Capítulo I

3452 Palabras
-¡No puedo creer que lleve desde hace tres meses pidiéndole a mi jefa por mis vacaciones y me diga que aún no es posible dármelas!… Es que si la tuviera en frente le daría… -Cuidado con las cosas que dices muchacha –Alicia se acerca y me da una taza de té –Ten, lo preparé para ti, necesitas relajarte un poco –Subo una ceja, mamá no suele preparar te. Miro de reojo mi teléfono Eddie, mi mejor amigo me había estado enviando mensajes todo el día sobre algo “Paranormal” que le había sucedido con una supuesta “bruja”, algo que podría cambiarme la “vida”. Pero ahorita no tenía tiempo de contestar y seguramente estaba borracho. -¿Sabe bien? –Pregunto sin tomar la taza de té, Alicia rueda los ojos y me deja el té a un lado. -Solo tómatelo y ya no preguntes tanto necesitas relajarte un poco -¿Cómo se supone que me voy a relajar? –Refunfuño mientras leo de nuevo el correo de mi jefa -¿Has escuchado lo que he dicho? Necesito otro trabajo uno que no se aquí encerrada en estas cuatro paredes uno que sea en serio salir a las calles tomar fotografías de lo que sea, bodas, mascotas, eventos especiales no estar… -Estar trabajando virtualmente no es tan malo, ojala yo hubiera tenido esa facilidad cuando era joven –Me interrumpe mi mamá cansada de mis quejas –Ya verás que te las dará, ahora tomate el té que se te va a enfriar y así no surge efecto –Despejo la mirada de mi laptop y le doy un pequeño sorbo al té. -¡Auch! Esta muy caliente –Tiro la taza a un lado de la laptop que cae en todo el teclado –Oh no –Restriego mi camisa rápidamente en busca de una solución que no funciona del todo ya que la laptop se apaga y empieza a echar humo. -¿Qué se supone que has hecho Misa? –Se apresura mi mamá al teclado con mala cara que le da unos toquecitos a la pantalla -¿Sabes lo que cuesta una laptop así no? Todo por estar con tu mal humor todo el día. -Lo siento –Mi mamá tenía razón nada me costaba detenerme un momento y solo tomarme el té he estado tan estresada últimamente y eso que solo he estado en mi propia casa. Mi jefa cree que por ser un trabajo online me debe mandar cosas para hacerlas a último minuto y que en parte debería hacer ella o contratar a otra persona para que me ayude. No me quejo de mi sueldo pero para todo lo que hago definitivamente merezco más. -Bueno tendrás que comprarte una tu misma porque no creo que esa tenga reparación–Mi mama toma la taza de té con mal humor y baja a la sala. –Te quedó bueno el té –Susurro. Me la pasé toda la tarde intentando sacarle todo el té que le cayó incluso intento un truco que vi por internet que aunque sea para teléfonos exclusivamente vale la pena intentar. Consiste en dejarlo en arroz toda la noche para que absorba bien todo el agua, escuche de un par de amigas a los que esto les había funcionado ¿Por qué a mí no? Utilice un pequeño recipiente y lo llene hasta la mitad de arroz y claro mi mamá se burló de mi diciendo que *Aunque le echara el paquete de arroz entero no iba a funcionar” Pero yo no me rendía tan fácil, habían muchas razones para no hacerlo, había elaborado un material muy bueno de diseño para la empresa en la que trabajo, uno que al fin me podría conseguir el ascenso según mi jefa y empezar a estar más en los proyectos pero en persona y no tanto virtualmente. La empresa creaba telas para pantalones más conocidas como Blue jean y no había otra cosa que anhelara más que estar fotografiando a las distintas modelos que emplearán las prendas, pensar que estuviesen posando para mí y que ese trabajo pueda ser exhibido en una famosa revista seria un sueño hecho realidad. Le escribí un correo a mi jefa informándole de lo sucedido pero su única respuesta fue: “Querida Misa Bhandari, lamento realmente lo que le paso a tu laptop, pero como entenderás la empresa ni yo somos responsables de lo sucedido y por ende como Gerente de esta corporativa y responsable de un proyecto tan grande, como lo es la publicidad de la marca tengo que responder por los proyectos que se te han mandado a realizar en tal caso que no puedas cumplir con eso para el día pautado (Que es mañana temprano) lamento decirte que serás despedida. Saludos cordiales. Lana Venegas. No esperaba menos de ella y no era la primera vez que me había amenazado con botarme, lo había hecho en otra ocasión en la que me sentía realmente mal. Recuerdo que comenzó con una pequeña gripe que no trate a tiempo por estar trabajando a tal punto que no podía caminar de los dolores de cabeza tan fuertes que me dieron pedí solo unos días para sanarme y ni crean que me los dio. Supongo que si no le importó mi salud en aquel momento menos le importará que mi laptop se haya estropeado. Decidí que no podía perder el empleo le pedí prestada la computadora a mi papá que no tuvo ningún problema en prestármela y pasé horas inventando los nuevos diseños de publicidad de la nueva marca algunos los recordé pero otros… Solo se esfumaron de mi mente como cuando solían explicarte matemáticas en el colegio el día de la práctica todos recordaban pero el día del examen era otra cosa distinta. Llevaba horas pegada al computador, me dolía la cabeza y no había comido nada en buen rato sabía que si lo hacía me distraería e inevitablemente me quedaría dormida; ya presentía las ojeras que me saldrían para por la mañana. Mientras veía las fotos que yo quería tomar en vez de estar editándolas no es que tuviera algo de malo pero estar haciendo esto por casi un año me tenía verde. En ese momento escuche a mi teléfono sonar, su tono era una canción de un violín un instrumento del que me encantaba sus sonidos. Pensé por un momento no contestar y escuchar el tono hasta el final, al observar de quien se trataba cambié de opinión, era mi mejor amigo Eddie. Contesté. -… ¿Hey? ¿Hay alguien allí?  Yujuuuu Misa se que estas ahí se que es tarde y sueles dormir como un oso invernando todo el día pero tengo algo que contarte, algo que me pasó hoy y es enserio impresionante. Me puse el teléfono en el cuello y seguí en lo mío seguro me iba a contar una tontería de algo que hizo con sus amigos. -Ya ya… Estás ocupada con tu trabajo o mejor dicho el trabajo que debería hacer tu jefa… La tipa esta ¿Estambre? ¿Fieltro? –Carcajeo –Sabia que estabas allí se que no te resistes a mi sensuales chistes. -Hagamos una cosa yo escucho y tú hablas –Seguí tecleando como si no hubiera un mañana. -Vale… Esta tarde un amigo mío… -¿Cuál de todos tus amigos? –Lo interrumpí de forma dudosa no confiaba en sus “amigos”. -Déjame terminar y luego te cuento sobre los personajes ¿De acuerdo? –No quería debatir eso así que solo afirme con fastidio –Uno de mis amigos me contó sobre una mujer que supuestamente hacia magia con cuestiones del amor –Al decirme eso ya me imagine de con cual amigo estaba, Theodoro, su vecino. No tenía nada en contra de él, era bastante simpático no obstante lo que tiene de simpático lo tiene de chiflado. Recuerdo que una vez salto al techo de su vecino queriendo hacer parkour y al ver que no había muerto en el intento siguió saltando hasta que pisó en falso y se fracturó una pierna lo peor del caso es que unos chicos se acercaron y en vez de ayudarlo le quitaron todo lo que traía encima para él fue gran dolor perder su teléfono especialmente por todo lo que había grabado saltando de techo en techo gracias a Dios cayó en un pote basura de lo contrario no seguiría vivo. -Bueno el hecho es que yo no creía en eso, sabes que no creo en fantasmas en brujas ni nada por el estilo de hecho aún estoy un poco escéptico. Cuando llegue al lugar tengo que decirlo es un lugar tenebroso, es un almacén abandonado y no mucha gente pasa por ahí cuando entré había una mesa redonda bastante amplia nada fuera de lo común hasta que empezó a decirme cosas de pasado y a hablar de mis problemas y como podría arreglarlos. -Yyyy Le creíste -Espera espera Misa –Dijo con fastidio –La señora empezó a hablarme de Mariana. –Mariana mariana claro ese nombre no podía faltar –Mariana es la ex novia de Eddie, quien lo dejó al tiempo diciéndole que realmente nunca estuvo enamorada de él y que le gustaba Theodoro en resumen se acercó a Eddie por Theodoro, claro que, a Theodoro jamás le llego a gustar y menos al ser tan amigo de Eddie. Lastimosamente Eddie no la había superado tal vez eso de que “La persona con quien pierdes tu virginidad es más difícil de superar” Era cierto. Lamentablemente al ser nuestra vecina la teníamos que ver regularmente. -¿Qué te dijo? Déjame adivinar que si hacías un baño de rosas con una foto suya ¿Ella automáticamente regresaría a tus pies? –Intenté adivinar con sarcasmo ya era hora de que la superara. -No, realmente me dijo todo lo contrario –Arrugue la cara –Me dijo que no me convenía y que realmente nunca me amó, que cuando llegará hoy a mi casa a las 6:33pm encontraría a Mariana destruida así como ella me dejó a mí. -¿Y? Te diste cuenta de que era mentira, de que te estafaron y ahora me llamas para desahogarte. -No, ya quisieras que eso hubiera pasado, pero hoy no te podrás burlar de mi, llegando al punto es que si pasó. -¿Qué cosa? –Paré de teclear un momento; más por la curiosidad que por el cansancio. -Llegando a la casa mire para todos lados y espere un buen rato –Cuando ya estaba a punto de rendirme escuche sollozos de lejos ¡Era Mariana! Estaba llorando en las escaleras de su casa ¡Jamás la habías visto llorar! Por un momento sentí pena por ella. Pero la bruja me confirmo que me fue infiel con un chico que conoció en una fiesta cuando estaba conmigo. -Eso todo el mundo lo sabia –Rodé los ojos. Recuerdo ver las fotos que se regaron por todo el instituto “Cuando aun seguíamos estudiando” hace unos 2 años y medio. No extrañaba ni lo más mínimo al instituto, los odiaba a casi todos. También recuerdo que Eddie se negaba a creer que era ella. Las fotos eran muy claras. Mariana pegándole todo el t*****o al chico, Mariana tocándole las nalgas al chico, Mariana besando al chico, ¡y vaya que era el beso! Era como uno de esos besos que darías al privado y lo peor es que ni siquiera se esforzó en ocultarse, solo con decirle a Eddie que no era ella fue suficiente para que le creyera. -Y que la haya visto llorando pudo haber sido una coincidencia. -Si puedo haber sido una coincidencia pero me dijo que cuando llegara a mi habitación mi perro se haría en mi cama y eso en verdad pasó cuando llegue ¡toda la cama estaba mojada! Aún estoy molesto con él, tendré que dormir esta noche en el sofá. -Ok ok… Seguro solo está molesto por el nombre que le pusiste  -Fígaro fue el nombre que le puso, en serio, si yo fuese ese perro haría exactamente lo mismo. -Me habló de ti –Me tensé. -¿De mi? -Me dijo que no ibas a creer nada de lo que yo te decía, que tendrías que ver por ti misma para creerme –Si en eso mi amigo tenía razón, ver para creer ¿Cierto? –Así que, Vayamos mañana al hada de los deseos para que logres creerme y así tal vez te busque a tu media naranja. Mi media naranja estaba a muchas horas de aquí, esa persona no sabía que yo era su media naranja, no me conocía, y no tenía la más mínima idea de que existía y si tuviera una idea seguramente pensaría que era una demente, le daba “Me gusta” a cada foto que montaba incluso las que tenía desde hace años, quería que un día llegara a notarme. A medida que fue pasando el tiempo dejó a un lado la actuación y empezó a producir. Aún no me había resignado con la idea de conocerlo; aún así cada día que pasaba sin tener algo planeado para cumplir mi meta era desafortunado y solo pensar en las 8 millones de personas siguiéndolo en i********: me lo hacía ver más imposible. No se comparaba para nada a cuando solo tenía 30 mil seguidores. Su carrera de productor era realmente exitosa y la serie que veía de pequeña hace años solo le dio la fama que necesitaba. -Si vas conmigo prometo que no te arrepentirás. -¿No puede ser otro día? Tengo que entregar esto para mañana o estaré despedida. -Ya era hora –Gritó Eddie con emoción –Ese trabajo no te conviene y lo sabes. -Sabes porque sigo allí. -Hagamos algo, vamos mañana por la mañana muy temprano no es tan lejos y luego yo mismo te ayudaré con lo que sea que estás haciendo. Unas manos extras no me vendrían mal o mejor dicho una mente extra. -¿Hay trato? -Hecho. –No sabía porque Eddie siempre tenía el poder de convencerme. ***** Unos sonidos de alguien tocando mi puerta me despiertan de golpe. -¿Misa? –Reconozco la voz de mi mamá –Eddie te está esperando abajo dijo que saldrían hoy temprano ¿Vas a bajar? Mierda, se me había olvidado por completo ni siquiera podía abrir un ojo. -Dile que ya voy. –Logré decir. -Pensé que estabas muy ocupada con tu proyecto -Lo estoy pero quedé hacer algo con Eddie en la mañana –Bostezo y me estiro me levanto muy rápido y decido ponerme lo primero que encuentre no tardo más de 10 minutos cuando bajo hacia donde esta Eddie mirándose en el espejo de mi casa. -¿Lista? –Asentí –Luces como si no hubieras dormido nada en toda la noche. Y tenía razón. No me había maquillado, desayuno, ni bañado tenía que salir de esto lo antes posible para seguir trabajando. Nos montamos en el carro de Eddie, era el único que tenia carro de todos mis amigos cercanos y muchas veces gracias a él me había ahorrado muchos problemas con mis padres en especial cuando quería llegar temprano a casa. Muchas veces nos íbamos al otro lado de la ciudad a una playa abandonada solo a charlar creo que si no tuviera una obsesión con mi amor platónico Eddie y yo seriamos tal para cual. Llegamos a un parte de la ciudad donde habían muchos edificios de ladrillo muchos se veían abandonados ¿Cómo una negocio pudiera sobrevivir aquí? Y ¿Cómo carajos habían encontrado este sitio? Es decir llegamos a un almacén abandonado donde por fuera había un aviso que casi ni se veía que decía “¿Quieres encontrar el amor verdadero? ¿Quieres saber cómo prosperar en tus negocios? O ¿Solo quieres curiosear? Si es así solo adéntrate. El letrero se veía viejo y como si estuviera a punto de caerse de allí y ni hablar del almacén si yo hubiera pasado por aquí jamás entraría pero que se puede esperar de Theodoro y Eddie juntos. Cuando entramos se olía un olor a rosas frescas que me embriagaba, era delicioso y lo disfrute por unos segundos cerrando los ojos hasta que una voz ronca me hizo abrirlos de sorpresa. -Siéntense –No había nadie pero Eddie lo hizo con mucha confianza lo contrario a mí. Era una mesa, con sillas algunos gabinetes nada fuera de lo común lo que no tenía nada normal era el papel periódico pegado a las ventanas y las cortinas que tenían ciertos dibujos que me parecía que representaban algo, un mensaje oculto, eran extraños. Uno de ellos me llamó bastante la atención era una ciudad llena de edificios que flotaban y una chica se estaba lanzando de uno de ellos antes de poder analizar más la imagen entro una señora de unos 50 años aproximadamente con el pelo corto y bien arreglado, la nariz la tenía un poco respingada con un lunar en ella y otro cerca del ojo que parecían ser manchas traía puesto un vestido azul largo con algunos flores como adornos y un collar de un ojo me fije en los pies era mi maña siempre fijarme en los pies de una persona no traía zapatos y tenia las uñas bastante largas con hongos al igual que la de las manos. Eddie sin embargo parecía no darse cuenta de estos detalles solamente parecía importarle lo que señora tenía que decir. La señora no apartó su mirada de mi sonrió de una manera muy peculiar como si ya me conociera desde antes. Yo no devolví esa sonrisa. Tomó la silla con un movimiento brusco haciéndola rechinar se sentó luego me señaló. -Tu… -Apuntándome con el dedo, Eddie intento no reírse –No crees. -No sinceramente no creo en esto y creo que usted es una farsante por completo, sinceramente, ¿Quién pondrían un negocio aquí? –Contemplé toda el área con desagrado –Pero mi amigo es muy ingenuo así que por eso estoy aquí –Sentí un codazo por parte de Eddie. La señora se empezó a reír. -¿Tu amigo no te ha contando? –Se acercó sutilmente Y Eddie afirmó con la cabeza.  -No creo en coincidencias –Cruce mis brazos con impaciencia, podría haberme quedado en mi casa trabajando. -Te haré creer –Carcajeé, estaba siendo antipática pero no estaba de humor –Dame tus manos –Lo hice sin poner objeción. –Dime, cuál es tu mayor d***o, Fotógrafa. Cualquiera puede saber que soy fotógrafa eso no comprobaba nada, miré de reojo a Eddie con odio a lo que Eddie susurró “Yo no se lo dije”. -¿Viajar por todo el mundo y fotografiar las distintas culturas y países? ¿Ascender en el trabajo donde no te valoran y donde tu jefa se roba la mayor parte de tu crédito? O ¿Solo conocer al amor de tu vida? Era obvio que Eddie le había dicho lo de mi jefa, no estaba creyéndome este circo. -Conocer al amor de mi vida –Carcajeé con ironía, Eddie me miró serio. Me concentré en un collar que la señora tenía en el cuello era redondo y decía “Querida señora Prada” luego posé su mirada en ella tenía los ojos cerrados, parecía muy concentrada en lo que hacía. De manera súbita abrió los ojos tenía una mirada confusa en ellos y pude notar que los tenía grises. Me sentí incomoda con su mirada ¿Percibió algo malo? ¿Algo de mi familia? O ¿De mi hermanito? Mi hermanito solo había nacido hace 5 años al principio no me gustó para nada la idea, discutí con mi mamá varias veces por ese tema pero cuando lo vi por primera vez en esa incubadora tan delicado y tan pequeño no pude evitar llorar de alegría estaba muy delicado en esos momentos, nació antes de lo esperado y recé bastante para que pudiera salir bien de esa situación. Y así fue. La señora Prada, (Creo que es su nombre) Parpadeó muchas veces dándose cuenta de lo tensa que estaba y dijo: -Puedes estar tranquila, lo que acabo de ver no es nada relacionado con tu familia en lo absoluto y menos con tu hermano, se cuanto lo quieres –Tragué saliva ¿m****a, había leído mis pensamientos? -¿Quieres saber realmente que fue lo que vi?
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR