Un Amor En La Nieve

Capítulo I Acaricio suavemente la ventana de mi cuarto, pensando que probablemente sea la última vez que la toque estoy sentada en mi silla con las piernas flexionadas hacia mi pecho del escritorio donde suelo hacer mis quehaceres, mientras mi gato Nube pasa a mi lado rodeándome con su cola voluminosa, supongo que sabe mi estado de ánimo. -¿Tú también estás triste Nube?- Me mira con sus ojos Amarillos que parecen rodeados por un verde claro. – ¡Esto es tan injusto Nube! - Exclamo con brusquedad.Mi brusquedad se debía a que hoy era la mudanza y no estaba preparada aún para tal cosa… Hace poco a mi padre lo despidieron de su puesto de trabajo y a su edad no solían haber muchos cargos… era una ciudad pequeña no habían muchos negocios cerca trabajaba de administrador en una cafetería cerca de nuestra casa la única por aquí por la cual era muy recurrida y a mi papá le pagaban bien pero un día el dueño decidió que *quería mudarse de ese pequeño pueblo donde no había futuro* eso nos afectó a mamá y a mi ya que mi mamá solo se dedica de vez en cuando a hacer tortas por encargo pero eso es más que todo una distracción para ella mientras mi papá sale a trabajar todo el día, nunca hemos vivido lujosamente pero tendremos que mudarnos a una casa más pequeña de la que tenemos ahorita y mudarnos de esta ciudad que aparentemente es demasiado costosa para nosotros, de hecho me tuve que salir de varias de mis actividades favoritas como la natación y la cocina para recortar gastos incluyendo mi actividad favorita el snowboarding (y la más costosa) ya que lo más costoso no son los materiales que uso para hacer estas actividades sino las clases ya que cobran por hora. Mis padres intentaron lo posible por seguir viviendo en esta casa pero no pudieron seguir pagando el arriendo, al igual que el instituto donde estaba el más costoso del pueblo….Un día entonces mi papá recibió una llamada de mi abuelo el cuál le comentó que conocía un lugar donde la renta no estaba tan cara y cerca había un instituto también le dijo que conocía a un amigo que le podía ayudar con un puesto de trabajo, mis padres al principio no consideraban esa alternativa pero la falta de empleo los hizo cambiar de opinión. Suena la puerta - Ya estamos listos, cuando quieras sales- dice Zara (mi mamá) -Salgo en rato-digo en tono desanimado aún mirando por la ventana- Además está lloviendo- mi mamá se acerca - Kayla se que es un cambio que no teníamos previsto pero quién sabe yo siempre he pensado que las cosas pasan por algo- me da un beso en la frente y se va. Unas horas más tarde ya voy sentada en la parte de atrás del carro con mis audífonos puestos escuchando cualquier canción al azar mientras recuerdo a todos mis amigos y todo lo que viví en esa ciudad. Ayer cuando me reuní por última vez con todos mis amigos fue muy emotivo todos me rogaban porque me quedara y eso solo lo hacía aún más complicado. - ¿Vendrás a visitarnos cierto? No te olvidarás de nosotros- Me dijo mi mejor a amiga Karen -Prometo no olvidarme de ustedes y venir a visitarlos en cuanto pueda - Pongo una sonrisa triste - Los amo chicos. Tan solo pensar en el primer día de clases me abruma ¿qué tal si no les agrado a los chicos del otro colegio? o ¿si hago algo que no les guste? o ¿si hay esas tipas chicas que solo te juzgan por cómo te vistas? y me quedé pensando por un largo rato todas las posibilidades negativas que podrían pasarme, mis padres no se veían para nada preocupados ni afectados más bien parecían estar felices a pesar de que prácticamente estamos en quiebra, los veía desde el asiento de atrás riendo bueno ellos suelen ser así muy positivos la única negativa de esa familia era yo. Se hizo de noche y yo estaba en sueño profundo en el coche cuando mi mamá me despertó –Kayla ya llegamos- Observo por la ventana del carro el vecindario tengo que reconocer que es un lugar precioso aunque pequeño en comparación a donde vivíamos. Las casas aquí tienen diferentes tamaños, unas son más grandes y más bonitas que otras, salgo del carro ayudo a mis padres con las maletas y veo donde voy a vivir por un largo tiempo. Es una casa pequeña de un tono rosa pálido, con un garaje pequeño y solamente tiene un piso de pasar de vivir en una casa con 3 pisos y un jardín bastante amplio con habitaciones que ni usábamos, es un cambio bastante considerable, me subo un poco mi gorrito color vino tinto que se me ha caído por estar durmiendo en el coche notó que algunas personas parecen asomarse a la ventana no me molesta ya que seguramente yo haría lo mismo si viera que una nueva personas está llegando al vecindario aunque me planteo la posibilidad de que llegamos muy tarde y hemos despertado a los vecinos. Después de acomodar las cosas me tumbó en mi habitación mis padres se aseguraron que la mía fuera la más grande de la casa incluso más que la de ellos y el único con baño privado, supongo que quieren que no pegué mucho la mudanza. Me coloco mi pijama veo el teléfono un rato contestando algunos mensajes y me preparo para dormir, cuando veo que Alonso (mi papá) pasa por el pasillo, siempre dejo la puerta abierta de mi cuarto a menos que me esté cambiando – ¿Cómo te sientes? ¿Te gusta tu nuevo cuarto? –Claro que sí papá me gusta bastante el armario es más bonito que el anterior – sonrío un poco forzadamente - ¿preparada para ir a clases mañana? –Dice con entusiasmo - ¿Tengo que ir? Apenas acabamos de llegar hoy - Claro que tienes que ir señorita, sabes lo que me costó conseguirte ese cupo a estas alturas del año- suspiré - Ahora ve a dormir- apaga la luz y se va- me miro mi pijama en las oscuridad y me tumbo en la cama *Mañana será un día muy largo* pienso. Por la mañana, escucho que abren la puerta de mi habitación Zara corre a abrir las ventanas y abro un poco los ojos para volver a cerrarlos –Tengo sueño- - Cuando llegues a casa duermes todo lo que quieras, mira ya tengo tu uniforme planchado y listo ¿no es bello? – Lo decía como si no lo hubiese visto antes - Te lo dejaré por aquí y te espero abajo para que vayas a desayunar  Cuando al fin logró pararme hago todo con lentitud no es por el sueño sino porque realmente no estaba de ánimos. Voy a desayunar y de ahí me monto en el carro con mi papá que no parece triste por tener un nuevo trabajo me deja en el Instituto y de ahí me preparo para lo peor, entró con mucha cautela como si estuviera ocultando algo pero realmente solo busco mi salón de clases no me cuesta mucho encontrarlo ni tampoco mi casillero, me hubiera gustado haberme tardado mucho más y así tener una excusa para entrar tarde a clases. Suena el sonido del timbre y una señora con pelo corto y ropa muy elegante se acerca a mí – ¿Usted debe ser la señorita Kayla Acadia?- Dudo un poco -Em… Si -Oh! Yo soy la directora de esta institución mi nombre es Antonia, bienvenida al Instituto Altamira te voy a llevar a tu salón y presentarte con tu profesor de esta hora de clase-Me dice sonriendo, era un mujer alta de cabello no tan largo y marrón y con un uniforme que parecía para ser de ejercicio con el logo del instituto y unos lentes grises, por un momento preferí a ver dicho que no, ya que no quería ser presentada solo quería entrar con completa discreción al aula de clases y apartarme de todo no quería estar “expuesta”. Llegamos a los pocos pasos la verdad yo ya sabía donde quedaba el salón había llegado lo suficientemente temprano como para recorrerme todo el Instituto estaba casi justo al lado de los casilleros solo tenía que doblar un poco por el pasillo. Me presentó con el profesor y con todos los alumnos la verdad mientras me presentaba me quedé mirando un rincón del salón. -Les presentó a la señorita Kayla Acadia estudiará con ustedes a partir de ahora-dijo Antonia apenas miré al profesor y sonreí incómodamente solía hacer eso de mirar a un rincón cuando me tocaba hacer exposiciones y no ponerme tan nerviosa pero no solía funcionar del todo. Y el profesor se quedó serio mirando como la directora me presentaba parecía estar concentrado en otra cosa ¿tal vez en la clase de hoy? en realidad podría estar pensando cualquier cosa. El salón era como cualquier otro, nada innovador y me molestaba un poco que me tocará el salón sin ventanas siempre solía distraerme mirando por la ventana en las clases que me aburrían principalmente en biología, que me ponia malas notas sin importar lo mucho que me esforzara. Cuando al fin se terminó la presentación que pensé que nunca acabaría me senté a lo último de una fila cosa que no acostumbraba hacer en mi Instituto anterior porque de lejos veía un poco borroso y no suelo usar mis lentes porque siento que no son necesarios a menos que esté en frente de una computadora. -Señorita... ¿Me repite su nombre? –Kayla - Señorita Kayla ¿podría sentarse unos puestos más adelante por favor? –No dije nada me quedé mirándolo por unos segundos y levanté de mi asiento el cuál ya me había acomodado y me pasé dos asientos más adelante *Genial* Pensé *Todos enfocarían la mirada en mí de nuevo* Sentía algunas miradas incluso pensé por un momento que alguien se estuviera burlando de mi pero me quité esa idea de la cabeza no tenía mucho sentido – Bien Kayla ya que no viniste las primeras clases voy a decir algunas de mis reglas en la clase cosa que debes tener anotadas en el cuaderno para la próxima clase, seguro no tendrás problemas en pedírselo a alguno de tus compañeros bueno comencemos- Y me da un largo resumen de lo que no se debe hacer en su clase reglas que todos sabemos y que no necesito que me repitan mi mamá antes de viaja para acá me había hablado bastante de estas reglas por varios días seguidos, bien soportaba a mi mamá pero a un desconocido era bastante molesto. - Y por último no quiero ver ese tono de labial en mi clase- *Ahora si empecé a escuchar algunas risitas* Ni es tan fuerte pensé solo era un morado claro ¿tal vez me apliqué mucho esta mañana? Que incomoda me sentía y eso era solo el primer día. Al salir al receso pensé en lo sola que me sentiría siempre estaba acostumbrada en estar rodeada de amigos y por años había sido así. Abrí mi bolso con cuidado y saco el jugo que metí tomo poco a poco y empiezo a notar algo que no había notando cuando llegue debió ser por los nervios habían afiches de todo tipo anunciando que se realizaría una competencia pero no cualquier competencia era snowboarding vi varios afiches habían diferentes actividades natación, básquet, voleibol incluso juegos de mesa como el ajedrez pero el que parecía destacar definitivamente era el snowboarding de verdad quería participar pero no tenía los suficientes recursos para poder hacerlo de hecho por eso lo había dejado… mis implementos estaban desgastados y no tuve suficiente dinero para comprarme unos nuevos eran sumamente costosos y ya era suficiente con el inmenso esfuerzo que hacían mis padres pagándome este Instituto aunque no fuese el más caro, de hecho recuerdo cuando me compraron el uniforme dijeron que me comprarían uno solo mientras tanto .. Tendría que estar lavándolo constantemente *mientras tanto* me dijeron… mientras se acomodaban un poco con la cuestión del dinero. Pero no aparté la mirada del afiche así que se me ocurrió tomarle porque la fe es lo último que se pierde. Cuando estoy tomando una foto en medio del pasillo una chica con cabello corto y n***o se me acerca y me pregunta. - ¿Planeas competir? –Emm… no lo sé soy nueva aquí así que… -No creo que tengas oportunidad contra los que compiten hay muy buenos jugadores incluyendo a mi novio –Me interrumpe -y la última chica que compitió perdió y quedó de ultima en la tabla de posiciones nisiquiera clasifico a la tercera ronda –…no creo que compita- arrugo la cara la chica se va sin decirme una palabra más me enfoco en la foto a ver si no me salió un poco borrosa –No le prestes atención a Miriam – Me dice una chica con una bufanda azul y unas botas con tacón con cabello rizado. - ¿Eres nueva? No te había visto antes… -Si soy nueva comencé hoy mi nombre es Kayla – El mío es Emy, por cierto odio mi nombre – A mi me parece que es bonito – Todos dicen lo mismo pero la verdad es incomodo, Ocasiona ciertas burlas… ¿planeas competir?- Dice mientras se voltea y señala y el afiche que estoy mirando y se gira de nuevo a mi -No lo sé, seguro es muy costoso –No, de hecho es gratuito para los que estudian aqui ya que es promocionado por el instituto - ¿Estás hablando enserio? –Sí pero necesitarás un equipo –¿Equipo?- Si o un patrocinador pero eso es difícil de conseguir, y si planeas hacerlo sola te será difícil –La verdad no sé si participe solo es una idea –¿Ya has hecho snowboarding antes? – Si pero llevo un tiempo si practicar. Hablamos por un rato hasta que tuvimos que entrar a nuestras respectivas aulas de clase, al salir se ofreció a pasearme por la pista donde será la competencia de snowboarding y no la puedo rechazar. Cuando llego a mis padres le comento la idea de participar en esta competencia también le digo que pudiera conseguir un patrocinador si soy buena en eso pero no parezco convencer a mis padres – Con mucho gusto quisiéramos que compitieras cariño pero sabes la situación en la que estamos –Dice Zara. - Sabes lo costoso que es eso- Continua Alonso. –La competencia es completamente gratis ya que es promovido por el Instituto y ya sé que mi tabla de nieve está un poco desgatada pero la puedo mandar a arreglar antes de la competencia –Humm si la puedes afilar y usarla podría ser – Dice Alonso – Y ya por lo demás no te preocupes tengo las rodilleras, la ropa, el casco, en fin todo lo que necesito –¿Seguro que esa tabla está en buena condiciones cierto? – Dice Zara con preocupación. – No quiero que te lastimes – Si la mando a afilar y la pinto no me pasará nada – Digo con entusiasmo . – Además en algo que de verdad amo hacer - Lo sabemos- dice Zara. - Si la arreglas te daremos el permiso para que compitas – Se los agradezco. ¿Por cierto como te fue en el trabajo hoy papá? Llegaste temprano – Si, al principio comenzaré trabajando por medio tiempo pero poco a poco me darán mayores responsabilidades y tal vez me asciendan –Dice mientras ve la televisión, está concentrado en un programa de crímenes al que se obsesionó hace poco - Eso se escucha muy bien – Si pero no hay que adelantarnos a los hechos – Dice sereno. - ¿Y a ti como te fue en tu primer día de clases? –Dice Zara mientras sirve el almuerzo en la mesa donde estoy sentada, normalmente comemos todos juntos y que nos cambiemos de casa no lo hará diferente – Muy bien conocí a un chica que me dijo que podría mostrarme hoy donde será la competencia de snowboarding – No te quitas esa idea de la cabeza – Dice mi Alonso levantándose del sofá. -¿Puedo ir? – Mis padres se miran – Si pero no tardes, ahora almuerza descansa un rato y puedes ir – Graciaaas. Como muy rápido me siento muy ansiosa al menos mis padres no se dieron cuenta de eso por estar viendo el programa de crímenes mi papá la está enviciando a ese programa. Me visto y me coloco una falda de cuero n***o y una camisa blanca con estampado con una pequeña cartera de lado blanca, nunca puede faltar una cartera por más pequeña que sea me siento incomoda así sea que no lleve nada solo la utilizaría por adorno. Esmeralda quedó en pasar por mi casa ya que sabía donde quedaba el vecindario es puntual y voy corriendo hacia la puerta apenas escucho el timbre –Adiós regreso pronto- Sin esperar a que contesten mis padres. Llegamos rápido al sitio su nombre es “Parque de Cristal” No es tan lejos de donde vivo ni de la escuela agarramos un autobús y nos deja justo en frente, y ya con ver el frente sonrío es mucho más grande de lo que esperaba y doblemente de grande de donde practicaba. –Seguro hay jugadores practicando en este momento – camino rápido para entrar lo más rápido posible y no perder ni un solo segundo, a esmeralda le cuesta un poco seguirme el paso cuando entramos vemos en gran estadio. -¿Vienen muchas personas a ver esta competencia? –murmuro mientras abro bien los ojos admirando las rampas de snowboarding. – La mayor parte de la ciudad, a los que viven aquí le encanta distraerse con estas competencia y me incluyo son divertidísimas, Oh mira el ganador del año pasado Adam, me señala a un chico con un forro polar azul (Implemento de snowboard) y un casco blanco con rayas azules el cuál reconozco que es muy bueno en la pista y a pesar de todas las acrobacias que da no parece cansado. –Wao!- Susurro – ¿Crees que puedas con eso? – Seguramente, no me intimida – Ahora la que está sorprendida soy yo, dijiste que no sabías si competir – Solo afilaré mi tabla y la pintaré y estará lista para la competencia ¿Cuándo es? – La próxima semana – Eso es muy pronto… -Me desanimo – Conozco a alguien que podría ayudarte con esa tabla, sígueme – Me lleva afuera del estadio y entramos por atrás a una especie taller donde hay varias tablas de nieve y varios cuadros al parecer los ganadores los años anteriores al entrar hay un pasillo estrecho luego hay una puerta que dirige a una entrada donde hay un sala amplia y donde hay chicos con uniformes que están afilando sus tablas también veo que hay una fila. - ¿Y esa fila? – Oh se me había olvidado decirte las inscripciones son hasta hoy -¿Hoy?- Exclamó –¡Tranquila conseguiré quien te ayude con tu tabla, oye Ben! Puedes venir un momento – un chico rubio, con una camisa blanca y de buenos brazos se acerca – ¡Hola! Tiempo sin verte por aquí ¿Qué sucede? – ¿Podrías afilarme una tabla antes de la próxima semana? – Claro ¿Dónde está? – Parecen hablar sin que yo estuviera – Oh! Te presentó a Kayla ella va a competir en la próxima competencia, es nueva en la ciudad- sonríe – Mucho gusto soy Ben así que quieres competir… ¿tienes un equipo? –Todavía no – contesta Emy por mi, pero ¿tú podrías ser parte de su equipo no? El sabe todo lo que necesitas sobre el snowboard me dice –Estoy en el equipo de Leo este año -¿Cuántas personas tengo que tener en mi equipo para participar? –Digo al fin. – Te explico – Me mira Ben fijamente – Las competencias a diferencia de muchos lugares donde los hacen individualmente aquí es equipo cada equipo debe estar conformado por mínimo 3 personas, la competidora o competidor y las otras dos ayudaran a la competidora a ponerse el traje y por si ocurre alguna falla con la tabla saber resolverlo, y en la primera ronda se escogeran a los 15 finalistas que van a continuar para la segunda –Bueno yo puedo ser parte de tu equipo- Dijo Emy – Eso me parece una gran idea – Nos miramos y sonreímos mientras chocamos las manos – Bueno mañana te espero con tu tabla a ver qué puedo hacer por ti, las dejo porque tengo que hacer unas cosas – Sale de la gran sala y se va por el pasillo – Solo nos faltaría otra persona, alguien que sepa que hacer en caso de que a tu tabla le pase algo …encontraremos a alguien, ya verás oh por cierto ve a inscribirte yo te espero afuera tengo que realizar una llamada ni logró despedirme cuando ya se ha ido, agarro la hoja de inscripción y veo todos los requisitos también veo que la fila para inscribirse no es muy larga y la mayoría son hombres y algunas pocas mujeres noto una en particular que se nota un poco nerviosa se toca mucho el pelo y se muerde mucho los labios pero no parece estar así por la planilla de inscripción, mientras lleno la planilla de inscripción un chico alto de pelo n***o se pone en la fila y noto que es el mismo que estaba practicando snowboard afuera, tiene una piel pálida y una camisa azul con unos jeans se ha cambiado rápido la ropa de snowboard, seguro tiene un buen equipo, cuando al fin termino de inscribirme y termino de hacer la fila empiezo a buscar a Emy con la mirada y entra a la sala con dos jugos en la mano – Supuse que tendrías sed- sonríe mientras levanta un poco los jugos con los brazos – Gracias –Mientras me tomo el jugo me distraigo un poco por la belleza de este lugar, es tan espacioso e increíblemente precioso hasta que súbitamente un chico de cabello marrón claro y ojos verdosos se estrella conmigo empapándome mi ropa de jugo que a él solo le salpicaron un poco, nos quedamos unos segundos mirando el desastre y Emy se queda paralizada pero ignoro la razón - ¿Sabes que acabas de manchar con tu jugo? – Me dice el chico con una mirada desafiante – ¿Sabes lo costoso que es este forro polar? –Oye, te ofrezco una disculpa yo… Podría lavarlo si eso… –Déjalo así- Mira un momento a Emy y se retira -¿Qué es lo que pasa con él?- Digo en un tono alto a propósito – Shhh baja la voz Kayla! -¿Qué? ¿Por qu… -El es el hijo del dueño de este lugar –Me interrumpe -Si él quisiera podría hacer que no compitas aquí – ¡Eso no es justo! ¿No pueden hacer eso o sí? – La mayoría del consejo lo obedece a el por ser el dueño así que sí – Arrugo la frente - Mira mi camisa… A él ni le pasó nada comparado con la mía –Lo sé Kayla pero Leo es así… es mejor no caerle mal porque cuando alguien le cae mal les hace imposible la vida – Leo? ¿Lo conoces? – Pregunto en tono de sorpresa y arrugando más la frente – Desde que estamos pequeños, al igual que muchos de los que estudiamos en el Instituto Altamira y porque lo conozco de verdad no quieres caerle mal -¿El compite? –Si, quedó en segundo lugar el año pasado- dice Emy mientras retomábamos la caminata. Cuando llego a casa. ¡Oh! ¿Qué te paso Kayla? –Dice Zara mientras mira abre los ojos como platos mirando mi camisa al llegar a casa. – Un estúpido me choco mientras me tomaba un jugo –¡Hay que lavarla de inmediato!...-Dice mi mamá como si se tratara de algo muy grave. Mientras me cambió y la voy a lavar me acuesto un rato en la cama meditando sobre el día hasta me quedé completamente dormida. Al otro día en el Instituto al entrar a la primera hora de clase me doy cuenta que estudio con el chico que esquiaba muy bien pero también… al que le “tiré el jugo” accidentalmente ayer.