Capítulo Tres

1124 Palabras
Xavier estaba acostumbrado a conducir en silencio, pero necesitaba confiarle algunos secretos. —Como escuchaste antes, mi nombre es Xavier Delgado—, comenzó Xavier. La voz de Xavier sacó a Jessica de sus pensamientos. Se giró para mirarlo y escuchar todo lo que tenía que decir. Si necesitaba una esposa, debía haber una historia detrás. —Mi abuelo está enfermo y en el hospital, y me presionaba para casarme. Iba a casarme con una chica de una agencia matrimonial, pero no se presentó, así que me casé contigo—. —Le dije a mi abuelo que llevamos saliendo un año, por eso nos casamos—. —De acuerdo—, respondió Jessica. —¿Y tú qué haces?—, le preguntó Xavier cuando vio que ella respondió. —Soy asistente de cocina en el restaurante L’Verine—, respondió Jessica. Xavier conocía el lugar, había cenado allí varias veces. Se preguntó si ella lo había visto. Pensó en la posibilidad de que ella se le acercara a propósito, sabiendo que él era rico, pero no le importó. Sabía que la convencería de aceptar un divorcio amigable después de un año. Incluso si su abuelo aún estaba vivo para entonces, sería más fácil convencerlo de por qué decidieron divorciarse. —Pero le dirás a mi abuelo que actualmente estás estudiando un doctorado—, dijo él. —¿Y tú qué haces?—, preguntó Jessica. Xavier se preguntaba si ella estaba siendo sincera o si pretendía no conocerlo. —¿No me conoces?— Xavier preguntó. Aunque era un hombre de pocas palabras, siempre era curioso y se aseguraba de satisfacer su curiosidad, lo que lo convertía en un buen oyente para todos. Su curiosidad lo impulsó a preguntar si ella lo conocía. —¿Eres famoso?—, respondió ella. —Aunque lo fueras, no te conocería. Apenas tengo tiempo para ganar suficiente dinero para mí misma, así que apenas sé nada sobre mi entorno—, confesó Jessica. Ella era horrible para tomar nota de su entorno. Apenas podía distinguir a las celebridades y se quedaba dormida cuándo veía películas, solo escuchaba música antigua. Solo escuchaba una nueva canción cuando estaba en el autobús o en un taxi. —No, no lo soy—, respondió Xavier. Era la primera vez que conocía a una chica que no lo reconocía. Pensó que todas ellas lo conocían y suspiraban por sus fotos en revistas de negocios y moda. Después de todo, era un ícono en ambos mundos. —Trabajo en Braxton Industries—, dijo él. —¿Cuál de ellos?—, preguntó ella emocionada. La única razón por la que conocía Braxton era porque había solicitado trabajar como asistente de cocina en su hotel. Nunca le habían dado el trabajo, pero seguía solicitando cada año mientras trabajaba en L'Verine. —Todos—, respondió Xavier. Por alguna razón extraña, la respuesta de Xavier la hizo reír. Bueno, desde la mañana apenas había reído. Tenía que reconocer que él logró hacerla reír. —¿Qué quieres decir con todos ellos?—, preguntó mientras limpiaba la lágrima que cayó de la risa. —Soy el nieto del presidente—, respondió Xavier con indiferencia. —¿Qué?—, preguntó Jessica con los ojos muy abiertos. —Soy el heredero de Braxton Industries—, dijo de nuevo. Tenía que confesar que tenía mucha paciencia hoy. Respondió a todas sus preguntas sin enojarse. —¿Qué?—, preguntó Jessica de nuevo. ¿Acababa de casarse legalmente con un multimillonario? —¿Hay algo más que necesite saber antes de conocer a tu abuelo?—, dijo Jessica mientras estacionaban en el estacionamiento del hospital. —Siempre está cansado debido al cáncer de hígado, apenas puede hablar. Solo saludémoslo hoy y eso será todo—, respondió él. Esperaba que llegar a la habitación del hospital al menos lo hiciera dejar de hablar. —De acuerdo entonces—, dijo Jessica sacando un espejo pequeño de su bolso. Se miró y practicó sonreír. Si estaban saliendo, tenía que hacer creer que era feliz estando casada con un desconocido. Xavier la observaba mientras lo hacía. Había algo muy diferente en ella, una aura que no podía explicar. —¿Vamos?—, preguntó Xavier desabrochando su cinturón de seguridad y abriendo la puerta. Jessica hizo lo mismo y ambos bajaron. —Aquí está el anillo. Espero que te quede—, dijo Xavier sacando dos anillos de su bolsillo. Uno con una cabeza de diamante engastada en un aro de oro y el otro con pequeñas piedras de diamante engastadas también en un aro de oro. Jessica tomó el anillo y se lo puso. No podía creer que ahora llevaba un anillo de diamantes. Lo mejor que Burke le podría haber dado sería una banda de acero pintada de dorado, pero aún así su corazón anhelaba a él. El anillo le quedaba perfecto, como si hubiera medido sus dedos. —Mantente cerca—, dijo Xavier. Xavier a Jessica le pareció frío, pero aún así se notaba su preocupación y calidez. Creía que él mostraba esa actitud de ser frío y no importarle para mantener alejadas a las personas. Era obvio que eso era lo que hacía. Aunque ella no estaba interesada en las noticias recientes y lo que sucedía, no había un solo habitante en la Ciudad Chiachester que no conociera la brutal muerte que enfrentaron sus padres.Algunas personas incluso pensaron que fueron asesinadas intencionalmente, pero la investigación policial concluyó que fue un accidente cuando atraparon al otro hombre borracho que conducía el camión. El culpable fue acusado de atropello y fuga y fue encarcelado solo por un año y luego liberado. Xavier debe estar fingiendo para protegerse de dejar entrar a alguien y luego tener que perderlo. Aquí estaba a punto de perder a su abuelo, quien ahora era la única persona que tenía en su vida. —Me preguntaba qué te retrasaba—, dijo Dawson. Él había estado esperando a su nieto desde que prometió traer una esposa hoy. —Hubo un pequeño problema en el juzgado—, respondió Xavier. Dawson esperaba que Xavier apareciera con una excusa sobre por qué no tenía esposa, pero para su sorpresa, estaba con su esposa. Se preguntaba de dónde había sacado Xavier una esposa. Sabía que no tenía novia, como siempre decía. Solo le permitió salirse con la suya porque conocía la lucha de su nieto para aceptar a más personas en su vida. Aquí estaba una chica acompañándolo. Se preguntaba de dónde venía y si resultaría ser una buena pareja para su nieto. Planeaba dejarlo en manos de una buena persona. Él se enamoraría más adelante.
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