Comienzo
Salgo de mi oficina, en mi camino hacia mi automóvil cambio de rumbo sin saberlo voy tan perdida en mis pensamientos. Al instante subo la mirada, la posicionó en un banco, estoy algo abatida debido a distintas situaciones por las que me encuentro pasando actualmente. No sé que es pero algo me hace caminar hasta sentarme en el banco mencionado anteriormente, es en ese momento que salgo de mi ensimismamiento al notar un joven con lentes oscuros que al parecer vio como cuando me senté.
— Buenas tardes, espero que no haya ningún problema en hacerle compañía — le digo al percibir su presencia.
— No se preocupe señorita — me respondió cortésmente el jóven continúa: —. Además se encontraba desocupado antes que yo llegara así que no hay necesidad de decir dichas palabras.
— Gracias, es usted muy amable — me tiene algo consternada como mantenemos una pequeña conversación fluida entre nosotros, eso normalmente me costaría mucho debido a que es uno de mis problemas más grandes y lo que me ha llegado a frustrar demasiado, además de que la amabilidad no define a muchas personas de la zona —. Que descortés soy, mucho gusto mi nombre es Karla
— El mío es Alexander, es un placer conocerla señorita — me responde, sonrió ligeramente al captar su tono de verdad muy amable
— Este chico no se que tiene, pero a pesar de que hemos cruzado pocas palabras me invita a seguir conociéndonos — pienso internamente encantada con el intercambio —. ¿Que te trae por aquí?
— Vine a pasear un poco, decidí sentarme a sentir el viento, necesitaba salir a despejarme un poco — arrugo el ceño extrañada por su elección de palabras, pero optó por no opinar al respecto, escucho atentamente, continúa: —. No me gusta estar encerrado en casa
— Comprendo, es bueno salir de vez en cuando a despejar la mente — continúo: —. Estar encerrado no es bueno, induce a malos pensamientos comunicarse es lo más importante
— Si, tienes mucha razón, a veces me siento que no puedo más conmigo mismo — me dice —. Cuando me siento de esa manera salgo a caminar, casualmente siempre termino en este mismo parque
— Que bueno, además es muy bonito de ver — percibí un cambio en su expresión pero no sé porque, ni siquiera tengo una idea clara del porque de la misma —. ¿Vives cerca de esta zona?
— Si, justo a dos cuadras de aquí realmente ni me gusta alejarme mucho de casa — me menciona con una sonrisa tensa, pero opto por no indagar al respecto
— Que bueno saber eso, quizás debido a eso podremos vernos de vez en cuando
— ¿Porque dice eso? — me pregunta.
— Oh, es porque trabajo en la empresa que da al frente de este mismo parque — le respondo complacida por su interés, levanto el móvil para ver la hora —. Lo siento mucho pero me tengo que ir, ya se me está haciendo tarde espero que podamos encontrarnos pronto
— Si, creo que tienes razón yo también debería encaminarme a mi casa — me comenta, en eso se me ocurre algo.
— ¿No te gustaría que te diera un aventón hacia tu casa? — le pregunto emocionada, en expectativa a su respuesta
— !No¡ — exclama más rápido de lo que me imaginé que lo haría, no me espere esa respuesta de su parte siendo sincera —. Disculpa, no quise decirlo de esa manera lo que realmente quiero decir es que no es necesario además vivo cerca
— Claro, tienes razón lo olvide por un momento — le digo nerviosa —. Supongo que nos vemos en otro momento, ¿No?
— Claro que sí, que te vaya muy bien en tu camino a casa si necesitas hablar cualquier cosa siempre estoy aquí a la misma hora
— ¡Muchas gracias!
Cuando esas palabras salen de su boca, sonrío complacida porque de que el se llevó una buena impresión de mi, con esa misma sonrisa me despido con un gesto de la mano, pero no recibo el mismo gesto de su parte. Lo pienso mejor y decidí no tomarle mucha importancia.
Retomo mi camino hacia mi Bugatti, me subo al instante de accionar el interruptor. Coloca la llave en la ignición, cuando ruge a la vida nuevamente me encamino hacia mi casa que al contrario de Alexander queda a treinta minutos de distancia de mi área de trabajo.
En el camino voy pensando en los hechos ocurridos, cómo por ser tan introvertida me perdí la oportunidad de una buena compra que hubiera dado unos muy buenos resultados, hasta probablemente una posible expansión de la empresa.
Aunque de todo lo malo, siempre sale algo bueno pienso al recordar esta tarde que a pesar de no ser algo muy fuerte, esa ligera conversación con el chico me hizo sentirme más viva, salgo de mi misma cuando escucho mi móvil.
Decidí no contestar, me encuentro de muy buen ánimo y nada hará que cambie.
En cuanto ese pensamiento pasa por mi mente, me fijo que sin saberlo ya me encuentro llegando a mi apartamento, accionó el otro interruptor para abrir el garaje subterráneo, me introduzco para luego estacionarme, bajarme y caminar lentamente hacia el ascensor y posteriormente hasta mi piso.
— A través de la oscuridad siempre habrá un rayo de luz — susurro mientras me adentro en mi habitación y en el camino me voy retirando cada prenda.
De repente un cansancio me llena al instante al posar mi mirada en mi cama, me acuesto al instante ya en ropa interior, me dejó llevar por los brazos de Morfeo al momento de entrar en contacto con ella.