Dos largas horas después, al final conseguí que los amigos de Daniel se fueran de la casa, eran demasiado cansados, eran las personas que menos aguantaba en estas mundo, eran personas que intentaban siempre agradar a todo el mundo pero no eran para nada, esas buenas personas que aparentaban, eran personas crueles y demasiado egoístas, no me gustaba para nada tenerles en mi casa.
Me tire en el sofá apoyando mi cabeza en el reposa cabezas y cerrando mis ojos.
—No te caen muy bien mis amigos ¿verdad?—me pregunto,
Le mire.
—Soy más de perros—le dije.
Daniel me miró.
—¿Qué tiene eso que ver?—me pregunto.
Le mire.
—Sois los mosqueperros—le dije.
Daniel me miró en silencio mientras intentaba analizar mis palabras.
—Sigo perdido—comentó.
Le mire.
—Cuando era niña, veía una serie Dartac
