja la tarea que le pedí corregir en mi escritorio – nunca fui tan mala en su materia
– Podías haber sido mejor – es la verdad, veo potencial en ella suficiente como para ser la primera de la clase, solo que su desinterés se lo impide - ¿Qué fue eso de antes? – le pregunto
– No estoy del todo segura, pero me parece que, si alguien debe de dar una explicación, ese eres tú – me recrimina
– Yo no tengo nada que explicar porque no sucedió nada – le digo
– ¿para eso me hizo venir aquí? – me pregunta
– No, te hice venir aquí para que me expliques quien es ese tipo – creo que me estoy excediendo un poco
– No creo que tenga que darte esa explicación ¿no le parece señor Sams? – está molesta, me acerco a ella
– Si debes de dármela, apenas esta mañana en mi cocina, justo antes de tener sexo llegamos a la conclusión de que seriamos exclusivos – le digo - ¿no es así
– Si – dice incrédula – y justo en esta oficina, apenas hace una hora, yo no tengo idea de lo que sucedió – me agrada que este molesta, la beso, esa es la mejor forma de comprendernos
– No sucedió nada – le digo, la vuelvo a besar – absolutamente nada, Yuliana. La mujer que me interesa eres tú, y no tengo por qué estar con otra – la sigo besando – debí de pensarlo antes de tener sexo con ella, ahora no sé cómo quitármela de encima – resoplo
– Nadie te manda a follar como un dios – la noto más relajada
– Por ahora – soy claro en el contexto del tiempo – este dios el sexo es solo tuyo, así que no tienes que preocuparte – doy un paso atrás, no pienso romper l norma de no sexo en la universidad, en la calle es una mujer, aquí es mi alumna – y espero lo mismo de tu parte – asiente
– Él es mi amigo – me dice sonriendo – y yo no puedo darle lo que quiere
– ¿a qué te refieres? – le pregunto confundido
– A que estaría feliz si lo dejas entrar en tu cama, pero la mía solo la quiere para dormir – está diciendo que su amigo es gay, y mi pecho se calma de inmediato, solo me estaba molestando
– Tratemos de evitar este tipo de situaciones en el futuro, eso solo hace que quiera tener sexo, y ya sabes que no podemos
– Si quieres puedo ir al baño y llamarte - sé que está bromeando
– Me parece mejor salir de aquí de inmediato – le doy una mejor idea - ¿tienes alguna clase ahora? – niega – entonces veme en el estacionamiento – creo que esta vez si esty perdiendo la cordura.