Elias. Me despierto como desorientado, lo primero que hago cada día es ver a Mai, pero hoy ella no esta en la cama, me siento viendo la cuna en donde los nenes tampoco están, me friego la cara sonriendo al oir la risa de mi hija, voy hacia su habitación viéndolos, Mai sentada en la alfombra cambiando a Era y mi hija ya esta cambiada y peinada, esta paradita agarrada de Mai dándole besos riendo, le da un beso y se aleja tentada porque Mai se hace la que se asusta. —Papaaaa. —Hola amor. —me agacho al lado de ella estirando las manos, no se anima a caminar por eso me agarra de las manos—. Como te amo amor mío. —me inclino dándole un beso a Mai—. Wou, no te escuché. —Estabas muy dormido, no quise despertarte asi descansas. —Bueno, me levanté de diez. —me siento a un lado viendo como lo te

