NARRA BRADEN HAWTHORNE La puerta se cerró tras mi espalda y ella se giró, para verme de frente. Sus manos unidas tras su espalda y una sonrisa maliciosa en su boca. —Ya soy completamente tuya —susurró, sin dejar de verme—. Y tú eres mío... ¿Completamente? Avancé con lentitud y me posé detrás de ella. Una de mis manos se afincó en su cintura y con la otra aparté su melena castaña de su hombro. Ladeó el rostro y me miró de refilón. Aparté un poco la manga de su vestido y besé suavemente su hombro. Mi mano se enroscó en su cintura y la jalé, oprimiendo su cuerpo contra el mío. Mis labios fueron desplazándose por la piel de su cuello y llegaron a la parte baja de su oreja. —¿Tú qué piensas? —susurré—. ¿Soy o no soy completamente tuyo? Sentí su sonrisa en mi mejilla. Se giró, sin soltars

