Mientras se adentraban, el silencio se hizo más profundo, solo roto por el suave murmullo de sus patas sobre la tierra húmeda. La luz del amuleto de Amarok era la única fuente de iluminación, proyectando sombras danzarinas que parecían burlarse de ellos. Pronto llegaron a la primera prueba. El pasadizo se abrió a una gran caverna, sus paredes cubiertas de inscripciones antiguas que brillaban débilmente con una luz interna. En el centro, una niebla verdosa se arremolinaba. "Esto es lo que las leyendas llaman el Velo de la Percepción," explicó Amarok. "Se dice que muestra las ilusiones más profundas de uno, las verdades que uno se niega a aceptar." De repente, la niebla comenzó a cobrar forma. Ante Luna de Plata, apareció una imagen de Sombra Oscura, más imponente y terrorífica que nunca,

