Al llegar a la ciudad, lo primero que hizo Lera fue ir a Bolshakov, asegurándole que había pasado las dos semanas sin salir de su habitación. Se cubrió de libros de texto, leyó todo lo que pudo serle útil. Repasó todas las notas de las últimas lecciones, revisó sus últimas consultas un centenar de veces, leyó la tesis de cabo a rabo cinco veces, casi memorizándola. El profesor se mostró complacido con ella y le prometió que Lera sería la primera en defenderla. Luego fue a ver a Alla y le prometió que mañana, después de la defensa, definitivamente vendría a ella y celebrarían este increíble evento. Luego llamó a Anna y se reunió con ella en una cafetería en el centro. Su amiga le pidió consejo y Lera no pudo evitar negarse. Sabía perfectamente que ella hizo por ayudarla y le estaba eternam

