Las semanas se volvieron interminables, para ambos, que con lo único que deseaban era con volver a ver a ese que tanto extrañaban; pero bien dice el dicho popular: no hay fecha que no se llegue, ni plazo que no se cumpla, y su tiempo separados terminó. Airam sonrió emocionada, él había llegado y estado todo el día con los altos rangos de ese ejército, y estaba ansiosa porque la noche llegara, para que, después de la cena, pudiera robárselo y tenerlo solo para ella. Gamaliel deseaba lo mismo, pasar toda la noche a su lado, y esperaba emocionado que el tiempo corriera rápido también. Era algo complicado de entender, ahora que estaban tan cerca, se sentían mucho más lejos. Pero eso estaba por terminar, al gin la distancia se acortaría hasta convertirse en nada. La joven llegó realmente t

