No me atrevo ni siquiera a terminar de pronunciar dicha pregunta, ahorita no es momento para apuntarlo porque eso no me haría mejor que las personas que me juzgaron, me apuntaron y discriminaron diciéndome que nunca podría hacer nada, que era un sueño tonto tener mi propia editorial.
— Olvídalo, lo más importante es llevarte para ver si no tienes ningún golpe fuerte
— No, yo estoy bien no has de preocuparte — me dice avergonzado —. Además no creo que sea nada más que unos pequeños golpes si acaso insignificantes
— Claro que no, está vez no te vas a escapar — continúo: —. Lo principal es comprobar que estés bien, además de avisar a tus familiares de que ocurrió
Cuando digo esto el se queda tranquilo, pero el gesto tenso nunca abandona su rostro. Me puede imaginar el porque no lo menciono, pero en parte es culpa mía las señales estaban allí, pero no las ví. Fui muy ciega para no darme cuenta, y al parecer el quería que fuera así al menos por ahora. En mi mente venía un pensamiento de lastima, pero cuando lo percibí desistí de el no debo de sentirme de esta manera, no es lo correcto y no es bueno ni para el ni para mí.
Lo ayudo a levantarse, para luego con la ayuda de una persona que esta cerca de nosotros me prestó su ayuda para poder colocarlo en mi auto, lo cual hizo que no fuera tan difícil dicha acción. Estando ya el sentado en el asiento del copiloto, me regreso a la zona donde ocurrió el hecho para recoger las cosas que quedaron en el piso cuando paso todo.
— No puedo dejar a su compañero aquí — me digo interiormente en lo que me acerco a el para luego subirlo en la parte trasera de mi Bugatti —. Eso es amigo, ahí estás mucho mejor
Me ladra en gesto de agradecimiento, sonrió para mí cuando lo escucho. Al darme cuenta que todo está bien, me dirijo hacia mi asiento.
— Bueno creo que le caí, de lo contrario supongo que me hubiera mordido — susurro, mejor dicho pensé haberlo hecho porque escucho una ligera risa a mi derecha lo que me hace sonrojarme
— No te preocupes, es muy difícil que le caigas mal a Tobby — me comenta —. Además es cierto, ese ladrido indica que le caes bien si fuera lo contrario creeme que lo sabrías
— Es bueno escuchar eso, realmente siempre he querido uno pero entre una cosa y la otra no he podido
— ¿Porque siempre estás tan tensa? — me pregunta
— Es que han sido muchas cosas, una preocupación tras de otra, pero ya tendremos tiempo para hablar al respecto ¿o no? — indagó con un objetivo en mente, el cual es como por medio de una indirecta para que por esto que paso no se aleje, me gusta demasiado su compañía supongo que más de lo que debería
— Supongo — esa respuesta algo vaga, me genera una incertidumbre en mi interior
— Bueno, debemos de ir a un Hospital para que vean que todo está bien
— Creo que estás siendo muy exagerada, solo fueron unos pequeños golpes por aquí y raspaduras por allá
— Es que me preocupo, no vaya a ser que de ese golpe provenga algo peor después — le digo preocupada
— No vale, pero para que te quedes más tranquila iremos a uno para que despejes tu mente de tales preocupaciones que no hacen mucho bien, aunque creo que tú preocupación es un gesto adyacente de que descubriste como soy
— ¡No! — exclamo, alarmada de que piense que lo voy tratar menos debido a su condición —. No tiene que ver con eso, es que es normal que al pasar algo así lleves a esa persona a un hospital es el mejor curso de acción
— Vamos a decir que te creo
Al darme cuenta que está de acuerdo, y ya no se opone a la idea decido marcar la dirección en el GPS del carro, para dar marcha hacia el centro hospitalario más cercano. Voy manejando en silencio, dando de vez en cuando un vistazo hacia donde se encuentra el percibo en su rostro que se encuentra más relajado, eso me tranquiliza no quisiera que se sintiera incómodo en mi presencia, no es la idea.
Llegamos más rápido de lo previsto, le indico que se quede dónde está para ayudarlo a bajarse del automóvil, bajo de la unidad para luego encaminarme hacia la puerta de copiloto que es donde el se encuentra. Abro la misma para ayudarlo a bajarse, posiciono mi mirada en la parte trasera decidiendo qué hacer con 'Tobby', como el lo llamó optó por bajar unos centímetros todas las ventanas. Ni nota que nos bajamos debido a que se durmió en el camino hacia acá.
— Lo mejor es dejarlo adentro, en este lugar en especial no aceptan que entren animales
— No te preocupes entiendo, es normal después de todo — me comenta con una sonrisa, lo cual con solo verla me hace avergonzarme un poco
— Muy bien, vamos a entrar para que te revisen ya verás que será entrada por salida
Es lo que digo antes de encaminarnos hacia el interior del lugar, a medida que caminamos me doy cuenta de varias cosas que no note al estar sentados en ese banco en aquel parque. Una de esas cosas, es que es mucho más alto que yo, aunque nunca me sentí menos por mi estatura lo cual no es algo culminante, pero es increíble lo alto que es en diferencia de mi.
Llegamos al mostrador, le explicó la situación a la persona a cargo, la chica muy amablemente nos ayuda a llegar hasta una camilla para que ella misma lo examine, me aparto para que ella haga su trabajo, lo que no entiendo es porqué tiene que estar tan pegado a el, eso me incómoda.
— No te preocupes, no es nada más que unas pequeñas raspaduras Lindo — menciona la enfermera —. Solo necesitarás una pomada para pasarla por los cortes, un momento ya voy a buscarla a la enfermería, no has de preocuparte por gastos ni nada
Es lo último que dice antes de salir del lugar, regresa no mucho tiempo después, nos despedimos de ella para lugar retomar nuestro camino hacia el carro. A pesar de que ocurrió hace algunos minutos, no entiendo el porqué el mote demasiado cariñoso que uso esa enfermera, sigue aún en mi mente.
— Ves, te dije que no era nada del otro mundo
— Tienes razón, pienso que exagere demasiado supongo que es hora de llevarte a tu casa
Asiente para luego darme la dirección de dónde vive, es ahí que me doy cuenta que si es cierto que vive cerca del parque. Llegamos a la cera en frente de su casa, me bajo para ayudarlo a bajarse.
— Eso si, te advierto que mis padres son muy sobreprotectores no te sorprendas — no termina de decir esa oración, cuando escuchamos la puerta de la casa, además de dos señores salir de ella